Crespo: “Hay que duplicar ya la desaladora de Carboneras”

Carmen Crespo Díaz (Adra, 1966) repite mandato como consejera de Agricultura de la Junta, si bien las competencias en materia de Medio Ambiente han pasado a manos de otro almeriense, el exalcalde, Ramón Fernández-Pacheco.

¿Cómo comienza el curso político?

En estos momentos, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, lo tiene claro. Avisó de que después del verano nos íbamos a topar con la realidad económica de este país, con la inflación desbocada y una situación económica dificultosa, y así está siendo.

En el Gobierno andaluz somos de ayudar y el presidente nos ha pedido, desde el minuto 1, que nos pongamos en marcha con los objetivos de cada consejería para intentar en la medida de nuestras posibilidades paliar las necesidades de Andalucía. Es decir, a pesar de que haya una situación complicada en España, Andalucía será un dique de contención.

¿Y de qué forma?

El presupuesto de la Junta ya está en ciernes. Aunque sea realista y no demasiado expansivo, debe paliar esas necesidades. En el caso de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, afrontaremos varios retos.

Empiece por Agricultura.

Hay unos precios desorbitados en los costes de producción y estamos pidiendo una bajada de impuestos al Gobierno, sobre todo en la doble tarifa eléctrica y en los insumos, y hemos planteado una serie de ayudas a través de la Medida 22 de la Unión Europea para los agricultores que tienen más dificultades.

El problema más acuciante es el de la sequía.

La sequía nos está ahogando en estos momentos. Por ello, esta misma semana hemos llevado al Consejo de Gobierno la propuesta de una comisión de seguimiento que va a permitir cada equis tiempo, como se hizo con el comité de expertos en la pandemia, analizar todos los aspectos relativos a la situación hídrica en toda Andalucía y las inversiones contundentes por parte de la Junta para paliar la situación.

Del mismo modo, planteamos hacer un seguimiento de lo que pedimos al Estado hace unos días en la reunión con el secretario de Estado de Medio Ambiente, como fue la ampliación de fondos Next Generation para la sequía en Andalucía. Vamos a tener recursos para ampliar el listado de municipios menores de 20.000 habitantes que tienen fugas en su red de abastecimiento, a seguir con la desalación y a consolidar nuestra apuesta por las aguas regeneradas.

Tenemos que ser previsibles e invertir. Todas las fuentes hídricas son necesarias. No negamos ninguna.  

¿Respecto a la pesca?

Analizaremos la semana que viene con la secretaria general de Pesca la situación en el Mediterráneo y en el Golfo de Cádiz. Hay que plantear informes científicos contundentes ante las decisiones que tenga que tomar la UE en las cuotas a partir del mes de diciembre.

¿Tampoco se olvidarán de la PAC?

Intentamos que las alegaciones de Andalucía tengan eco. El ministro no las ha admitido. La Política Agraria Común no puede convertirse en un coste adicional para el agricultor. ¿Por qué? Los ecoesquemas son un sobrecoste y estamos pidiendo una moratoria para una adaptación progresiva a la nueva norma.

Hablaba antes de los presupuestos de la Junta para 2023. ¿Cómo serán?

Realistas, prácticos y destinados a paliar las necesidades derivadas de la crisis. El presidente ya ha fijado prioridades como son la Atención Primaria en Salud, la administración periférica y la sequía.

El canon del agua se suspende pero tenemos recursos importantes para seguir con las inversiones. Hablamos de 1.500 millones de euros y de 141 millones recogidos en los dos decretos de sequía.

En Almería el objetivo es tener 30 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas, 18 en el Poniente y 12 en el Levante.

En breve queremos finalizar las obras de abastecimiento a parte del Almanzora y las de La Pipa en la capital y comenzar los terciarios de Adra, El Ejido y Roquetas de Mar que pueden dar mucha agua regenerada a la zona.

¿No cree que la sociedad almeriense está alejada de la importancia de esas aguas regeneradas?

Los almerienses no conocían esos proyectos. Hasta que llegamos la política hídrica era muy inexistente. Estamos aprendiendo sobre la marcha todas las actuaciones que se pueden poner en marcha sobre materia hídrica.

Se empezaron a hacer depuradoras, pero no todas. De hecho, de los 12 millones de euros que impuso la UE de sanción se ha pasado en este último trimestre a 600.000 euros. ¿Por qué? Porque hemos hecho las depuradoras.

Si sumamos terciarios a las depuradoras, tendremos más agua para regadíos y abastecimiento. Y en esto, Almería y Málaga son pioneras.

¿Más ventajas?

Cuando se proyecta un negocio, el proyecto debe incluir con qué agua se puede contar. Si las aguas regeneradas pueden aportar, son una salida al crecimiento económico en provincias con sequía como Almería. En cualquier caso, el destino prioritario de ese caudal hídrico es la agricultura.

¿Teme la consejera que se abra el grifo en una casa y no salga agua en los próximos meses?

Claro que temo mucho eso. Hay muchos pueblos pequeños en Andalucía que tienen ya restricciones, como pasó hace muchos años. ¿Qué diferencia hay entre antes y ahora? La sequía es parecida a la de 1995 y espero que no se prolongue demasiado en el tiempo. Ahora nos está pillando con más previsión. 

¿En el caso de Almería?

En el Alto Almanzora hay una obra del decreto de sequía que permitirá dar agua de manera urgente a Albox y Olula del Río y acabará en este trimestre. Además, hay otra obra más generalista para más de 20 municipios de la zona con nuevas conducciones. Me estoy acordando, por ejemplo, de Suflí, y también de la vocación inversora que en esa misma materia tiene la Diputación Provincial.

Pero este verano, afortunadamente, no ha habido restricciones en Almería.

Usted lo ha dicho, afortunadamente. 

En la provincia de Almería es que sabemos aprovechar hasta la última gota de agua.

Eso es verdad. La provincia tiene la ventaja de que desgraciadamente estamos acostumbrados a la sequía. Otras zonas no tenían el mecanismo de respuesta tan engrasado como nosotros. Sabemos aprovechar hasta el último litro de agua y somos conscientes de las restricciones. Tenemos mucho adelantado, pero ¿qué nos faltan? Más infraestructuras.

Concrete esas infraestructuras, algunas de interés general del Estado, como usted recuerda en cada una de sus visitas a esta provincia.

Hay que duplicar ya la desaladora de Carboneras, no ampliarla. Ahora se va a empezar el proyecto de mejora de eficiencia energética para que aporte otros 9 hectómetros cúbicos, pero hay que duplicar la capacidad de producción de agua desalada. Se ha quedado pequeña. Y tiene que haber inversiones en las desaladoras del Campo de Dalías y el Almanzora. 

A ello hay que añadir la modernización de regadíos para lo que se podrá contar también con fondos Next Generation. Gracias a la eficiencia energética se pueden conseguir menos fugas y agua más barata.

Al ser ratificada en el cargo, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, dijo que el nombre de Carmen Crespo está ligado a la agricultura. ¿Su nombre no se cayó de las quinielas en algún momento?

Eso hay que preguntárselo al presidente. Él tiene mucho en la cabeza. Le agradezco la confianza de nuevo a él y al sector. Siempre han apostado por mí. Daré todo de sí, todo lo que pueda y más.

En la agricultura en Almería hay retos que hay que recordar. En la próxima Feria Fruit Atraction tendremos la posibilidad de ver cómo funciona la plataforma de comercialización y eso lo hemos hecho entre el sector y la Consejería.

Pero tenemos que enseñar la innovación. Almería no solo exporta frutas y hortalizas. Por cierto, han subido un 17 por ciento las exportaciones. Desde Almería exportamos innovación y eso hay que enseñarlo. Por eso, el Polo de Innovación Agroalimentaria es una realidad que tenemos que seguir explotando hasta que acabe el proyecto. La agricultura de Almería es precisión, tecnología y comercialización.

Además, en esta campaña comienza la extensión de norma y pedimos al Gobierno el control de las importaciones de los terceros países y de los puestos de inspección fronteriza. Los acuerdos con terceros países que se renueven no deben ser lesivos para los intereses de nuestros agricultores.

¿Cómo ve el peso de Almería en el nuevo Gobierno andaluz?

No ha hecho falta explicar al presidente de la Junta que el potencial de Almería es fundamental. No era lógico que Almería no tuviera durante décadas peso político y peso estructural orgánico en la Junta.

Hace casi cuatro años se hizo una apuesta muy importante con mi nombramiento al frente de Agricultura y Medio Ambiente. Me acompañaron algunos almerienses en una legislatura muy importante y que supuso, por ejemplo, acabar el Materno Infantil o empezar el Hospital de Roquetas.

Ahora la legislatura incluirá el fin de la Autovía del Almanzora o la ya implantación del grado de Medicina en la Universidad de Almería.

La Junta ha dado frutos a la provincia y los va a seguir dando. ¿Por qué? El presidente sabe que si le da a Almería, recibe aún más de Almería desde el punto de vista social, económico y de dinamismo. 

Ya hay dos consejeros.

Agradezco que mi compañero Ramón Fernández-Pacheco, que es un hombre brillante y que a mí me da seguridad, tranquilidad y acompañamiento, lleve la Consejería de Sostenibilidad y que el peso de Almería lo llevemos entre los dos para que esta provincia siga con su potencial. Somos embajadores de Almería en la Junta junto a unos 20 almerienses que ahora han sido nombrados para altos cargos en Sevilla. No es fácil irse a Sevilla y dejar tu provincia. Entre todos tenemos que hacer una Almería de futuro a mejor.

¿De qué manera ha influido Carmen Crespo para que Aránzazu Martín sea la delegada del Gobierno andaluz en Almería?

Yo siempre he hablado muy bien de Arancha. Es una mujer con una trayectoria política impecable, pero sobre todo es una persona muy cercana al ciudadano. En Agricultura aportaba mucha cercanía al sector. Resolvía rápidamente los pequeños problemas y eso había que aplicarlo a toda la Junta de Andalucía en Almería.

Una vez que Maribel Sánchez, que ha hecho una gran labor, da el paso al Parlamento de Andalucía, era la oportunidad de ascender a una persona que tiene un conocimiento muy estructural de lo que es la provincia de Almería y todas las delegaciones.

Ya están nombrados los 10 delegados territoriales y en su toma de posesión ya les han puesto tarea.

Tienen mucho trabajo por delante. El presidente quiere impulsar la administración periférica para ser transparentes, dialogantes y cercanos al ciudadano. En estos momentos dificultosos, los delegados van a tener que estar muy disponibles y resolver los problemas rápidamente.

¿Cómo ve el Partido Popular en Almería?

Bien. Con el triángulo que forman Gabriel Amat, Javier Aureliano García y Ramón Fernández-Pacheco más los consejeros y altos cargos y delegados, formamos un equipo de compañeros, amigos y colaboradores. Es un equipo de éxito seguro.

¿Éxito para las municipales del año que viene?

Yo diría que un éxito para Almería. Mentalmente hay que pensar primero en los almerienses. Si aportas a la ciudadanía y eres honesto y sensato, la provincia te respalda.

¿Es partidaria de la continuidad como candidatos de Manuel Cortés, Gabriel Amat y Francisco Góngora en Adra, Roquetas y El Ejido?

Son personas difícilmente sustituibles. Muchas veces dicen que los cargos políticos son sustituibles, pero hay quienes tienen una personalidad adaptada a su población a los que es muy difícil sustituir.

¿Y en la capital, María Vázquez?

María está hecha a imagen y semejanza del alcalde anterior pero con una personalidad propia y eso aporta un bagaje tremendo y, a mismo tiempo, un aire fresco.

¿Entonces, en su opinión, debería ser candidata en 2023?

Creo que es una persona idónea para ello. El partido lo decidirá. Yo no soy quien decide esas cosas. Ella misma lo ha dicho: el partido decidirá y lo hará por el bien de los ciudadanos residentes en la capital.