La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil conecta a narcos de la provincia de Almería con la red de distribución de drogas de Los Castañas y otras grandes organizaciones criminales asentadas en el sur de España.
El común denominador se llama Fikri Amellah. Marroquí afincando en la ciudad de Barcelona, está acusado de mover grandes cargamentos de hachís y cocaína gracias a una estructura de empresas, lanchas, pesqueros, vehículos y guarderías en España y, más aún, contactos de alto nivel entre los productores de cannabis en el Magreb.
La mañana del 16 de diciembre de 2021, la UCO irrumpió en 16 domicilios y arrestó a Fikri Amellah en una vivienda cercana al Castillo de Montjuic. Entre sus enseres se hallaron dos libretas escritas a mano, como los apuntes contables de un tesorero corrupto. Los documentos han servido de referencia para una operación piramidal, un goteo de arrestos vinculados a la provisión de droga del presunto imperio criminal de Fikri Amellah.
La UCO siguió el rastro hasta la provincia de Almería. El pasado martes arrestó en la localidad de Carboneras a dos varones acusados de participar presuntamente en el desembarco de un alijo de 4.300 kilos de resina de hachís en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar.
Los detenidos son C. C. y J. A., ambos en prisión provisional por el orden del Juzgado de Instrucción número Tres de Vera desde el pasado jueves, según fuentes de la investigación consultadas por LA VOZ DE ALMERIA.
C. C., vecino de Carboneras y nacionalidad española, ya fue implicado en una operación de la OCON Sur en una operación contra el tráfico de marihuana. Los agentes encontraron en el sótano de una finca de una pedanía bidones de gasolina que apuntaban a su presunta conexión contra el tráfico de hachís.
“La droga ha caído”
Según documentos de la UCO a las que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA, C. C. “formaría parte del escalón de rescate y transporte” de una organización implicada en el desembarco del hachís en San Pedro del Pinatar el 7 de octubre de 2021. La banda había utilizado un barco pesquero de fibra con puerto base en la localidad alicantina de Villajoyosa. El análisis de los teléfonos móviles le incrimina como presunto “enlace entre los rescatares y los tripulantes” de la embarcación.
La 4,3 toneladas de hachís fueron interceptadas por el Servicio de Vigilancia Aduanera en la localidad murciana entre el 6 y el 7 de octubre del año pasado. La UCO ha seguido la pista desde entonces y, apoyado en los datos conocidos de la operación de Firki, realizó el arresto de C. C. y de J. A., reseñado como presunto tripulante del pesquero.
La UCO ha investigado también a otras dos personas en la provincia de Almería, aunque no han comparecido como detenidos en esta fase de explotación.
Además, existen otros indicios que apuntan a la vinculación de C. C. y J. A. en el mercado del hachís a gran escala. Según refleja la UCO, ambos fueron arrestados el 14 de diciembre de 2021 cuando intentaban introducir 300 kilos de resina de hachís.
Esta intervención se produjo apenas dos meses después de la captura por parte de Aduanas del alijo de 4,3 toneladas de hachís en San Pedro del Pinatar. Para la UCO, ambos “repetían en el tiempo” las operaciones de droga funcionando como un grupo autónomo, a pesar de su presunta dependencia de la provisión de droga de narcos de mayor relevancia como Fikri Amellah. “Era su único medio de vida y de obtención de ingresos”, afirman los investigadores.
La UCO asegura en sus informes que el volcado telefónico les incrimina directamente en aquella operación en Murcia. Más aún, los agentes de Aduanas localizaron dentro de una bandolera hallada en el pesquero, amarrado en el Puerto de San Pedro del Pinatar, una anotación con el número de teléfono de la pareja sentimental de J. A.
Un sospechoso apodado Tomate informó a A. A. alias Capuccino y al capo Fikri Amellah de la irrupción de Aduanas. “La droga ha caído”.
Tomate es considerado como el hilo intermediario entre “la colla” de rescatadores en Almería y Murcia y la “parte directiva de la organización criminal”. El traficante reseñado como M. B. recibió una llamada de C. C. solo tres minutos después de la localización del cargamento de la droga.
La UCO terminó por desenredar la madeja de la red criminal esta semana con las detenciones en el Levante de Almería.
El ‘Trabajo 15’ de una libreta marca Cervantes
Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil localizaron en los registros a la red de Fikri Amellah en octubre del año pasado dos libretas de apuntes a mano propiedad del capo del hachís.
Las anotaciones suponían un registro de las actividades por todo el sur de España, un recuento de cargamentos perdidos o decomisos por las fuerzas de seguridad con nombres y cifras.
Las notas estaban repartidas en una libreta con la inscripción ‘Boodschappen’ y un cuaderno de la marca Cervantes. En este último aparecía el ‘Trabajo 15’, el más relevante para la investigación de la UCO.
Se trata de la operación de Aduanas en San Pedro del Pinatar, que supuso la captura de un alijo de 4.300 kilos de resina de hachís y, más aún, las últimas detenciones materializadas en la provincia de Almería.
El estupefaciente estaba a bordo de un barco pesquero de fibra con puerto en Alicante. Aduanas detectó el cargamento en el Puerto de San Pedro del Pinatar el 7 de octubre de 2021 y halló en la bodega 130 fardos de arpillera con diversas marcas.
Un juzgado de San Javier (Murcia) abrió diligencias por la captura de la droga, aunque el procedimiento tendría mayor vuelo cuando la UCO confirmó la presunta vinculación de Fikri Amellah.
Micrófonos
Para apuntalar los indicios descubiertos por la Guardia Civil en su indagación, se instalaron micrófonos en el coche del capo del hachís, radicado en la ciudad de Barcelona. Los agentes han aseverado en sus informes que las escuchas aportaron detalles inequívocos de la vinculación al alijo de San Pedro del Pinatar y, posteriormente, a los almerienses C. C. y J. A. domiciliados en Carboneras y arrestados la pasada semana.
En los apuntes del cuaderno de Fikri Amellah había también menciones a 4,1 tonelada de hachís en Sanlúcar de Barrameda (Trabajo 16). Asimismo, se revelaron detalles de la presunta colaboración con narcotraficantes de origen latinoamericano que habrían contribuido a la introducción de un cargamento de hachís mediante los denominados “ganchos perdidos” en contenedores industriales.
El clan de Troski
El capo Fikri Amellah fue detenido en Barcelona en una operación desarrollada en octubre de 2021. La UCO ha hallado indicios de sus relaciones como proveedor de las más importantes organizaciones del sur de España. Entre los señalados se encuentra la banda de A. O. alias Troski, uno de “los máximos responsables del Clan de los Castañas”, según la investigación. “Se ha observado que este tipo de colaboraciones son cada vez más frecuentes, ya que de esa manera consiguen una mayor operatividad, subsanando carencias que pudieran presentar en una fase específica de las operativas de droga, de manera que al encomendar una de esas fases a otra organización lograrían solventarlas”, describe la Unidad Central Operativa en sus informes.
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