“El mundo está abocado a un giro hacia la tecnología”

Antonio Fernández es ingeniero informático y desarrolla aplicaciones móviles en Hiberus

Antonio Fernández Alabarce, en su trabajo
Antonio Fernández Alabarce, en su trabajo Guillermo Fuertes
Remedios Fernández
17:32 • 18 oct. 2022 / actualizado a las 17:50 • 18 oct. 2022

“Lo que más me gusta de mi trabajo...”, Antonio Fernández Alabarce piensa por un momento y sonríe: “es que jamás me aburro. Cuando has aprendido y dominas algo, o encuentras algo nuevo que te hace pensar: ¿cómo funciona?, ¿seré capaz de dominarlo? Y ves que sí, y que es indiferente el tiempo que te lleve... Es, simplemente relajante. Trabajar en lo que te apasiona es lo mejor que alguien puede conseguir”. Por ejemplo, dice, “hace años tuve que pelearme con unos dispositivos de control biométrico por huella dactilar, y no tenía ninguna información. Y cuando conseguí acceder a ellos y extraer sus datos... Fue, por decirlo así, una explosión de felicidad”.



Antonio es de Ítrabo, un pueblo de la costa granadina, pero “por cosas de la vida”, desde hace ya casi 20 años vive en Almería. Estudió Ingeniería Técnica en Informática de Gestión en la Universidad de Granada, pero ya desde los 11 años realizaba sus propias aplicaciones, y con 14 años, por un reto de su profesor de Matemáticas, diseñó y programó un triángulo de Tartaglia, “que dejó al profesor más que sorprendido”, recuerda.



La base



La carrera cumplió sus expectativas, afirma. “Me dio las bases para un pensamiento abstracto, además de sentar las bases en el desarrollo de algoritmos eficientes, que de otro modo no creo que hubiese conseguido”, dice. “Pienso que ese es el objetivo de la universidad. En cuanto a lenguajes de programación, es irrelevante, pues una vez tienes las bases, adaptarte a otro lenguaje no debe ser muy complejo”. Pero lo que más le motiva de este ámbito, es el desarrollo de utilidades que faciliten la vida a las personas. “Aplicaciones de gestión con una interfaz lo suficientemente simple y amigable que les permita interactuar con la tecnología de forma sencilla”, explica.



La Universidad sienta las bases, pero quizá su principal problema es que está alejada del mundo real, reflexiona Antonio. Hasta este año, su carrera profesional ha estado relacionada con el mundo de la agricultura. Comenzó en Clave Sistemas Informáticos, de Roquetas de Mar, “a los que tengo que agradecer que apostasen por mí cuando aún no tenía experiencia en el sector”, apunta.



Luego trabajó en Hispatec, de donde recuerda con cariño el proyecto de Trazabilidad Automatizada que ayudó a diseñar. Luego estuvo en una de las empresas más importantes del agro en la provincia, Alhóndiga La Unión, “y de esa etapa, estoy especialmente orgulloso de haber realizado su primera app móvil, con la cual los agricultores, muchos de ellos personas mayores, podían acceder a sus datos de facturación”.




Hiberus



Hace cuatro meses llamó a su puerta un proyecto “muy ilusionante”, asegura. La empresa se llama Hiberus, y es una de las tecnológicas más importantes de España, y con sedes en varios países. “Nos dedicamos a facilitar la vida de las personas con la tecnología”, añade Antonio. “Por ejemplo, en un proyecto reciente, los comercios de una ciudad, a través de su ayuntamiento, facilitan a los ciudadanos obtener ciertos descuentos cuando se adhieren al sistema. De ese modo, el ayuntamiento promueve que el centro de la ciudad esté vivo...”.


En Hiberus, Antonio desarrolla aplicaciones móviles para Android, pues es desarrollador senior para esta plataforma. “Es muy gratificante”, dice, “quizá más que hacerlos para escritorio, pues eres consciente que tus desarrollos los usan directamente personas a las que ahorras tiempo, y facilitas su trabajo o su ocio”.


Proyectos

Allí ha participado, además, en un par de proyectos “muy gratificantes”, afirma. “Uno, para una empresa de distribución de prensa a la que realizamos una app que permite a los repartidores notificar en tiempo real la situación del reparto. Y el otro fue una app para una empresa de gestión de mantenimientos de instalaciones. Por ejemplo, la gestión de elementos de control de incendios, y otros tipos de instalación, normalmente de empresas”.


¿Y cómo ve el mundo tecnológico, y su futuro, ya desde dentro? Antonio vuelve a hacer una pausa y pensar. “Desde la pandemia el mundo está abocado a un giro hacia la tecnología”, responde. “Pero este giro no puede ser deshumanizado. Por el contrario, los desarrolladores de software debemos tratar de que los productos que desarrollamos humanicen la tecnología y la acerquen a todas las personas”.


“No podemos, ni debemos, excluir a las personas que por un motivo u otro tengan un acceso limitado, provocándoles frustración”, añade. “El sector tecnológico va hacia un futuro que, bien gestionado va a provocar, más tarde o más temprano, una evolución en todos los ámbitos sociales”.


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