Quienes vivieron los primeros años de la Caja Rural Provincial de Almería, la actual Cajamar, o simplemente aquellos que más tarde nos hemos interesado para escribir sobre su historia, tenemos presentes algunas fechas que determinaron el inicio de su actividad. Entre ellas, el 12 de marzo de 1963, día en el que fue inscrita en el registro de cooperativas del Ministerio de Trabajo, el 8 de junio de aquel mismo año, cuando se celebró la asamblea constitutiva, y el 20 de abril de 1966, día en el que, por fin, abrió su primera oficina en la calle Méndez Núñez de Almería.
Otras fechas significativas en los orígenes de su actividad como entidad de crédito fueron las del 7 de octubre de 1968, en el que obtuvo el título de “caja calificada” por el Ministerio de Economía, y un mes más tarde, el 15 de octubre, cuando fue inscrita en el registro de cooperativas de crédito del Banco de España. O el 15 de enero de 1969, día en el que abrió su primera delegación o sucursal en el pueblo de Adra, a la que siguieron semanas después las de Albox, Abla, Terque, Balanegra, Pulpí, El Ejido…
Sin embargo, hay otra fecha que ha pasado desapercibida o es menos recordada, pero que en realidad es en la que se dio el paso definitivo para crear la Caja Rural Provincial de Almería. El día en el que se celebró su “asamblea constituyente”, se aprobaron sus estatutos sociales y se eligió a su primera junta rectora. Fue el 25 de octubre de 1962, esta semana ha hecho 60 años.
En la mañana de aquel día, en el transcurso de una asamblea de la Unión Territorial de Cooperativas del Campo, representantes de dieciocho cooperativas acordaron constituir la Caja Rural Provincial de Almería y, tras aprobar los estatutos sociales, procedieron a elegir su primera junta rectora. Una decisión que iba a suponer un antes y un después en la historia de esta provincia, ya que en pocos años la nueva Caja Rural supo ganarse la confianza primero de los agricultores y después de todos los almerienses, superó con creces lo que se esperaba de ella y se convirtió en lo que hoy es Cajamar: la mayor caja rural de España y una de las diez entidades financieras significativas de nuestro país.
Nombres propios en la constitución e inicios de la Caja Rural de Almería
La junta rectora constituyente fue elegida aquel 25 de octubre con carácter provisional, para hacerse cargo de las primeras tareas organizativas y administrativas hasta que el Ministerio de Trabajo diera su conformidad a los estatutos sociales y, en consecuencia, procediera a su inscripción en el registro oficial de cooperativas, lo que tendría lugar el 12 de marzo de 1963. Así, una vez obtenida la resolución ministerial, tres meses después, en el transcurso de una nueva asamblea celebrada el día 8 de junio, dando conformidad a lo establecido en la normativa sobre creación de cooperativas, se procedió a la constitución definitiva de la Caja Rural Provincial de Almería y a la elección de su Consejo Rector y Consejo de Vigilancia, los órganos sociales de gobierno y representación.
Entre las personas que intervinieron en todo aquel proceso inicial constituyente que dio origen a la puesta en marcha de la Caja Rural sobresale el nombre de Juan del Águila Molina, en aquel momento secretario general de la UTECO y de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos de Almería. Fue él quien el 30 de marzo de 1962 recibió el encargo de preparar los estatutos sociales de la Caja Rural para su estudio, siendo elegido también, aquel 25 de octubre, secretario general del Consejo Rector, función que desempeñaría hasta 1975; y fue él quien ejerció como director gerente/director general desde que abrió su primera oficina el 20 de abril de 1966 hasta su elección como presidente de la entidad el 29 de mayo de 1992, responsabilidad que ejerció hasta el año 2006.
Esta trayectoria continua de 44 años en los órganos de gobierno y de 26 años al frente de la dirección, es la razón por la que siempre se ha considerado a Juan del Águila el “fundador” y principal artífice de la trayectoria y evolución de la entidad, si bien la constitución de la Caja Rural fue una decisión colectiva acordada por los representantes de las cooperativas del campo asistentes a aquellas asambleas celebradas en octubre de 1962 y junio de 1963. De ahí que sea justo recordar a otras siete personas que también tuvieron un papel significativo en aquellos días iniciales.
Pedro Aparicio Alcalá. Presidente de la Cooperativa Local de Alsodux y vocal de la UTECO. Maestro nacional, en aquellos años era alcalde de esta localidad y presidía la Cámara Sindical Local y las Hermandades de Agricultores y Ganaderos de Alsodux, Santa Cruz de Marchena y Alboloduy. También fue inspector de cooperativas. En el acta de la Junta Rectora de la UTECO celebrada el día 4 de octubre consta que fue él quien planteó llevar a la siguiente asamblea de la UTECO la propuesta sobre la constitución de la Caja Rural.
Juan Ruiz Alarcón. Presidente de la Cooperativa Avícola y Ganadera de Cerda de Almería, propietario de una granja avícola y dos fincas de cítricos en la Rambla Moscolú y en la rambla de la Campana del término municipal de Gádor, y presidente de la Sociedad Fuente del Abastecimiento de Santa Fe de Mondujar. Anteriormente había ejercido como maestro nacional en Laujar y como funcionario de la Jefatura Provincial del Servicio Nacional del Trigo en las provincias de Almería y Jaén. En la asamblea de la UTECO celebrada el 25 de octubre fue elegido presidente de la Junta Rectora (provisional) de la Caja Rural, siendo, a la vez, el más votado para la terna de nombres que se propuso a la Obra Sindical Cooperación para presidir la UTECO de Almería -obtuvo 15 votos frente a los 14 de Jesús Durbán y los 11 de Francisco Colomer-, si bien finalmente no fue designado para ello. En su lugar, en febrero de 1963 fue nombrado miembro del Consejo de Vigilancia de la UTECO y en junio presidente del Consejo de Vigilancia de la Caja Rural, órgano social al que perteneció varios años. Creó una empresa comercializadora de naranjas y fue socio asimismo de las cooperativas Conari de Rioja y San José de Viator.
Jesús Durbán Remón, socio de la Cooperativa Hortalizas Extratempranas Almerienses (HOREXA) de Roquetas de Mar, el 25 de octubre de 1962 fue el segundo candidato más votado para el puesto de presidente de la UTECO de Almería en la terna propuesta a la Secretaría General de la Obra Sindical Cooperación, siendo por la misma designado presidente en enero de 1963. En lo que respecta a la Caja Rural fue tesorero del 25 de octubre de 1962 al 8 de junio de 1963 y presidente desde entonces hasta marzo de 1973. Abogado del Estado, y persona con gran prestigio e influencia social, en la UTECO contribuyó a fomentar la creación de cooperativas en la provincia y en la Caja Rural lideró y facilitó la gobernanza en los inicios de su actividad como cooperativa de crédito. Entre 1968 y 1973 fue asimismo presidente de la Diputación Provincial, renunciando al puesto de presidente de la Caja Rural al trasladarse a Madrid en 1973 tras su nombramiento como Jefe de la Asesoría Jurídica del Ministerio de Industria y Energía.
Juan Esteban Coca, socio de la Cooperativa Santa Cruz de Canjayar, desempeñó el puesto de vocal del Consejo Rector (1962-63) y tesorero (1963-1969) tanto de la UTECO como de la Caja Rural. Funcionario del Cuerpo Técnico de Administración Civil del Ministerio de Agricultura, en aquellos años con destino en la Jefatura Agronómica de Almería y en la Delegación Provincial del Servicio de Mutualidades Laborales, donde ejercía como Jefe de Prestaciones. En 1970 renunció a su puesto en el Consejo de la Caja Rural coincidiendo con su nombramiento como secretario provincial del Ministerio de Agricultura. En 1979 se incorporó a los Servicios Centrales del Ministerio en Madrid como Jefe de Negociado de Contratación y Suministros, que desempeñó hasta su jubilación en 1982.
Francisco Villegas Ibarra, presidente de la Cooperativa San Isidro de Berja, fue elegido vocal del Consejo Rector de la Caja Rural en octubre de 1962 y de su Consejo de Vigilancia en junio de1963, puesto este que también desempeñó en la UTECO durante el mismo periodo. Con la apertura de las primeras sucursales, a partir de 1969 realizó una gran labor divulgadora de la Caja Rural en Berja, así como en Dalías y El Ejido.
Juan García Jiménez, presidente de la Cooperativa Agrícola San Isidro de Almería y de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, y miembro del consejo de vigilancia de la UTECO, fue vocal del Consejo Rector de la Caja Rural desde 1963 hasta su fallecimiento en 1975. En esta historia tiene una singular trascendencia puesto que siendo vocal de la Obra Sindical Cooperación fue quien en 1958 propuso a Juan del Águila para el desempeño del puesto de secretario general de la UTECO y, como consecuencia de ello, fue quien facilitó su posterior trayectoria personal y profesional en la Caja Rural.
José Pérez Rodríguez, Cofundador y presidente de la Cooperativa Virgen de los Dolores de Abla fue elegido vocal del Consejo Rector al quedar constituida la Caja Rural el 8 de junio de 1963, desempeñando el puesto hasta 1966. Maestro nacional y delegado local y comarcal del Servicio Español de Magisterio (FEM), ejerció la docencia durante más de cuarenta años en Abla, que alternó con su labor de divulgación y fomento del cooperativismo y del asociacionismo agrario. Posteriormente, a partir de 1965, también sería socio de la Cooperativa Santos Mártires de Abla. En la Caja Rural años más tarde desempeñó el puesto de Interventor de Cuentas desde1983 a1985.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/246678/la-caja-rural-de-almeria-celebro-su-asamblea-constituyente-hace-60-anos