Kinétika, una productora almeriense que te monta un evento en vivo en Tokio

“Nosotros, tres locos aquí, en la calle Obispo Orberá, nos hemos tenido que aferrar a la tecnología en todos los sentidos”, dice Miguel Ángel Jurado Sánchez, y mira por la ventana abriendo los brazos. “Nos ha permitido abrir nuestros proyectos y clientes al mundo, multiplicar nuestro tiempo... Mira, simplemente el hecho de que exista Internet, es lo que ha hecho que el proyecto de Kinétika sea viable...”.

Miguel Ángel es de Almería, y, aunque empezó ingeniería informática en la UAL, no llegó a terminarla porque, allá por el año 2006, dos amigos, el garruchero Juan Pedro Artero y el jienense Francisco Jesús Navarro, ambos técnicos superiores en audiovisuales y espectáculos, lo convencieron para lanzarse a emprender y fundar una productora audiovisual: Kinétika. “La idea era crear la empresa, y cada uno llevar una rama, ellos sonido e imagen, y yo informática”, recuerda Miguel. “Eso ahora es trivial. Pero hace 16 años era como... Lo creamos con nuestro propio dinero... Y claro, una cosa es la idea de negocio, y otra la realidad, el mercado...”, sonríe. “Ha habido varias etapas, y que ir adaptándose...”.

El de 2006 era otro mundo, asegura. “Después de los juegos de Almería 2005, tuvimos la caída del 2008, por ejemplo. Pero hemos ido creciendo poco a poco. Yo mismo, en un tiempo, estuve a caballo entre Kinétika y otros proyectos. Pero estaba la televisión, el fútbol, que se grababa bastante...”.

Consolidación

Poco a poco se fueron adaptando, y centrando, afirma Miguel. “Nos dimos cuenta de que tienes que tener un abanico de una amplitud controlada. No puedes tocar todos los frentes. Es preferible tener colaboradores, y saber tirar de la gente que sintoniza contigo, y que puede dar lo máximo en su arte”.

Y así, llegó un momento, hace seis años, en que decidieron subir otro escalón y transformarse. “Los tres socios nos dedicaríamos al completo a la empresa, para poder tener más proyectos. Y ahí surge la segunda etapa de Kinétika, más centrada en publicidad, el marketing, etc. Ahora mismo tenemos tres frentes de trabajo: la televisión, el video institucional publicitario, y los eventos en directo”.

Su mayor logro como empresa ha sido conseguir consolidar el negocio, dice Miguel. “Actualmente estamos tres personas en nómina (en otros momentos ha habido más), pero, en realidad, este es un sector en el que se trabaja mucho a proyectos. Hay ciertos roles que no funcionan como fijos, o muchas veces a ellos les gusta ser libres. Operadores de cámara, directores de fotografía, maquilladoras... Esa libertad de trabajar en un proyecto en Almería, y luego irse a Milán, por ejemplo, y volver con más experiencia..., no se la puedes quitar”.

Libertad

De modo que tienen mucha gente con la que trabajan todos los meses, explica, “y que trabaja para Amazon, o Movistar... Francisco, que es el realizador jefe, establece la línea de la empresa en cuanto a imagen, pero lo demás...”.

“Una productora no es señores que graban, sino: Necesito comunicar esto, esta es mi idea y quiero grabar esto. Y necesito un helicóptero, un día amaneciendo, y a David Bisbal. Y yo aquí no tengo nada, pero te lo consigo todo. Tengo a un cámara, y si no te lo traigo. Un editor, y si no, te lo traigo... Y todos esos recursos externos se suman en el proyecto”.

Y todo, gracias a revolución que se vive desde hace unos años en el ámbito de la tecnología. “Cuando fundamos la empresa, la Junta de Andalucía nos dio una ayuda porque fundamentamos el proyecto en la base tecnológica”, dice Miguel. “De entrada, nuestro proceso iba a ser todo digital, ese era nuestro punto fuerte, pues por entonces se trabajaba en formatos analógicos...”.

Y, aparte de la directamente aplicada al video, la tecnología también los ha ayudado a nivel de empresa, “la facilidad que tiene una empresa para enviar un producto a un cliente en Valladolid o cualquier país, está trastocando todo”, añade. “Y no solo eso: optar a contratos públicos en cualquier lugar de Europa...”.

Miguel también habla del “nivel de optimización que te permite la tecnología. Ya podemos grabar con una gran calidad, a un coste que antes era inviable. Hoy, cualquier empresa, mediana o pequeña, puede tener un material promocional en video con una calidad inusitada, en un tiempo corto y un coste muy bueno”.

En remoto

Las ventajas de la tecnología han sido patentes, sobre todo, en los años de la pandemia. “Si lo piensas, toda la parte de la comunicación cambió en esos años”, explica Miguel. “Y nos paramos a analizar qué necesitaba comunicar la gente, nuestros clientes, y cómo utilizar los medios audiovisuales para esa situación en la que todo el mundo trabajó desde casa, e intentó reinventarse”.

“Teníamos una serie de tecnologías que queríamos llevar a nuestros clientes, pero ellos no las veían útiles”, añade. “E hicimos lo siguiente: aplicamos a la comunicación los mismos programas que ya usaban toda los gamers, los streamers... Y empezamos a hacer demostraciones, en remoto y a diferentes empresas, de cómo hacer eventos cada uno desde su lugar, y utilizando cámaras que todos tenemos: el móvil, la tablet, los ordenadores...”.

Abrieron así un nuevo frente: la realización de eventos en directo, y en remoto. “Hasta el punto de que, una vez acabado el Covid, hemos hecho un evento en la embajada de España en Tokio, por ejemplo, ¡y no hemos estado en Tokio!”, Miguel sonríe. “Nos mandaban señales de cámara desde Tokio, o de otros lugares, y teníamos videos e imágenes. Y aquí lo mezclábamos todo, en una sala que tenemos equipada, y lo mandamos a YouTube. Incluso a la pantalla de allí, si queríamos. Es una aplicación directa de la tecnología, que permite a las empresas comunicar en esas circunstancias. Que ya no son tan necesarias, pero que se siguen haciendo.

Y así, los últimos años de Kinétika están siendo los mejores, afirma Miguel. “Trabajamos con Singapur, Montreal, Estados Unidos, en España muchísimo...”, afirma. “No paramos. Y todo desde aquí...”.