No hubo diez muertos en el naufragio: la patera iba a Argelia

Eran argelinos. Náufragos. Cuerpos a flote mar adentro. Supervivientes a merced de las olas, muy lejos de la línea de la costa de Almería. Sí. Eran víctimas del vuelco de una patera y de las aguas del Mar de Alborán. Y del miedo a morir engullidos por la profundidad.

Y, al mismo tiempo, no eran migrantes. No montaron en la barca para cruzar la frontera de los derechos humanos. Una nueva vida. Una oportunidad. No. No eran víctimas de las redes de tráfico de seres humanos. No eran mercancía para las mafias.

El naufragio ocurrido el pasado jueves a 19 millas náuticas de la Costa de Cabo de Gata evidencia el cambio de paradigma en las rutas de la inmigración clandestina en las costas andaluzas. La patera no venía, iba. Investigaciones policiales a las que ha tenido acceso LA VOZ confirman que la embarcación hundida la madrugada del jueves había salido por la tarde desde Almería con destino presuntamente a las costas de Argelia.

El bote había sido comprado en España y estaba dotado de un potente motor fuera borda de 300 caballos. A unos 35 kilómetros de la costa, un golpe de mar la hizo volcar y los ocupantes cayeron al agua de manera dramática, según las primeras averiguaciones sobre el caso.  A bordo navegaban, al menos, tres jóvenes argelinos.

A las 2.08 horas de la noche del miércoles al jueves, el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Almería recibió la llamada de alerta de la tripulación del buque irlandés Sarah M., en ruta desde Argel. Habían encontrado a un náufrago, en situación precaria, según informaron fuentes oficiales del órgano dependiente de Fomento.

La Salvamar Spica se ocupó el traslado del varón hasta el Puerto de Almería. Según manifestó, en la patera viajaban 13 personas en total, lo que provocó un amplio dispositivo de búsqueda en la zona del naufragio . Se activaron las alarmas. Era la enésima tragedia en el Mar de Alborán.

A las 11.20 horas, otro mercante comunicó el rescate de dos varones argelinos a 21 millas náuticas del sur-sureste. Con síntomas severos de hipotermia, la Salvamar Algenib se ocupó de su traslado inicial y luego un helicóptero los llevó hasta el Aeropuerto de Almería.  Ambos acabaron en Torrecárdenas, fuera de peligro.

La búsqueda

La mañana del viernes, el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, mostró su preocupación por el suceso y anunció la incorporación de un avión procedente de Cádiz al dispositivo de rescate. En realidad, a esa hora, las fuerzas de seguridad en la provincia ya tenían indicios sólidos de que el relato ofrecido sobre el naufragio no era cierto y de que no había diez muertos en el episodio, porque la patera no pretendía alcanzar las costas de la provincia.

De hecho, cinco días después de la denuncia, no se ha encontrado ningún cuerpo en el entorno del lugar del hundimiento y la búsqueda se suspendió poco después sin rastro de los diez supuestos desaparecidos.
Como adelantó LA VOZ, desde 2019 se ha generado un cambio en las rutas migratorias de Alborán. Las mafias compran lanchas y los motores en España y buscan viajes exprés para desembarcar a los migrantes antes de ser detenidos.