“La decisión la toma el partido y algo habrá visto en mí y también en Miguel”

Rafael Burgos está recién designado como candidato a la Alcaldía de la capital por Ciudadanos. Llega ilusionado y convencido de que su andadura durante ocho años como segundo en las listas municipales le dan bagaje para ser el cabeza de lista. Sorprendido aún por la reacción del que ha sido su compañero, Miguel Cazorla, no quiere entrar en guerras con él pero deja claro que siempre ha sido “leal”.

- ¿Cómo afronta este reto de ser candidato en la capital? El recibimiento de su ya ex compañero, Miguel Cazorla, no ha sido demasiado bueno.

-Que tu partido cuente contigo para una responsabilidad como una candidatura a la ciudad en la que llevas viviendo más de 30 años, no puede ser más gratificante. Pero es cierto que tengo sensación agridulce porque Miguel no ha aceptado de buen grado una decisión que toma el partido, y es un tema con el que hay que lidiar. Pero hay que tener en cuenta que las personas y las cosas cambian en política.

A pesar de esto, lo cierto es que me apetece el reto, aunque es un momento complicado para mi formación política. Yo siempre he creído en este espacio de centro liberal, en que cuando hemos estado dentro de un gobierno lo hemos hecho de una manera muy aceptable, a pesar de que no se ha valorado por los electores porque no hemos sabido transmitirlo.

- ¿Y qué va a hacer ahora con Cazorla?
- Quiero dedicarle poco tiempo a eso, no quiero rifirrafes porque es lo que busca. Yo no tengo nada en contra Miguel (Cazorla),  de hecho me reuní con él después de comunicarnos  la candidatura y le propuse  que viniera conmigo, pero no quiso. Para él es una humillación y llegó a decir que si hubiera sido sustituido por David Bisbal, todavía lo entendería, pero que por mí... Lamento no cantar tan bien, pero también tengo una trayectoria dentro del Ayuntamiento y, aunque el conocimiento que tiene la ciudadanía de mío es menor que el de Miguel, sí que tengo ganas de afrontar el reto e intentar poner sobre la mesa un proyecto de ciudad en el que la gente pueda volver a confiar.

- Le acusó en su ‘despedida’ de estar en el PP, de haber traicionado su amistad y de buscar garantizarse un cargo.
- El concepto de la amistad para Miguel es para reflexionar si eso supone que él tenga que ser el cabeza de lista sí o sí. Que la decisión la toma el partido, yo no, y algo habrá visto en mí y en él. Intentar conducir esa decisión a los asuntos personales no me parece apropiado. Yo estaré siempre donde me diga mi partido sea en el uno o cerrando la lista.

No entro en valoraciones personales, pero es verdad que mi actitud en la oposición en Diputación no es la misma que hace él, es  mucho más constructiva y busca conseguir medidas a través de pactos en los presupuestos. Pero siempre he sido leal a mi portavoz en el Ayuntamiento aunque yo lo hubiera hecho de otra manera, así que no me diga que me dedicaba a levantar la mano.

Con respecto al PP y un cargo, Miguel es muy dado a la eterna teoría de la conspiración. Mi relación con el PP es institucional igual que con el PSOE. Prueba de ello es que he afrontado ser candidato a la Alcaldía de Almería, en buena lid, en contra de PP, PSOE, Podemos y Vox. Soy el coordinador de mi partido, no me entra en la cabeza el preparar una trama interna para desmontar mi propia candidatura (ríe).

- Es consciente de que si finalmente se presenta Cazorla con un partido independiente y Cs, pueden quedar ambos fuera porque arrastre voto.

- Es un escenario que existe, decir que no sería engañarnos. Pero también creo que con el cambio podemos volver a ilusionar a gente que antes no lo habrían hecho. Ahora se trata de poner en marcha una candidatura para la que tenemos seis meses nada más, y hay muchos afiliados que están en buscar este nuevo camino que llega con la refundación del partido.

- ¿Tiene ya lista en mente? ¿Habrá fichajes ‘estrella’?

- Ahora toca consultar con los afiliados, a la Agrupación de Almería que se ha mantenido fiel, trabajando por el  partido sin esperar nada a cambio. Pero es verdad que hay que buscar algún perfil que genere ilusión, que muestre renovación, que pueda servir para la llegada de votos que no tenía.

- Pero fácil no le va a ser ahora que el partido no está en su mejor momento.

- A ver, a quienes convences para ir en una lista es porque vienen convencidos. Es cierto que antes era más fácil, que la gente tocaba a la puerta porque el partido estaba en alza y estaba casi garantizado que podía salir si iba en un puesto determinado. Ahora mismo, el que decide hacer ese sacrificio sin tener garantía, es porque lo tiene claro. Confía y apuesta por el partido.

- Se va a enfrentar a los primeros comicios en los que no tiene apoyo sustancial de parlamentarios.

- Eso es un hándicap para nosotros. Juega en nuestra contra no tener ese respaldo y supondrá tener que hacer un triple esfuerzo pero esperamos que cuando se realice el congreso de refundación en enero, se realice la renovación de los cargos, se elija el líder andaluz, todo se active. Todavía hay cosas por ver, pero creo que vienen tiempos ilusionantes. 

Si la gente hace memoria, no hay argumentos para no volver a confiar en Cs. Donde hemos estado, hemos conseguido que los gobiernos sean mejores.

- ¿Y cuál es la ciudad que quiere Rafael Burgos? 

- Apuesto por una ciudad moderna. Almería ha mejorado pero aún queda mucho por hacer. El reto está aún tan reciente, que tenemos aún que sentarnos a priorizar las necesidades pero sí que quiero rescatar una idea que ya expuse en un pleno que es hacer un plan estratégico de barrios, es decir, establecer un cronograma plurianual con las actuaciones previstas en cada uno de ellos y que los vecinos puedan saber cuándo les toca.

Hay que trabajar en movilidad con actuaciones como un tranvía o un metro ligero que llegara a la UAL, Costacabana, El Alquián hasta Retamar. Eso es modernizar una ciudad. 

Iremos de la mano con el comercio viendo necesidades y también pidiéndoles que sean imaginativos y pongan de su parte para renovar el sector.

Además de luchar por los grandes proyectos que nunca llegan: soterramiento, AVE, el tren al puerto, la conexión de la A7 con el puerto, mejora de la conexión aérea...