Cristobal Bonillo nació en Barcelona, pero su familia es de Zurgena, y volvieron cuando él tenía un año. Estudió ingeniería de Telecomunicaciones en Madrid, y atesora ya una amplia vida profesional, que incluye, incluso, la fundación de varios proyectos tecnológicos. “Siempre me ha gustado lo científico”, dice. “En el colegio, en la asignatura de pretecnología nos enseñaron electricidad, motores y otros artefactos, y eso despertó en mi interés por construir... Sin embargo, luego hice un curso de informática en el que aprendimos a programar en Basic... y eso me transformaría para siempre, ya que con el software podía construir cosas muy potentes sin necesidad de ningún material, conectar cables, etc. Desde ese momento me apasionó...
Y no te ha ido mal en esto...
Sí. Antes de terminar teleco, conseguí una beca en Telefónica I+D, una empresa que desprendía innovación. Tuve acceso a proyectos que luego fueron realidad años después, como Infovía, ADSL o Imagenio. Allí trabajé cuatro años hasta que conseguí un trabajo en mi añorada Almería. Estuve unos meses en Cajamar, pero surgió la posibilidad de crear un producto en colaboración con una empresa tecnológica española, afincada en San Francisco. Así, uno de los socios de la anterior y yo nos lanzamos a una nueva aventura. Nos dedicamos a desarrollar un software orientado a la implantación de ERPs. Fueron años muy apasionantes. Sin embargo, vino el llamado pinchazo de las puntocom...
¿Y cómo surge Seyte?
Después entré en Grupo Hispatec, donde trabajé siete años... Y en septiembre de 2009, en plena crisis, me lanzo a la aventura actual: Seyte, donde soy fundador y CEO. En estos más de doce años de existencia, hemos desarrollado muchas soluciones de gestión para empresas, basándonos principalmente en Software Libre.
Y ahora ha surgido Cubea.
A finales de 2019 nos planteamos un cambio estratégico, rediseñando cómo desarrollamos software. El año pasado iniciamos el proyecto clave en la trayectoria de Seyte: una plataforma de aplicaciones empresariales, que bautizamos como Cubea, donde seguimos invirtiendo para su lanzamiento comercial en 2023. Cubea permite desarrollar aplicaciones de gestión, que complementen los sistemas de información y faciliten la digitalización de multitud de procesos en las empresas. Cubea va a ofrecer soluciones de gestión a las pymes, que podrán adaptar fácilmente a sus necesidades.
Y todo, desde Almería.
Actualmente se puede desarrollar tecnología desde cualquier lugar. Hay referentes importantes en nuestro país, como Málaga y Barcelona, donde se han creado ecosistemas de innovación muy importantes. Pienso que en Almería es más factible orientar la tecnología para el importante sector agro. Unas tecnologías que luego se podrían exportar a todo el mundo. Somos pocas las empresas tecnológicas en nuestra tierra, deberíamos colaborar más.
Es cierto.
La tecnología cambia a un ritmo cada vez más rápido. Estar en la cresta de la ola es muy arriesgado y costoso. Hay que medir cada paso, y preparar planes alternativos, analizando cómo sostener esa ventaja tecnológica en el tiempo...
¿Y cómo ve el futuro..?
En estos más de doce años, hemos generado mucho empleo, del que me siento muy satisfecho. Sin embargo, la orientación y la forma de trabajar ha cambiado radicalmente en estos últimos años, y seguimos transformándola Actualmente, estamos orientados a simplificar la transformación digital de las pymes. Hay mucho por ofrecer a las empresas para que sean más competitivas. Debido a la escasez de profesionales, debemos atraer con proyectos y retos interesantes, cuidando a las personas y posibilitando su crecimiento profesional.
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