La cocina de Doña Pakyta se convierte en espacio expositivo

El Museo de Doña Pakyta ya cuenta con dos nuevos espacios expositivos, un área didáctica y sala para talleres, una sala multiusos y locales complementarios, un total de 220 metros cuadrados más, después de que haya culminado la segunda fase de las obras de rehabilitación de esta casa que la propia Doña Pakyta donara al Ayuntamiento de la capital en el año 2014. Pendiente queda una tercera que se centrará en la puesta a punto de los jardines para la que aún no hay ni fecha ni presupuesto.

Uno de estos espacios expositivos se ha denominado como CAMINA y en él habrá muestras temporales vinculadas a este proyecto. Así, abre sus puertas con una exposición sobre La Chanca entre 1940 y 1970 con la participación de trece artistas. Se pueden disfrutar obras de Carlos Pérez Siquier, Jesús de Perceval, José Gómez Abad, José María Artero, Julio Visconti, Luis Cañadas, María Checa, Miguel Cantón Checa, Miguel Martínez, Miguel Rueda Morales y Nicolás Muller.

El segundo espacio, llamado Sala B, recoge una muestra con obras de la Fundación Casa Ibáñez, bajo el nombre de Goya a Antonio López.

Se mostraba muy contenta la alcaldesa de la capital, María del Mar Vázquez, por la puesta en marcha de un espacio en el que se han invertido “278.000 euros y que se enmarca dentro de la iniciativa de Acciones Urbanas Innovadoras encuadrada en el Proyecto CAMINA, cofinanciada en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)”.

Explicaba Francisco García, arquitecto de Etipsa, que desde este estudio que forma parte de los socios del Plan CAMINA, se han seguido los parámetros del proyecto diseñado por Ramón de Torres, que respetaba “la estructura original de la vivienda y que ha mantenido los accesos”.

Esta planta sótano de la vivienda estaba destinada a “la zona de cocinas y salas de servicio, contando con salida hacia el jardín que se habilitará y mejorando la impermeabilización y las condiciones de las diferentes salas para la conservación adecuada de los cuadros”. Además, “se ha mejorado la iluminación con respecto al proyecto original y se ha optimizado la climatización”.

Cambios
Más allá de las obras, lo cierto es que la puesta en marcha de esta nueva fase del edificio ha supuesto modificaciones en cuanto a la narrativa del museo. Explicaba Juan Manuel Martín, director de la Fundación Ibáñez Cosentino, que se han incorporado “casi 30 obras nuevas a la colección” que ya conformaba el museo y aseguró que “se ha cambiado la estructura que si bien mostraba un museo muy correcto, ahora es mejor y puede ser un referente en Andalucía”.

De esta forma se veía finalizada la primera actuación, en lo que a obra se refiere, de este Plan CAMINA del que tanto se habla.