Lo confirmaba el propio obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, en una reciente entrevista concedida a COPE: la Diócesis de Almería ha logrado hacer frente a su primer compromiso de pago de la millonaria deuda de la Iglesia almeriense sin llegar a haber vendido ninguno de los inmuebles que ofrece el obispado.
"El 30 de noviembre ya pagamos a uno de los bancos la porción de dinero que teníamos que pagar, que era bastante dinero, y lo hemos hecho todavía sin vender nada", confirmaba el prelado esta misma semana.
No obstante, esa solo es la primera piedra que tiene que superar el obispado de Almería para cumplir con todos los pagos pendientes, que ascienden a casi 29 millones de euros.
Para ello, Gómez Cantero sigue dando la misma receta: "Nos tenemos que apretar el cinturón, desde las pequeñas comunidades hasta las grandes, y entre todos tenemos que buscar soluciones. El camino va a ser lento, incluso con dificultades, pero tengo esperanza", relata el obispo de Almería, que también plantea que "poco a poco, viviendo en simplicidad, con mucha humildad y sencillez, lograremos salir adelante".
Patrimonio en venta
Como recalcaba el propio obispo, se ha llegado al primer compromiso de pago sin necesidad de vender el patrimonio inmobiliario puesto a la venta en el mercado: cuatro propiedades propiedad de la Iglesia de Almería (un chalet en Aguadulce, un solar en Roquetas de Mar, un edificio en el Casco Histórico y un edificio de oficinas en Nueva Andalucía) que aún no han encontrado nuevo propietario.
De hecho, y si bien algunas de estas propiedades han despertado cierto interés entre varios posibles compradores, lo cierto es que el equipo económico encargado de sacar a flote la castigada contabilidad de la Iglesia de Almería ha decidido bajar levemente el precio de los algunos de los inmuebles.
En concreto, han cambiado de precio a la baja el chalet de Aguadulce y el solar de Roquetas de Mar: ambos han bajado su precio en un 3%.
De esta forma, el chalet pasa de tener un precio de venta de 720.000 euros a 700.000 euros, mientras que el solar ha bajado de 750.000 euros a 730.000 euros.
Todo ello, dirigido por el equipo de tres hombres (Xavier Pomés, David Martín Casero y Antonio Jesús Gil Márquez) que tiene una misión: "Regularizar las cuestiones económicas y ponerle nombre a todas las cosas. También intentamos vender cosas que no necesitamos", explicaba el obispo en la entrevista.
Por el camino, y según el propio Gómez Cantero, "los consejos van viendo que hay una apertura en este túnel, que al principio nos podía agobiar demasiado después de la auditoría".
Otros problemas
Durante la entrevista, Gómez Cantero repasó algunos temas más de la actualidad diocesana y de los retos que tiene por delante la Iglesia de Almería.
Así, respecto a la falta de vocaciones, el obispo de Almería señalaba que "es un problema en todas las Diócesis de España y en toda Europa; la Vieja Europa está decadente y tiene que haber parroquias vivas, porque donde hay grupos de gente, las vocaciones surgen. Una parroquia cerrada o que no tenga nada, no hace surgir vocaciones".
No obstante, incluso en lo que a los nuevos sacerdotes almerienses se refiere Gómez Cantero se muestra optimista: "Este año han entrado dos al seminario y hay dos en el año de pastoral. Estamos bien, razonablemente. Claro que mejor sería tener 20, pero... Las familias ahora tienen pocos hijos y la sociedad es tan plural que da capacidad para buscar sitio en otros lados...".
Al menos, respecto a lo económico, las cosas parecen ir mejorando aunque aún queden millones de deuda por delante.
“No leo Twitter ni Facebook”
Preguntado sobre la frecuencia con la que la Diócesis de Almería y sus problemas aparecen como protagonistas en la prensa y otros medios de comunicación, el obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, confesaba que “no leo Twitter, ni Facebook, pero sí me cuentan”.
Todo ello, en referencia a la existencia de algunas cuentas anónimas que difunden opinión a través de redes sociales: “Cuando se sale en el periódico es porque hay algún grupo anónimo que ve otra cara de la realidad que no es la real. Yo no leo Twitter, ni Facebook, pero sí me cuentan. Y muchas veces no es así”, sentenciaba durante la entrevista el obispo de la Diócesis de Almería, Gómez Cantero.
No obstante, el obispo de Almería no hace una lectura negativa de la situación, ni generaliza.
“La gente de Almería es gente abierta, cariñosa, entregada y esperanzada”, alababa el prelado, que para lanzar un mensaje esperanzador respecto a toda la situación por la que pasa la Diócesis de Almería, afirmaba también que “no hay que mirar las nubes, hay que mirar el sol. Y hay bastante sol”.
De hecho , para este 2023, el obispo desea “que todo este camino de sinodalidad se vaya llevando a cabo. Que se amplíen los grupos... Tenemos que trabajarlo todos. Si la iglesia solo se mira a sí misma terminará siendo una secta. Tiene que ser de puertas abiertas”.
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