La jurista almeriense María Luisa Balaguer Callejón, catedrática de Derecho Constitucional y magistrada del alto tribunal de garantías desde 2017, forma parte de los once nombres del pleno que este lunes votó, muy dividido, un hecho inédito en la democracia española: suspender la tramitación parlamentaria de una iniciativa legislativa.
Balaguer Callejón, encuadrada en el denominado sector progresista, se encuentra entre los cinco vocales que votaron en contra de la medida cautelarísima solicitada en recurso de amparo por el PP y que ha desencadenado una tormenta político-mediático-judicial sin apenas precedentes en España. Los argumentos de la magistrada almeriense para oponerse a esa medida quedarán reflejados en su voto particular pero ya este martes en varios medios de comunicación ha señalado en qué sentido va su posición jurídica. Este es un resumen de las declaraciones que ha hecho en el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER a preguntas de Ángels Barceló.
Fallo técnico en la decisión
Según María Luisa Balaguer, el dictamen final del TC frenando la tramitación parlamentaria de su propia reforma pasa por alto “un detalle técnico muy importante”, y es que “a quien se imputa la lesión de ese momento es al Congreso y, sin embargo, las medidas cautelares las vuelcan al Senado. Una cámara de representación territorial se ve obligada a interrumpir una votación de algo que incumbe al Congreso, por tanto, se está imputando la lesión a un órgano y las medidas cautelares a otro órgano". Esto ocurre porque la pretensión inicial del ponente del recurso del PP era votar el jueves pasado por la mañana, antes de la votación de la reforma legislativa en el Congreso esa misma tarde. Al aplazarse el pleno del TC a este lunes, ya solo llega a tiempo de detener su paso por el Senado.
En otra entrevista en Onda Cero, la magistrada ha expuesto que “no es razonable que se pudiera interrumpir una votación en un Parlamento" porque no es propio del respeto a la soberanía nacional”. En esta clave, explica que el TC es un órgano constitucional que está llamado al control, pero este tiene que ser "siempre a posteriori". "Únicamente estaría a mi juicio legitimada la medida preventiva cuando se intente corregir algo que sede el punto de vista del tiempo no es posible corregir”.
Recusación de dos magistrados
Sobre el porqué no se abstuvieron los dos magistrados recusados por el PSOE por tener el mandato caducado -lo que habría alterado la composición del pleno y el equilibrio de votos-, la magistrada almeriense opina “es una posición individual que no se le puede exigir a nadie pero existen precedentes de otros tribunales constitucionales en el que los magistrados se abstienen".
¿Abandonar el pleno?
A la pregunta de si los magistrados del sector progresistas se podrían haber ausentado del pleno para evitar la votación, María Luisa Balaguer se muestra muy contundente: “nosotros no somos hooligans, no podemos adoptar medidas de fuerza, somos magistrados del Constitucional. Podemos expresar nuestra opinión en el voto particular pero cómo vamos a abandonar un órgano en el que estamos para abordar decisiones del Estado, yo no concibo que yo pueda abandonar, yo puedo hacer un voto particular, pero abandonar no me cabe en la cabeza”.
Sentar precedente
Sobre si esta decisión del TC sienta precedente, Balaguer Callejón cree que “un precedente se cambia con otro”. “Yo creo que verdaderamente eso no se ha debido de hacer, que eso deteriora la imagen del tribunal. Pero también pienso que más allá de eso, el Tribunal Constitucional tiene una salvación a través del voto particular. Verdaderamente no dramatizaría en el sentido de la trascendencia que pueda llegar a tener esto desde el punto de vista de establecer un precedente, pues esto tiene que ser un hecho aislado. En mi opinión no es posible, y así lo dije ayer y lo diré en el voto particular, que desde el Tribunal Constitucional se condicione la soberanía nacional.”, apostilla.
¿Decidido de antemano?
Sobre si tuvo la sensación de antemano de que el recurso interpuesto por el PP iba a salir adelante, la jurista almeriense reconoce que “yo hubiera agradecido que hubiera habido un intento de negociación, que además es lo que normalmente se suele hacer, pero no sé por qué razón no lo hubo. En realidad yo no tuve más sensación que estábamos un poco atrapados porque estábamos ante una situación nueva, pero luego esto se va decantando y supongo que cada persona tendría su intención. Yo desde luego tenía clarísimamente la intención de inadmisión de la cautelarísima”.
Recurso a Europa
En cuanto a la posibilidad de que haya un recurso al Tribunal europeo contra la decisión del TC, Balaguer se declara “europeísta” pero admite que “no tengo mucha esperanza de que nuestros problemas internos los pueda resolver nadie que no seamos nosotros. Yo más bien en lo que estoy es en que esto sirva de experiencia a los propios miembros del Tribunal Constitucional para reflexionar en que nuestra función no es política, porque si fuera política, existiría, no sé, un Conseil constitucional tipo francés, que tiene otra naturaleza jurídica. El nuestro está claramente copiado de Alemania e Italia, más desarrollado y más moderno, y lo único que tenemos que hacer es defender la Constitución, y todo lo demás no estará bien hecho”.
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