Desmonta la versión de Los Minos: “No hizo nada, le pegaron otro tiro al hombre”

La segunda jornada del juicio con jurado popular por el Crimen de Ossetia del Norte (Gádor) ofreció dos testimonios reveladores sobre la secuencia de los hechos. El relato de un testigo ocular del tiroteo incrimina a los acusados y desmonta los principales argumentos de la versión ofrecida por Los Minos. Y la declaración de un vecino del barrio confirma que dos acusados compraron dos escopetas en una armería de Alhama dos días antes del suceso.

Por partes. Los cuatro acusados (un padre y sus tres hijos varones) prestaron declaración este martes en la Audiencia Provincial de Almería en una sesión especialmente tensa. Los Minos aseguran que actuaron en legítima defensa.

Antonio (padre) afirmó que bajó a la calle para pedir explicaciones a Juan José C. F. (el fallecido) de “por qué renegaba tanto de ellos”. El acusado se acercó armado porque observó que su vecino portaba una escopeta.
Según está versión, ambos se encañonaron en una discusión verbal a unos pocos metros (de acera a acera de la calle) y Juan José C. F. disparó. Iván (hijo) trató de defender a su padre y disparó “sin intención de matar”. Luego corrieron para protegerse porque Salvador C. F. (hermano del fallecido y herido de bala en el glúteo) les perseguía disparando.

Ahí se habrían unido los dos hijos acusados restantes. Ambos dijeron este miércoles que interrumpieron los cuidados de  los cultivos de marihuana que tenían en sus viviendas y salieron a ayudar a sus familiares. “Salí de la casa porque pensé que a mi padre lo iban a matar”.

Testigos

Esta es la versión de los acusados. La defensa. La narración de una huida para salvar la vida una tarde en la que celebraban un cumpleaños con mujeres y niños en el barrio de Gádor. Pero hay otra versión.

Hasta ayer se pensaba que solo un hijo del fallecido Juan José C. F., un chico con discapacidad, había presenciado los hechos, sin embargo, el primer testigo citado este miércoles dio un vuelco: “Lo vi todo”. Se trata de un joven que entonces salía con la hija y hermana de los acusados y que huyó del lugar con Los Minos aquella tarde.

El testigo afirmó que Juan José C. F. “no hizo nada”, que no portaba armas y que fue tiroteado a “un metro o un metro y medio por Iván”. “No le vi hacer nada y de momento le pegaron otro tiro al hombre”, aseveró. El chico aseguró que observó como lo encañonaban por segunda vez y apartó la mirada para no verlo. “Escuché el disparo”.

El testigo tumbó el relato de que Salvador C. F. persiguiera entre tiros a Los Minos por la calle Ossetia del Norte. “Iban andando”, afirmó. El fiscal le preguntó si iban “tranquilamente”. “Tranquilamente no, rapidillo, andando”, respondió.

En la huida en dos vehículos los acusados se cruzaron con un segundo hermano del fallecido Juan José C. F. cerca de la planta de Briseis. Iván (hijo) dijo ayer que le disparó porque temía que colisionara frontalmente. “Venía en línea recta, sentí que iba a colisionar, saqué la pistola y disparé al aire”, alegó el acusado.

El testigo, que iba en ese coche, aseguró que el coche de esa tercera víctima no realizó ningún movimiento extraño y que Iván sacó el arma y disparó contra el automóvil.

Por otra parte, un segundo testigo mantuvo el relato ofrecido ante la Guardia Civil y declaró ayer que dos días antes del suceso acompañó a dos acusados a comprar dos escopetas en una armería de Alhama. “Yo le debía dinero a Antonio hijo por comprarle cocaína”.

Según el segundo testigo, que tenía licencia, le pidieron que comprara dos escopetas a cambio de perdonarle la deuda. Este extremo ha sido negado tajantemente por los acusados. El juicio se retoma este jueves. La Fiscalía y la acusación piden entre 42 y 21 años de cárcel por asesinato y dos tentativas.