“El SAS me dejó en pañales hace tres años tras operarme de un cáncer”

Luis González Moreno, un agricultor roquetero de 58 años, se ve obligado a usar pañales de forma permanente desde hace más de tres años debido a la incontinencia urinaria grave que padece como consecuencia de una intervención quirúrgica de un cáncer de próstata, que fue practicada en junio de 2019 en el Hospital de Poniente de El Ejido.

“Ahora pierdo alrededor de 2,5 litros de orina y uso unos ocho pañales al día. Al principio me daba vergüenza comprar los pañales en la farmacia, pero ya convivo con esto, porque son más de tres años con ellos, justo desde que me operaron”, dice Luis, quien lamenta que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) le haya dejado así, literalmente “en pañales”, y en este caso no es una manera de hablar, desde hace tanto tiempo, a pesar de que existe una solución quirúrgica que aguarda como agua de mayo, pero que aún ve lejos por las respuestas que está recibiendo desde la Administración sanitaria andaluza. 

Desde el 5 de octubre de 2021, este paciente está en lista de espera quirúrgica, ahora en el Hospital Universitario Torrecárdenas, para la implantación de un esfínter urinario artificial, después de un extraño periplo sanitario, y de que el Hospital de Poniente, que no practica esta operación, le intentara derivar en primera instancia al Hospital Carlos Haya de Málaga. Sin embargo, el hospital malagueño no aceptó esta derivación, al entender que no era el centro de referencia en esta dolencia, respondiendo al ejidense que debía ser derivado a Torrecárdenas, en la capital. 

Estos trámites burocráticos e "incomprensibles" para Luis han prolongado su dolor y su espera hasta límites que considera intolerables, teniendo en cuenta que sufre una incontinencia grave que le provoca “dolores insoportables” que le obligan a acudir a urgencias de forma periódica.

En lista de espera

Ahora, el obstáculo con el que se enfrenta es la lista de espera en Torrecárdenas. “Los médicos me han dicho que ahora mismo no pueden operarme porque están dando prioridad a la intervención quirúrgica de tumores, y me aconsejan irme a otro hospital… pero ¿cómo empiezo otra vez los trámites burocráticos para ir a otro sitio, y esperar de nuevo varios meses para entrar en lista de espera?”, se pregunta. 

Fuentes del Hospital Universitario Torrecárdenas reconocen que, efectivamente, se da prioridad a las intervenciones de tumores puesto que con ellas se pueden salvar vidas, y especifican que la operación que este paciente necesita “no está sujeta al decreto que establece la garantía de plazo de respuesta quirúrgica en el Sistema Sanitario Público de Andalucía”. 

Pero cuando oye hablar de plazo de respuesta quirúrgica, Luis no puede evitar una sonrisa irónica con la que a la vez expresa su indignación. Y es que, como dice, aunque ‘solo’ permanezca en lista de espera en Torrecárdenas desde hace 15 meses, en realidad él está sufriendo esta particular odisea desde hace más de tres años.

“He llegado a pensar en operarme en un centro privado, que me costaría unos 15.000 euros, pero también me digo que llevo desde los 18 años trabajando en el campo, cotizando a la Seguridad Social, y considero que es mi derecho ser intervenido por el sistema público”, dice, al tiempo que expresa sus sospechas de que esta tardanza puede estar motivada precisamente por el elevado coste de la operación que necesita.

Luis se lamenta además de que no es la primera vez que es víctima de las listas de espera. “Me detectaron el cáncer en 2017 y estuve casi dos años esperando para ser operado. De hecho, tuve que ir a un mitin de una parlamentaria andaluza para pedirle personalmente que me ayudara. A los 20 días me llamaron para operarme”,  recuerda.

“Solo me pagan cuatro pañales”

Aunque no es el motivo de su queja, Luis González se muestra también indignado por que el sistema sanitario público solo le aporte cuatro pañales al día, cuando él utiliza ocho. “No es por el dinero, porque una caja de 80 pañales me cuestan 30 euros, pero creo que no hay derecho…”, protesta.

Por otro lado, el paciente no tiene ningún motivo de queja hacia los médicos que le han atendido , sino todo lo contrario: “Estoy muy agradecido, especialmente al médico que me intervino, por su buen hacer y por su amabilidad”, destaca.