El 47 por ciento del agua que salió por el grifo de los almerienses a lo largo del pasado año 2022 procedía de la desaladora de Almería. Así lo confirma la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, quien explica que “hubo un momento, hacia final del año, en el que la zona de la ciudad que tiene conexión con la desaladora, solamente recibió agua desalada sin mezclarse con la que llega de los Pozos de Bernal”.
De esta forma, la capital almeriense ha pasado de utilizar el 30% de agua desalada en el año 2019 y 2020, al 33% en 2021 y crecer hasta este 47% de 2022.
Y es que desde el Ayuntamiento de Almería tienen claro que ante la llegada en la próxima primavera, posiblemente en mayo, del agua desalada a toda la ciudad con la finalización de las obras de la tubería que unirán los depósitos de La Pipa con los de San Cristóbal, había que ir haciendo pruebas para ir incrementando el volumen de producción con el que cuenta.
Según explica Cobos, este crecimiento se produce primero al comenzar a consumirse por parte de los vecinos el sobrante del tercer bastidor que se pone en marcha para dar servicio a los agricultores mediante un convenio que firmaron entre Ayuntamiento y regantes.
Además, a partir del mes de noviembre comenzaron a realizarse aumentos de la producción de agua desalada. Primero se puso en marcha un cuarto bastidor y finalmente, ya en el mes de diciembre se puso el quinto bastidor en marcha en varias ocasiones llegando a “poner la desaladora al 71% de su capacidad”.
Control
Explica la concejal de Sostenibilidad Ambiental que este incremento de la producción ha estado siempre controlado “a través del monitoreo que ha realizado la Universidad de Almería”.
Asegura Cobos que en el informe realizado se muestra que este aumento del número de bastidores en marcha “no ha supuesto un incremento del porcentaje de agua salada en los pozos” y que “en estos momentos el aumentar el volumen de agua está suponiendo que el agua de mar haga de barrera para la salida de agua dulce al mar”.
Con respecto a lo que está por llegar, ese incremento de bastidores para llegar a toda la ciudad, la concejal asegura que la instalación demuestra que puede asumirlo sin problema. Más allá de esto, de cara a dar servicio también a los municipios del Bajo Andarax, afirma que “la Junta de Andalucía tiene casi listo el pliego de condiciones para sacar la licitación de la obra de ampliación”.
Este crecimiento supone, tal y como ya anunciaba la propia administración autonómica hace más de un mes, que se deje de sacar agua marina a través de pozos para apostar por la toma abierta al mar.
Dice la edil que “para sacar un volumen tan importante de agua, y tal y como recogen los informes técnicos que se han realizado, es necesario que se haga por toma abierta”. Asegura que “habría que hacer demasiados pozos verticales para conseguir el agua necesaria, los pozos horizontales tampoco dan la respuesta que sería la oportuna, y para que se pueda conseguir este importante volumen de agua, es necesario que sea una toma directa abierta al mar”.
Habrá que esperar a la licitación de la Junta para saber los pormenores.
No renunciar a Bernal
A pesar de este incremento de producción de agua desalada, y de los planes de llevarla a toda la ciudad en apenas unos meses, la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, deja claro que no se va a renunciar en ningún caso al agua que llega procedente de los Pozos de Bernal.
Recuerda la importancia de reducir cantidades para que el acuífero se mantenga, pero eso sí, asegura que no se pueden parar totalmente.
Ante los futuros crecimientos poblacionales que puede tener la ciudad, lo cierto es que la concejal de Sostenibilidad tiene claro que “no se puede renunciar a ninguna vía para garantizar el abastecimiento de la población”.
Sea como sea, de esta forma, con desaladora y pozos se cumple con los planes previstos por las administraciones en esta materia.
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