Marí Angeles Cayuela, presidenta de las armadoras almerienses y andaluzas, recibirá el próximo 28 de febrero, la Medalla de Oro de Andalucía, la única que se concede este año a la provincia y la última, desde la primera que se le dio al periodista José Antonio Martínez Soler en 1986.
Cayuela, presidenta de Asopesca, está vinculada al sector pesquero desde su niñez y ha contribuido a dar visibilidad femenina a un sector muy masculinizado desde siempre. Está a punto de cumplir 50 años y es abogada, aunque su verdadera pasión y misión es ser la armadora del Nuevo Anamar.
Es muy habitual verla a diario en la lonja pesquera organizando la llegada del pescado y el marisco de su embarcación, con sus botas de agua y su vestimenta marinera.
Ha sido una reivindicadora, junto al gerente de Asopesca, José María Gallart, de la protección de la flota de arrastre en horas bajas por la nueva normativa europea que pretende rebajar sustancialmente las horas de faena hasta unos límites por debajo del umbral de rentabilidad.
Fue también una de las impulsoras de la iniciativa de Del Barco a la Mesa y de la Asociación de Mujeres Galatea junto a otras féminas como Mari Carmen Ballart y Ana María Belmonte, que se unieron a patronas, rederas y mariscadoras de todos los puertos de España para crear la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca. Ella misma, la receptora de la medalla, fue elegida en 2018 presidenta de la Asociación de Mujeres del Sector Pesquero andaluz.
Aunque trabaja desde tierra, Cayuela se han embarcado muchas veces y ha ido enrolada como un hombre a la gamba, trabajando con las puertas, la maquinilla y con el copo.
Forma parte de la tercera promoción de la facultad de Derecho de Almería y es la única persona de su familia que ha ido a la Universidad.
Estudió en el Colegio Marqués de Valterra y en el Instituto Nicolás Salmerón y guarda recuerdos de su profesora de Historia, doña Vicenta, y en la UAL, de Jesús Gázquez. Ha tenido despacho de abogados en la Avenida Santa Isabel, especializado en penal. Pero la labor en la que se siente también muy útil es cuando por la tarde baja al muelle a esperar su barco que patronea su hermano y se calza las botas y se pone a revisar la venta, los suministros, los hielos y el gasóil.
“No os podéis imaginar cómo estamos las niñas de la pesca, cómo está el grupo de Whatsapp, donde ha habido muchas lágrimas, porque nos ha costado mucho llegar hasta aquí, y seguimos, y vamos a seguir”, ha asegurado Cayuela a Europa Press.
Cayuela, quien ha remarcado que “no hay nadie más contento, ni más agradecido”, ha indicado que la Medalla de Andalucía llega con el sector pesquero andaluz “pasando un momento malo” y ha reivindicado la “rentabilidad” de una actividad “tradicional, familiar y respetuoso con el medio ambiente” frente a las protestas de los colectivos conservacionistas o los criterios de “despacho” de Bruselas.
“Cada vez que se para un barco, se para una familia”, ha señalado para remarcar que la mayor parte de las socias de la Asociación Andaluza de Mujeres del Sector Pesquero son familias.
El espíritu de todo un barrio
En el metal dorado que recibirá Mari Angeles el próximo Dia de Andalucía en el Teatro La Maestranza de Sevilla estará contenido todo el esfuerzo ancestral de la clase pescadora almeriense: de los esforzados jabegotes y marengos de ese barrio milenario de La Chanca y Pescadería, pero sobre estará pagado, en parte, todas las lágrimas de las mujeres y madres de pescadores ante un barco hundido, todo el sudor bajando al muelle en alpargatas con un canasto de mimbre para revender el boquerón o la sardina; ese día en la capital de Andalucía estará Mari Ángeles, claro, pero estará también su madre Antonia y estará sobre todo María la Coneja, esa primera mujer armadora que abrió brecha en el barrio.
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