Otra vez: vuelven las basuras a los restos de Almanzor

Otra vez, y van tantas que no hay forma de llevar la cuenta. El yacimiento arqueológico descubierto hace unos años a los pies de la Alcazaba de Almería en la zona que un día fueron viviendas levantadas en la calle Almanzor, se encuentra lleno de basuras, con las vallas tiradas por los suelos y hay un punto en el que incluso esta ha desaparecido.

Si bien es cierto que no puede eximirse de responsabilidad a la administración competente en el mantenimiento de este espacio, en este caso el Ayuntamiento de Almería, también es verdad que los principales culpables de la suciedad imperante son aquellos que deciden convertir los restos en vertedero para sus latas de cerveza, refrescos o botellas.

La última vez que se intervino en este espacio fue entre el 3 y 4 de enero para dejar todo impoluto para que aquellos que acudieran a la Cabalgata de Reyes no se encontraran todo sucio. En apenas dos meses la situación ha vuelto el mismo punto de salida, e incluso peor.

Es curioso comprobar las sensaciones que despierta este espacio entre aquellos que simplemente pasean por la ciudad. Coincidir al mismo tiempo con una visita del Imserso y una excursión escolar a la vez recorriendo la calle deja sensaciones contrapuestas. Los más pequeños pasan junto a unos restos de la muralla califal y la puerta de la carnicería sin prestarles más atención, incluso sin notar la suciedad existente, lo que denota una mala señal de la costumbre con la situación.

Sin embargo, los mayores que visitan Almería y van camino de la Alcazaba se paran y preguntan por los restos -porque no hay ningún cartel que señale lo que son-. Alucinan por las vallas rotas y la suciedad cuchicheando entre ellos, y sobre todo, se muestran absolutamente sorprendidos por la presencia en la mitad de este espacio de una hormigonera y un baño portátil.

Para las obras
Y es que la zona central de este yacimiento, la que ciertamente cuenta con menos valor arqueológico porque fue prácticamente arrasado durante los años 70, se ha montado el centro de operaciones de las obras que se están realizando en la Plaza Cepero. Es cuanto menos curioso ver a los trabajadores entrando y saliendo, la mezcla dando vueltas en el tambor de la hormigonera, y todo rodeado de viviendas del siglo XI.

Mientras todo esto ocurre, se está a la espera de que se culminen las expropiaciones de viviendas de la manzana de la calle Hércules, siendo vital el del gran edificio rosado del que aún falta por conseguir las llaves de una vivienda, cuya demolición permitirá continuar con los trabajos arqueológicos y ver si bajo su estructura también quedan restos de la ciudad medieval.

Ahora toca volver a pedir a los que convierten este espacio en papelera que recuerden que lo que allí se encuentra es la historia de la ciudad, y al Ayuntamiento de Almería que vuelva a pasar por allí a limpiar la suciedad, que revise el hecho de utilizar el espacio para el trabajo de los albañiles de la obra cercana, y que vuelva a colocar los tramos de valla caídos o que directamente han desaparecido. 

Todo queda pendiente de ver las soluciones que se toman.