Adiós al sacerdote Carlos Fernández, hermano del primer presidente de Diputación

"Fue un sacerdote fiel e infatigable". Con estas palabras despide el Obispado, a través de su web, a Carlos Fernández Revuelta, fallecido en la noche de este 1 de marzo "tras un periodo de enfermedad" y a los 91 años de edad.

Hijo de José Fernández Martínez y Amalia Revuelta Caja, el sacerdote almeriense era el segundo de cinco hermanos. El primogénito, José, fue el primer presidente de la Diputación Provincial de Almería en democracia (y falleció el pasado mes de agosto). 

Fernández Revuelta pasó sus últimos años de vida en la Casa Sacerdotal San Juan de Ávila, siendo unos años confesor del as Puras y capellán del monasterio. Él mismo, en una entrevista concedida a LA VOZ con motivo de su 60 aniversario como sacerdote, contaba que acabaría sus días en el mismo lugar que los empezó: tenía tan sólo diez años cuando ingresó en el seminario menor, cuyo edificio se encontraba en el solar donde ahora se levanta la Casa Sacerdotal.

Gran aficionado de la fotografía, Carlos Fernández Revuelta fue uno de los responsables de la creación de la parroquia de Santa María de los Ángeles en los años 70, siendo párroco de la misma entre 1990 y 1994. Antes fue párroco de Santa María de Belén, en La Chanca, y tras Los Ángeles Fernández Revuelta trabajó en la parroquia de San Juan, sucediendo a los Marianistas y viviendo allí años intensos, con la caída del techo de la ermita de San Antón y su posterior rehabilitación. 

En su extensa carrera en la Iglesia de Almería, Fernández Revuelta fue también secretario particular de los obispos diocesanos Ángel Suquía Goicoechea y Manuel Casares Hervás, ayudando también en esta tarea a José Méndez Asensio y a Rosendo Álvarez Gastón a su llegada a la diócesis.

"Su cariño y cercanía a los fieles fue grande, sobre todo a los más sencillos. Para todos tenía una palabra de acogida, una sonrisa, un párroco entregado a sus feligreses", narran desde el obispado en el obituario de Fernández Revuelta. 

En sus Bodas de Oro sacerdotales el 12 de junio de 2004 dijo en su acción de gracias a Dios: “he intentado vivir una vida de entrega aunque me haya quedado a muchos años luz. El trato con los pobres y la gente sencilla ha llenado mi vida sacerdotal, aunque ellos me hayan hecho mucho más bien que yo les he podido hacer […] Nunca he intentado ser un buen funcionario que atienda a las personas encomendadas. No se si habré sido un buen ministro de la Eucaristía y del amor de Dios. Él me juzgará y confío en que lo haga con su misericordia más infinita”. Que Dios lo reciba en su reino de vida tras noventa y un años de vida cristiana y sesenta y ocho años de ministerio sacerdotal.

La misa exequial será este mismo jueves 2 de marzo a las 17,00h en la S.A.I Catedral. El velatorio está siendo en la casa sacerdotal, donde últimamente residía.