El ‘nuevo feminismo’ golea en las manifestaciones del 8M

En la enorme centrifugadora de la crispación política, dos corrientes del movimiento feminista medían sus fuerzas este 8 de marzo en las calles de Almería (solo Almería y Sevilla tenían manifestaciones con itinerarios distintos en Andalucía).

La primera coloca la desigualdad económica en el centro de la diana: la brecha salarial y el techo de cristal como síntomas de un sistema patriarcal. Es la tendencia más tradicional de la lucha feminista, respaldada este miércoles en el Paseo de Almería por la Plataforma Acción Feminista y por miembros del PSOE, de Izquierda Unida y de los sindicatos, entre otras entidades.

La segunda introduce nuevos elementos como la identidad de género, materializada en la llamada Ley Trans, y cuenta con el impulso decisivo de Podemos y mayoritario de los colectivos LGTBIQ. En Almería está representada (dentro de la diversidad del movimiento) por la Coordinadora de Colectivos Feministas.

Si la calle debía calibrar el torrente de ambas corrientes, este ‘nuevo feminismo’ venció por goleada la noche del miércoles en Almería. La manifestación afín a Podemos triplicó la afluencia de su ‘competidora’. Según datos de la Subdelegación del Gobierno, basados en la valoración realizada por la Policía Nacional, la manifestación de la Coordinadora de Colectivos Feministas congregó a unas 3.500 personas en su itinerario entre el Anfiteatro de la Rambla Federico García Lorca y Puerta Purchena. Los participantes llenaron prácticamente de una punta a otra Obispo Orberá. Acabó alrededor de la estatua de Nicolás Salmerón sobre las 21.30 horas.

Por su parte, la manifestación de la Plataforma Acción Feminista rondó el millar de asistentes, salió a las 20 horas desde Puerta Purchena y acabó a los pies de una noria apagada en la Plaza de las Velas, donde se realizó la lectura del manifiesto.

La puesta en escena de las reivindicaciones del 8M con actos separados no es nueva, pero sufre en 2023 las consecuencias del debate sobre la Ley Trans, la Ley del sólo sí es sí, las rebajas de condenas a delincuentes sexuales y otros asuntos como la interpretación de la prostitución y la gestación subrogada.

Este enfrentamiento teórico ha propiciado cierta desmovilización. Las dos marchas juntas no alcanzan las cifras obtenidas en el año 2018, punto de inflexión en la lucha feminista, cuando unas 10.000 personas caminaron por las calles de Almería para reclamar la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres.

Aquella fue una de las mayores protestas ciudadanas que se recuerdan en Almería en los últimos 15 años, solo superadas en número por las manifestaciones de los momentos más críticos de la crisis económica (acompañados de huelgas).

Pancartas

Esta tensión entre dos maneras de entender el feminismo estuvo presente en las pancartas. La cabecera de la Plataforma Acción Feminista de Almería proclamaba “¡No a los vientres de alquiler! ¡Abolición de la prostitución!”. Ambos mensajes, afines a las posiciones socialistas, apelaban directamente al otro lado.

Mientras, en la manifestación afín a los postulados de las ministras Irene Montero e Ione Belarra los mensajes defendían la denominada ‘Ley del solo sí es sí’ y se adornaban por banderas del colectivo LGTBIQ. “Feminismo interseccional o barbarie” y “Almería feminista y revolucionaria” eran algunas de las pancartas que se vieron en Obispo Orberá.

Ambas marchas se desarrollaron dentro de un ambiente festivo, sin ningún tipo de incidente y siempre bajo la supervisión de agentes de la Policía Nacional y la Policía Local.

Durante la jornada se desarrollaron otros actos en instituciones públicas y privadas de toda la provincia de Almería para reivindicar igualdad entre hombres y mujeres.