Le piden perdón por no operarle y le indican que puede irse a otro hospital

José Antonio M.G., un electricista jubilado de 76 años, ha vuelto a levantarse en un día cualquiera en Gérgal, en su pueblo, sin haber podido conciliar el sueño, y de haber dormido “apenas una hora, como cada noche”, debido a un fuerte dolor en la cadera que se le extiende por la ingle y la pierna hasta llegar a los dedos de los pies. Así aguanta desde hace más de un año, periodo en que, según lamenta, está en lista de espera para ser intervenido quirúrgicamente de la cadera en el Hospital Torrecárdenas de la capital. 

De ahí a que en enero de este año se decidiese a enviar una queja al centro. Sin embargo, la respuesta no solo no le ha tranquilizado, sino que le ha indignado aún más. “Vienen a decirme que sí, que estoy en lista de espera, algo que ya sé yo, desgraciadamente, que lo lamentan mucho porque tienen mucha demora... ¡y que puedo cambiar de hospital si quiero! ¿Qué pasa, es que quieren que me vaya a la privada?”, se pregunta.  

José Antonio, sin embargo, no está dispuesto de ninguna manera a recurrir a la privada, por mucho que cada día que pasa es una jornada más de sufrimiento para él. “No he pensado en pagar por mi operación porque creo que sería una injusticia. He estado pagando durante 40 años a la seguridad social y creo que es mi derecho ser operado por el sistema público de salud”, dice.

José Antonio no para de repetir la palabra “injusticia” mientras habla con este periódico. Porque piensa que lo justo sería que cuando está a punto de cumplir los 77 años, debería ser considerado urgente hacer posible que mejorara sensiblemente su calidad de vida. “Me dicen que con la operación puede quedarme una cojera, pero yo me doy por contento con que se me quite este dolor, de forma que pueda descansar todos los días, porque ahora no vivo ni de día ni de noche”, se queja.

Y cuando habla de la necesidad de agilizar de forma urgente este tipo de operaciones, lo hace no solo por sí mismo, sino porque sabe que otras muchas personas se encuentran en su misma situación. “Aquí mismo, en Gérgal, hay otros casos parecidos. Una prima mía, sin ir más lejos, acaba de ser operada de la rodilla después de tres años de espera”, afirma.

Preoperatorio

Este paciente tampoco se explica por qué se le realizaron unas pruebas, según él del preoperatorio, en enero de 2022 y que a estas fechas aún no está operado. “Entonces, los médicos me dijeron que me hacían esas pruebas para operarme cuanto antes”, añade. 

Sin embargo, José Antonio ha seguido esperando hasta dirigir una queja al hospital. En la respuesta recibida, firmada por el gerente, Manuel Vida, además de comunicarle que “efectivamente está incluido en lista de espera quirúrgica para ser intervenido de cadera”, se le dice que el centro tiene actualmente “más demora de la deseada”, aunque estaba haciendo “un gran esfuerzo para acortar los plazos… y “solucionar pronto” su problema de salud. Pero su indignación llega sobre todo por el hecho de que desde Torrecárdenas se le ‘recuerde’ que “puede ejercer su derecho de libre elección de hospital, a través de Salud Responde en el teléfono 955 545060".

Tras esta respuesta, José Antonio se ha puesto en contacto con el parlamentario socialista José Luis Sánchez Teruel, quien en la manifestación del pasado sábado para reclamar una mejor sanidad pública se refirió a él, entre otros casos que “dan la voz de alarma por lo que está pasando y que ponen de manifiesto la preocupación de la sociedad”. Teruel habló de esa carta de respuesta de Torrecárdenas en la que dicen al paciente “que lo sienten mucho, que siga esperando o que pida que le operan en la privada”. 

 “A pesar de que tiene más recursos y presupuestos que nunca, la sanidad pública no lo nota, lo que significa que están gestionando mal, y lo que están haciendo es enseñando la puerta de privada a la gente”, denunció Sánchez Teruel.

Acreditación de garantía de respuesta

En la respuesta a su queja, el gerente de Torrecárdenas también informa al paciente de que “puede solicitar certificado de acreditación de la garantía de respuesta quirúrgica”. Finalmente, dice lamentar “sinceramente y una vez más la demora y las posibles molestias que se le puedan ocasionar” con el retraso.