¿Y si la berenjena es el arma en la lucha contra el cáncer de colon?

El cáncer, la gran ‘plaga’ del Siglo XX, se mantiene en la actualidad como una de las principales causas de muerte entre la población. En los últimos años se ha hablado con frecuencia de posibles remedios contra esta enfermedad, aunque por el momento ninguno de ellos se ha concretado a nivel clínico.

En Almería nacía hace unos años la Fundación Cellbitec, empresa del grupo biotecnológico Beyond Seeds, entre sus objetivos declarados, tiene el de avanzar en la búsqueda de fármacos de origen natural, la llamada nutracéutica, para encontrar soluciones eficaces para el cáncer.

Una de las líneas que más satisfacción está generando entre los investigadores de la Fundación se basa en un producto tan popular como la berenjena, una hortalizas de la que Almería es la primera productora europea.

La cuestión es que tras cinco años de trabajo en los laboratorios del centro se ha podido determinar el elevado poder antitumoral de este fruto, aunque no estrictamente de su carne, sino de sus semillas. Sin embargo esas investigaciones no han sido tan sencillas, ya que para alcanzar el éxito ha sido necesario recurrir a la berenjena silvestre, origen de la que actualmente se cultiva, mucho más rica en semillas y por tanto en compuestos anticancerígenos.

Variedades

Lo explica Francisco Bermúdez, presidente de Cellbitec, que señala que los cambios varietales han impulsado una berenjena con menos semillas, aunque con una productividad más elevada y con sabores más suaves.

La original, por su parte, tiene un sabor más intenso y una carga sensiblemente mayor de semillas y es de éstas de dónde se ha conseguido aislar y obtener de ellas el extracto que, convenientemente combinado y utilizando técnicas de nanotecnología, está dando excelentes registros en los ensayos realizados.

Para avanzar en ese camino la Fundación almeriense y el Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Granada, del Departamento de Oncología, cerraron un acuerdo para la realización de los ensayos ‘preclínicos’ es decir los relacionados con los del laboratorio y los que se hacen sobre animales.

Poder curativo

Son los resultados de esos ensayos los que permiten albergar esperanzas de que esos compuestos a base de semillas de berenjenas puedan convertirse en un plazo razonablemente corto de tiempo en remedio contra el cáncer y, más concretamente, contra el de colon, uno de los más frecuentes.

Tras inducir el cáncer en ratones sanos (el inducido es más agresivo), se procedió a inyectar durante ocho semanas el estracto de semillas de berenjena. Se pudo comprobar entonces que se frenaba, en un primer momento, el desarrollo tumoral. Al seguir el tratamiento se logro la curación completa en el 80 por ciento de los individuos.

Los efectos Se comprobó que los ratones tratados adelgazaban, aunque más por el estrés que por la inoculación del estracto, pero posteriormente su recuperación se desarrollaba con total normalidad, según explica la investigadora de Cellbitec Ana Guzmán, “lo que demuestra que no hay efectos secundarios como con la quimioterapia”.

Las radiografías de los tejidos infestados indican que en unas semanas los nódulos cancerosos prácticamente desaparecen en la gran mayoría de los individuos tratados.

Los resultados obtenidos han llevado la esperanza a los investigadores, que abordan ahora la fase clínica con pacientes humanos, y abren el abanico a otros tipos de cáncer como los de páncreas o hígado. Ese proceso es lento puesto que las agencias farmacológicas son muy exigentes antes de aprobar medicamentos.