“El mundo que conocemos solo representa el cinco por ciento del universo”

Patricia (Sta.María del Águila, 35) echaba terriblemente de menos el mar durante los cuatro años que desarrolló su investigación en Suiza. Siempre que puede se escapa desde Granada, a donde regresó hace un año desde allí, hasta El Ejido y corre a respirar ese olor a yodo que tanto extrañaba. Los experimentos en secundaria y bachillerato, en genial combinación con algunos buenos profesores  despertaron su vocación por la Física, y hoy es una de las más brillantes investigadoras en Ciencias del Espacio.

Usted se dedica a estudiar rayos cósmicos de ultra alta energía. ¿Traducido?

Nos dedicamos a investigar básicamente partículas que vienen desde el espacio. Tenemos detectores y la idea es captar estas partículas que, digamos, “nos caen” a la Tierra. Estudiándolas somos capaces de inferir propiedades de lo que pasa en el universo, de dónde están los agujeros negros, a qué distancia, cómo se propagan, campos magnéticos en el espacio…

¿Cómo se captan?

Poniendo detectores muy grandes en la superficie de la Tierra. La manera a de detectarlas es en un desierto gigantesco, de hecho en la Pampa hay un montón de detectores tipo telescopios y también tipo tanques de agua.

¿Qué es lo más asombroso que ha investigado o hallado?

Fue sorprendente, durante la tesis, una de esas partículas de ultra alta energía: encontramos una de las más altas nunca medidas, miles de millones en la unidad que medimos la energía, solo hay unas 20 conocidas y me tocó una.

¿Qué revela eso?

Que nos llegan partículas con esa energía tan inmensa y no sabemos por qué ocurre, qué procesos ocurren en el universo que puedan generarlas. Me parece fascinante que a día de hoy, que parece que tengamos la tecnología a nuestra disposición y que con un golpe de teléfono vayamos a descubrir, todo nos lleguen cosas que nos caen del universo y no tenemos ni idea de dónde se han producido, qué las ha generado ni dónde cogen esa energía.

¿Conocemos mucho el universo?

Actualmente la teoría con la que trabajamos es que solo conocemos el 5% de lo que hay en el universo. El mundo que nosotros conocemos: la tierra, los planetas, las galaxias, solo representa el 5% de lo que hay fuera. Todavía tenemos el 95% por descubrir según las teorías que tenemos los físicos.

Mi hija de 7 años me ha preguntado hoy precisamente qué hay detrás del universo.

Nadie lo sabe. Nosotros lo vemos como una especie de caja vacía en la que no hay nada y se está expandiendo. Nuestra mente está pensada para efectos que son muy concretos, la capacidad de abstracción de que no hay nada, se expande hacia la nada es difícil de entender.

En realidad es casi pura filosofía.

Efectivamente, de hecho en la carrera de Física hay muchas asignaturas de filosofía e la ciencia o de la física. La carrera las cubre, son optativas pero están ahí. Luego hay teorías más complejas como la mecánica cuántica donde todo es duplicado, es verdad que roza la filosofía.

Ya puestos, ¿qué opina sobre el concepto de literalidad del tiempo que manejamos los humanos de a pie?

Según nuestro cerebro solo lo vemos lineal, que va hacia delante, pero luego tenemos las ecuaciones de la relatividad que nos dicen que se comporta de otra manera, que el tiempo se contrae, se dilata… lo puedo explicar con una ecuación matemática pero comprenderlo, ser capaces de decirle a nuestro cerebro que las cosas no se comportan como las vemos en nuestro día a día es un poco más difícil.

¿Le obsesiona algo últimamente?

Acabo de leer el libro de Arsuaga y Millás, La vida contada por un sapiens a un neandertal, y me ha hecho reflexionar mucho, siempre le estoy comentando cosas a mi pareja, me encantó. Ya me he comprado el segundo, el de la muerte.

Un libro tan terrenal para alguien que mira constantemente al espacio.

Muchas cosas de las que se explican en ese libro de cómo nos comportamos, hace reflexionar sobre que muchas de las cosas buenos pasan no son porque dos y dos son cuatro, no son ecuaciones como nosotros manejamos encuentro día a día.

¿Con qué sueña?

A nivel de laboratorio nos gustaría desarrollar nuestro sensor tan novedoso, para el que se nos ha concedido la beca Leonardo. A largo plazo me gustaría haber sido capaz de formar a dos o tres investigadores más jóvenes y ver que continúan el camino de física de partículas dedicada a la instrumentación, que la rama que acabo e traer a Granada puedan continuarla, aquí o donde sea.