Hacer campaña como un turronero

La última vez que estuve en Tabernas también era campaña electoral. Recuerdo pasear por el mercadillo mientras repartían octavillas. Han pasado unos cinco años desde entonces y el panorama político ha cambiado mucho desde entonces. 

Conduzco bajo unos nubarrones complicados (la visita la realicé el sábado por la tarde), y es que han avisado de que se avecina lluvia. A pesar de que sería auténtica agua de mayo, si arranca no sé qué voy a contar de esta visita, la enésima que realiza el presidente del PP en Almería, Javier Aureliano García, para apoyar a ‘sus’ candidatos populares por la provincia, lleva en su cuerpo 8.000 kilómetros  en 15 días y no de autovías. Ahora le toca dar un empujón al alcaldable en Tabernas, Sergio Domínguez, que debuta en esto de la política tras dar un salto sin red desde el mundo de la empresa.

Llego un poco antes que el presidente y todo está listo en una de las plazas para el mitin nocturno de los populares. Ante mí un par de personas empiezan a descargar el castillo hinchable previsto, pero todo apunta a que el día va a acompañar. La AEMET tuvo razón, por una vez.

Sonriente, y con menos cara de cansado de lo esperado, baja García del coche. Son las cinco de la tarde y en la terraza del bar de la plaza están jugando ‘la partida’ de dominó. Sergio Domínguez, que ya se conoce el terreno, presenta al presidente que se acerca vecino por vecino a saludar y se sienta a tomar un refresco de cola con la candidatura. Les da consejos para afrontar los últimos días -aunque me colé en ellos, permítanme que guarde la confidencia- .

Sus continuos viajes por la provincia me despiertan mucha curiosidad. “¿Cuántos viajes lleva?”, le pregunto. “Estoy haciendo una media de 600 kilómetros diarios” me dice mientras me apunta su equipo que desde que terminara el Festival Internacional de Cine, FICAL, no han parado. “Quería llegar a los 103 municipios, y en varios hemos ido más de una vez”, me explican mientras añaden: “con esto de los senderos ya no hay quien le siga, ¡lleva un ritmo!”. Hacen cuentas y me dicen que de media anda unos 12.000 pasos, 10 kilómetros diarios. Me conformaba yo con aguantar la mitad, todo sea dicho.

Tras terminar de trazar sus estrategias, se levantan todos de la mesa y claro, no es que en Tabernas un sábado por la tarde y chispeando haya mucho movimiento, pero entre el nervio de Sergio Domínguez y la hiperactividad de Javier Aureliano García, se las ingenian.

Reparto
Se ponen a parar coches. Sí, sí, paran coches en mitad del pueblo para darles el programa. Entran al supermercado, y lo que más me sorprende como periodista acostumbrada a la campaña capitalina, se ponen a tocar a las puertas. Eso sí que es un puerta a puerta de verdad.

“¿Esto es siempre así?”, le pregunto a María del Mar González, directora de la Presidencia del PP. “Va de casa en casa y no sabes lo bien que nos tratan. En una de las visitas nos prepararon en el patio de unas mujeres encantadoras un desayuno con bizcocho recién hecho y tarta de queso. Otra vez nos hicieron buñuelos, tortillas de patatas... nos cuidan”, me responde mientras me enseñan fotos de esas mesas que sirven de recompensa a los días que toca ir de una punta a la otra de la provincia para llegar a todos.

Acaba el reparto y vuelve al coche. Toca irse a Lubrín, y es que el ritmo no para. Cuando termine la campaña habrá pasado por Fiñana, Almería, Vera, Cuevas, Huércal de Almería, Tíjola, Alhama, Huécija, Instinción, Enix, Serón, Benahadux, Rioja, Sorbas, Uleila, Benitagla, Benizalón, Vélez Blanco y Topares, Garrucha, Turre, Viator, Armuña, Olula del Río, Zurgena, Dalías, Fondón, Adra, El Ejido, Castro de Filabres, Olula de Castro, Albanchez, Cantoria, Balanegra, Tabernas, Lubrín, Níjar, Urrácal, Laroya, Líjar, Roquetas, Enix, Vélez Rubio y Macael. Casi nada.