Vecinos ven “lentitud” en las obras entorno al Provincial

Los vecinos del Casco Histórico se muestran preocupados por el ritmo que llevan los trabajos en el entorno del Hospital Provincial, futuro Museo del Realismo.

Explican desde la Asociación Casco Histórico que hasta ellos llegan vecinos preguntando qué información tienen respecto a las obras que se iniciaron en el mes de diciembre del pasado año y que mantiene bloqueado al barrio, durante seis meses, argumentan desde el colectivo vecinal.

“Tenemos unas expectativas muy altas en lo que supondrá la apertura al público del Museo del Realismo Español, pero el día a día empieza a pesar entre quienes vivimos en el entorno y tenemos que sortear los obstáculos, con serios problemas de accesibilidad para personas y vehículos que tenemos, tienen, que dar muchas vueltas para bordear unas obras que van excesivamente lentas”, señala la presidenta de la asociación, Magdalena Cantero.

“Nos encontramos ante una zona especialmente sensible, por encuadrarse en un entorno muy visitable de la ciudad, y lejos de acometer la obra con prontitud, se ha convertido en lo más parecido a un laberinto en el que una vez que te adentras, desconoces si podrás salir o regresar al punto de partida”, asegura. 

Situación
Explican así que la zona está plagada de rampas, cortes con vallas o plataformas metálicas “han convertido a esta zona en un lugar laberíntico por el que tenemos que transitar los vecinos, en su gran mayoría personas mayores. Imposible hacerlo en silla de ruedas o con cochecitos de bebé, pero sobre todo, nos preocupan los enfermos que acuden al Centro de Alta Resolución Nicolás Salmerón que lleva más de cinco meses inaccesible”.

Respecto al tráfico rodado, la situación se hace igual o más compleja aun, pues “el tráfico de la Calle Hospital se deriva hasta rebasar la Catedral para sortear el espacio de una calle que aparentemente esta terminada y que interrumpe el tráfico con bloques para enlosar el suelo”, afirma.

El entorno del Hospital es y se convertirá más aún en un espacio neurálgico de la ciudad, por ello cree que “deben redoblarse los esfuerzos y los turnos con la empresa adjudicataria para molestar lo menos posible a quienes pagamos las obras”.