Caminos Naturales nos muestra 4 de sus rutas estratégicas

Según diversas fuentes del sector, el 82% de los españoles tiene previsto hacer turismo rural a lo largo de 2023. Aproximadamente el doble de los que lo hicieron el año pasado. La desconexión y el contacto con la naturaleza son los principales motivos a la hora de elegir esta forma de pasar las vacaciones.

Esta tendencia se puede observar en los datos del INE, que indican mayores porcentajes de ocupación entre los alojamientos de turismo rural, con especial tendencia al alza entre los turistas no residentes en España, con incrementos del 14,6% entre los residentes y el 27,7% entre los no residentes el marzo pasado, y del 4,1% y 19,8% en abril. Estos datos superan el 20% en la ocupación de los campings.

Este creciente interés por conocer todos los rincones de nuestro territorio viene acompañado por el impulso que realiza el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre las rutas del programa de Caminos Naturales.

Coincidiendo con el 30 aniversario desde su creación en 1993, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación quiere destacar cuatro rutas que recorren cuatro de los ríos más relevantes de la península ibérica.

A partir de ahora existe una nueva manera única y diferente de acompañar el curso de nuestros ríos. Podremos recorrer el Ebro, Duero, Tajo y Guadiana desde su nacimiento siguiendo las rutas del Programa de Caminos Naturales  que nos ayudarán a conocer el legado histórico, arquitectura, las costumbres y las áreas de influencia de nuestros ríos.

Siguiendo el orden de los ríos de norte a sur, tenemos acceso a las siguientes rutas:

Camino Natural del Ebro

Los más de 1.300 kilómetros que recorre el río desde su nacimiento en Fontibre hasta su delta en Tarragona nos permitirán conocer el río más caudaloso de España y el segundo en extensión, con un área de influencia de 85.000 Km². 

A lo largo de esta ruta podremos conocer los asentamientos de diferentes pueblos, como los celtas, íberos, o indoeuropeos, sin olvidar el legado romano, reconocible en estructuras como calzadas, molinos, norias o potabilizadoras, que han hecho de esta cuenca una de las más aprovechables de la península.

La conexión entre el nacimiento y la desembocadura está enriquecida por una variedad de ecosistemas donde se evoluciona entre la estepa, choperas, alamedas y los pinares, en un recorrido que transcurre desde Cantabria a Tarragona pasando por Burgos, Álava, La Rioja, Navarra y Zaragoza.

Camino Natural Senda del Duero

Si el Ebro pasa por territorios de D.O. Rioja, el Duero lo hace en el área de Ribera (del Duero). Con casi 900 kilómetros de largo y 572 de ellos en territorio español, es navegable en territorio portugués, al que entra desde el municipio salmantino de Vega Terrón. 

En el límite de las provincias de La Rioja, Burgos y Soria, se encuentra la cumbre más elevada del sistema Ibérico, los Picos de Urbión, lugar de nacimiento del río, que recorre de este a oeste la comunidad de Castilla y León antes de cruzar la frontera y desembocar en Oporto. 750 kilómetros de una ruta testigo de historia, fiestas y tradiciones castellanas.

Enclaves como Aranda de Duero, Peñafiel, Almazán o Simancas forman parte de un recorrido que visita también las capitales de Soria y Zamora. 

También se puede observar en este viaje una extensa muestra de legados esenciales en nuestra arquitectura como son las iglesias románicas que abundan en Castilla y los numerosos aportes que el imperio romano nos dejó de herencia tras los siete siglos de presencia en la península ibérica.

Camino Natural del Tajo

Desde su nacimiento en la sierra de Albarracín hasta la frontera portuguesa con Cedillo, el Camino Natural del Tajo se compone de más de 1.000 km junto al río más largo de la Península. 

Atraviesa de este a oeste las provincias de Teruel, Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres.

Su trayectoria lo ancho de la península fluye desde los paisajes de montaña propios de los montes universales hasta los terrenos de encinas, olivos y sabinas propios de la región extremeña, pasando por los campos de trigo y cebada de Castilla.

Asociado su nombre a Lisboa por ser la ciudad que presencia su desembocadura, destaca su protagonismo orográfico a su paso por Toledo, describiendo el contorno de la ciudad y su recinto amurallado. Fluye su presencia también en áreas protegidas entre las que destacan el Parque Natural del Alto Tajo entre Guadalajara y Cuenca, y el Parque Nacional de Monfragüe en Extremadura, ambos con la responsabilidad de cuidado y conservación de especies autóctonas.

Ciudades como Aranjuez, Talavera de la Reina o Alcántara además de la nombrada Toledo, son paradas obligadas en este viaje, en el que se pueden visitar además varios monasterios, castillos, puentes y otras construcciones civiles y más modernas como el embalse de Entepeñas.

Su cuenca tiene una superficie total de 80 600 km², siendo la de mayor población de la península ibérica, con más de diez millones de habitantes. 

Camino Natural del Guadiana

Los más de 1.000 kilómetros de recorrido permiten al viajero transitar por espacios protegidos de inestimable valor natural y riqueza paisajística, de fauna y de flora, como son la Laguna de Ruidera, Las Tablas de Daimiel y más de una decena de espacios incluidos en la red Natura 2000.

Enriquecido por alternancia de imperios y conquistadores como los romanos y los árabes, junto con la herencia de los pueblos originarios, el camino ofrece visitas como el castillo de Calatrava, Peñarroya o Medellín, el yacimiento ibérico-medieval de Alarcos o la imperdible ciudad de Mérida y su anfiteatro, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.

30 aniversario del Programa de Caminos Naturales

Los viajeros que quieran profundizar sobre estas nuevas rutas pueden acceder a la información en detalle a través de la página del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación https://caminosnaturales.es/