Antonio Hernando se presenta al 23-J como número 1 del PSOE por Almería. Comparte con Pedro Sánchez algo: es un superviviente. 15 años en el Congreso (2004-2019). Entre Zapatero y Sánchez, con Rajoy en medio. Dicen de él que es muy hábil. La hemeroteca asegura que es un buen orador.
Militante de la agrupación de Chamberí (Madrid, su ciudad), el tipo que en 2016 se comió el marrón de defender la abstención para que gobernara el PP solo semanas después del ‘No es no’ -en la memoria queda el apretón de manos a Mariano- vive desde hace años en Aguadulce -su pareja es la diputada socialista Anabel Mateos- y tiene una hija de 6 veranos.
Dice que en 2026 irá a Madrid en AVE y que washappea con Pedro Sánchez con frecuencia. Es amigo del otro Hernando, del PP. Y viste clásico. Tanto, que parece conservador.
Óscar López, Antonio Hernando y Pedro Sánchez. Los hombres de Blanco.
Nunca nos fuimos.
¿Ha soñado con aquella abstención a favor de Rajoy?
Le aseguro que he tenido pesadillas. Muchas.
Un madrileño en Aguadulce. ¿Hay algo que nos mueva más que el amor?
El amor mueve montañas.
Hernando Fraile (PP) y Hernando Vera (PSOE). Algo habrá que les una.
Aparte de una buena relación, llegó antes que yo a Almería, también a la portavocía y ahora voy a llegar yo antes que él a la meta del 23 de julio.
¿Le ha robado su amigo Pedro Sánchez un gran día de playa?
Hay 364 días para ir a la playa, pero solo un día para decidir tu futuro.
Siete años va a cumplir su hija. ¿Se le escapa ya alguna ese?
Constantemente le sale el acento roquetero. Es normal. Nació en el Hospital de Poniente.
¿Se ve como ministro de Sánchez viajando desde Aguadulce en AVE?
Me veo viajando a Madrid en AVE en el 2026 en poco más de tres horas.
Estamos en las 100 horas del deporte de Roquetas. Pedro Sánchez juega al básket. Antonio Hernando…
Senderismo, pero no sé si eso cuenta.
A qué tapa invitaría a Pedro Sánchez aquí en Almería.
Unas migas, aunque no esté nublado.
Le propongo un juego. El Quijote y Sancho. Qué sería el PSOE.
Nosotros sí que luchamos contra gigantes. No son alucinaciones.
Una palabra en la política que le guste.
Diálogo.
Churros o un chérigan.
Churros.
Llamó el otro día ultracatólica a una dirigente de VOX. Se considera usted ultrasocialista.
Soy un socialdemócrata de toda la vida.
Sale su hija en unos años y le dice: “Papá, es el hijo de Maribel Sánchez”.
Pues estupendo.
Cuánto hace de la última revisión de su washapp.
Justo antes de empezar esta entrevista.
Cuánto hace del último washapp a Pedro Sánchez.
Creo que ayer (semana pasada).
Ahora dígame qué es lo que más le gusta de usted.
La perseverancia.
Y lo que menos.
La impaciencia.
-Todo es líquido, decía Bauman. ¿Y el futuro de las ideologías si los valores son cambiantes?
Rubalcaba comparaba el hemiciclo del Congreso de los Diputados con la tabla periódica: a la izquierda están los metales sólidos y a la derecha, los gases.
Somos más flexibles. Más individualistas. Menos comprometidos. Comparte.
Adaptarse a los nuevos tiempos no significa tener menos compromiso y convicciones, sino más.
Su rasgo más progresista.
Mi compromiso con la igualdad de oportunidades.
Y el rasgo más conservador, que alguno habrá.
Mi forma de vestir.
Volvemos a Bauman. ¿Es divertido que nada sea para siempre?
Hay principios que nunca cambian y hay que defenderlos.
Sí, pero lo único que no pasa es Gabriel Amat. Algo sólido tendrá.
Eso parece.
En la cultura de lo inmediato, ¿es posible que un presidente dure 13 años como Felipe?
Sí, porque eso lo deciden los ciudadanos con su voto.
Cuándo hizo la última cena en casa.
Este fin de semana.
Qué consejo ha seguido de sus padres y en qué no les hizo ni caso.
Ellos querían que me hubiese dedicado a la abogacía. Y, evidentemente, no les hice caso.
Le pasa, como al obispo, que le entusiasma el Cañarete…
Si es al amanecer, comparto el entusiasmo del obispo.
¿Qué es lo que más le ha desagradado de esta entrevista?
Que las respuestas tengan que ser tan cortas. Tengo que agradecer a los periodistas de Almería que siempre me han tratado bien.
Abogado de la UGT (1992-1994), en 2001 aterrizó en el PSOE como asesor de Políticas Sociales y Migratorias. Fue, no en vano, vicepresidente de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME). En 2004 es elegido diputado por Madrid. Llegó a ser la voz parlamentaria de los socialistas desde septiembre de 2014. En 2017, mayo, cuando Pedro Sánchez ganó las primarias a Susana Díaz, dimitió. Tras las elecciones de 2019 se lanzó a la consultoría privada. Fue rehabilitado por Sánchez en octubre de 2021 como jefe de Gabinete adjunto a la Presidencia del Gobierno. Dejó Chamberí por el Cañarete.
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