“Feijoo inaugurará el AVE de Almería”

A 22 kilómetros de Vélez Rubio y a unos 20 de Huércal-Overa hay una aldea, Los Cabreras, que parece un haz de luz. Como un astro chico en medio del cosmos. Así se ve, en la inmensidad del campo, aquel pequeño abanico de casas (70 habitantes) donde la número uno del PP de Almería al Congreso, Maribel Sánchez, pasó los primeros 25 años de su vida. Como Feijoo, ella nació en la España más rural y tiene en su agenda una obsesión: el agua. Escoltada por un suave cerro, entre tractores, olivares y almendros, ramblas secas y caminos machadianos, un blanco inmaculado irradia tanta paz como su patrona. Son las fachadas limpias de cortijos centenarios, de paredes recias para el frío enero y el tórrido estío. Gentes sencillas que madrugan y que tienen grabado a fuego lento el gen del trabajo. “¿Almería, un milagro?”. No, dice Maribel.

Tiene algo en común -y no es ser del PP- con Feijoo.

(Silencio. No entiende la afirmación friki). ¿La seriedad?

Feijoo nació en Os Peares. Usted, en Los Cabreras. Dos aldeas.

Los Cabreras (Vélez Rubio) es una pedanía mucho más pequeñita que donde nació Feijoo. He estado 25 años viviendo allí.

¿Qué aporta haber nacido en un sitio así?

Te pone los pies muy en la tierra. Cercanía, humildad. Orgullo.

Estaba usted tan a gusto en aquella fábrica de papel...

Me gustaba ser directora comercial de una multinacional. Estuve casi 7 años en esa empresa.

¿Qué ha aprendido de las ramblas secas y los veranos tórridos de Los Cabreras?

El valor en mayúscula de lo tuyo. Tu tierra, tu familia, tu gente.

De usted dicen que su principal guion es la naturalidad.

Sí. Se me ve muy fácil. Soy muy transparente.

¿Cómo lleva eso de ver a su hijo dormido?

(Sonríe). Regular, regular (risa nostálgica: pausa). Regular.

Concejala, parlamentaria, senadora, delegada del Gobierno andaluz en Almería y ahora diputada.

He intentado ser útil… Lo que más me enseñó fueron los siete años de concejal en Huércal-Overa.

¿Qué le hubiera dicho a Pedro Sánchez en el debate?

Que no mienta más y deje hablar. Que sea educado.

Si el uno es la extrema izquierda y el 10, la extrema derecha, ¿cuál es su número?

El cinco (responde contundente).

Qué detesta de un político.

Que mienta.

¿Puede decirnos la quiniela para el 23J de Javier Aureliano García? No lo diga, si no puede.

No la sé, pero la puede intuir.

Qué no ha aprendido de sus padres.

(Silencio. Cinco segundos). Nunca podré ser tan buena como ellos.

Dicen algunos colegas que Maribel siempre sonríe. Eso es que no tiene miedo.

Me han educado para que sea valiente.

¿Lo del ‘sí es sí es algo más que un error?

Ha sido una infamia y la mayor vergüenza que hemos vivido en una democracia. La no defensa de la mujer.

¿En qué lugar de su vida el tiempo pasa más despacio?

Intento parar el tiempo cuando estoy con mi familia. En mi casa.

¿Qué hay en su carácter que le guste?

La cercanía. Es muy fácil estar conmigo. Trato a todo el mundo igual.

Su principal defecto se puede contar...

Me exijo tanto, que soy muy perfeccionista. A veces es contraproducente.

Llega su hijo en unos años y le dice: “Es la hija de Antonio Hernando”.

(Se ríe sin disimulo). “Pablo: cuídala, y protégela y ayúdala y quiérela”.

¿Habló con Aznar en Campohermoso?

Sí, sí.

¿Le dio algún consejo?

Que no perdamos la moderación. Si hay que derogar, se derogará, pero con moderación.

¿Qué dieta sigue en campaña?

Siempre se pierde peso. Siempre. Es muy difícil llegar a tiempo de cenar. Y este año, dos seguidas. Estoy más delgada que nunca.

¿Tiene el washapp de Feijooo? ¿O de Moreno?

Tengo el de Moreno.

No sé si tiene familia de izquierdas.

He tenido unos abuelos que han sido de izquierdas, aunque nunca me lo dijeron. Eso, cuando eres mayor, se sabe. He tenido abuelos de izquierdas y de derechas, pero en mi casa siempre ha habido respeto absoluto. Y nadie me ha puesto un voto en la mano.

Sabe lo que le hace diferente de Antonio Hernando…

Pues que yo soy de Almería y él, no. Ha venido de visita.

¿Cuándo fue la última vez que cocinó?

Uyyy. No cocino mucho, pero la última vez fue el domingo por la noche.

Neoliberal o democristiana.

Un poco de todo.

Algún rasgo progresista…

Pocos.

Su lado más conservador.

Creo en las familias (en plural) como el pilar de la sociedad.

Feijoo dice que será el presidente del agua (parece copiado de Gabriel Amat).

Estoy segura. Es una prioridad.

Poca agua. ¿Cree que aquí ha habido un milagro en Almería?

No, aquí ha habido esfuerzo, trabajo, sudor, lágrimas (se emociona: silencio).

¿Inaugurará Feijoo el AVE en 2026?

Feijoo inaugurará el AVE.

¿Qué relación tiene con su teléfono móvil?

Regular.

Vuelve Rafael Hernando al Congreso. Un veterano. Irá de su mano.

O él de la mía.

¿Es creyente? Causalidad, casualidad…

Soy creyente.

¿Qué no le ha gustado de esta entrevista?

Que alguien que habla tanto como yo, Juan Antonio, lo tiene difícil.

Tiene 2.321 seguidores en Facebook y 2.629 en Twitter. Su verano es una Virgen de la Paz. Estudió en el IES Cura Valera (Bachillerato, Ciencias Puras) y se licenció en Granada en Administración de Empresas (título ideado para los emprendedores levantinos). Empezó abajo, a currar como administrativa en septiembre de 2022. 6 meses tardaron en echarle el anzuelo en Transportes Cabrera. En 2004 recibió una OPA hostil de la multinacional Segezha Packaging, pero empezó de cocinera (asistente de ventas) antes que fraile (directora comercial de España y Portugal). En 2011, cuando a Domingo Fernández, alcalde de Huércal-Overa, se le ocurre pegarle un toque, nunca imaginó que el vértigo de la política iba a ser tal. 13 años: concejal, teniente de alcalde, parlamentaria autonómica, senadora, delegada del Gobierno de la Junta (Almería) y pronto, diputada en las Cortes.

Mitad de izquierdas, mitad de derechas, su familia le ha dado el equilibrio en el discurso y el respeto por las ideas del otro. Al fin y al cabo, nació y creció entre gentes que se dicen los “Buenos días” y siguen tomando el fresco en la calle sin preguntar a quién vota Fulanico.

Es de esa España que ve el amanecer, por la que vale la pena luchar. Ellos lo hicieron.