El Chiquipark busca nuevo dueño

El olor a regaliz lo delata: es parte de la historia de los niños de Almería que ahora son veinteañeros y treintañeros. Allí se inventaron los primeros cumpleaños en un sitio ajeno al hogar familiar. El Chiquipark fue el primer parque infantil que se abrió en Almería hace 26 años y ahora se traspasa, al haberse jubilado su propietario y fundador, Manuel Páez Romero. Fue en 1998, cuando este emprendedor almeriense, hijo de una familia de agentes de aduanas, estudió el negocio y se lanzó, tras haber probado con una tienda de ropa masculina -boutique Marrón- en la calle Marqués de Comillas.

Encontró Páez el sitio perfecto en un local céntrico de la ciudad, el sitio donde estuvo el antiguo cine Emperador del empresario Miguel Lozano, entre Gregorio Marañón y Carretera de Ronda. Allí fue donde debutó Chiquipark en los estertores del siglo XX, junto a un enjambre de comercios como el supermercado CADA, Almerimatik o la discoteca Athenas. Allí inició la actividad de juegos por horas y después con fiestas organizadas de cumpleaños a lo largo de casi tres décadas en las que miles de niños almerienses que ahora son hombres empezaron a socializar y a divertirse en un tobogán de ocho metros, el más grande de España a cubierto y otros espacios como un parque de bolas, un minifútbol, un circuito de patines, máquinas en 5D, un obrador de pizzas y arriba cafetería para los padres, todo sobre los cimientos del antiguo patio de butacas y el anfiteatro del viejo Emperador y con una plantilla de unas ocho personas y un aforo máximo de 200 niños.

Chiquipark nació como franquicia en Pamplona en 1994, fundada por Eulalio Braco, un antiguo empleado de la Caja de Ahorros de Navarra, que llegó a abrir 52 centros en España, Portugal e Italia, hasta que la vendió al fondo de inversión Inveralia. La de Almería fue la quinta franquicia de la cadena y el propio Páez fue fichado como director de Operaciones por la matriz. Desde esa atalaya privilegiada, nadie mejor que Páez ha visto los cambios en la niñez almeriense, cómo los niños han pasado en los cumpleaños de regalarse piruletas a smartphone. Alguno de los que dirige ahora esta provincia hizo sus primeros pinitos en este Chiquipark.