Las broncas de Juanma Moreno Bonilla

Ya han pasado varios días desde que celebraron las elecciones generales con un resultado, para muchos, poco esperado y donde las expectativas del Partido Popular, y la demoscopia privada, se hicieron añicos. Ya advertíamos muchos que la resistencia del presidente del Gobierno era fuerte porque así lo había demostrado su gestión, con España liderando el crecimiento en la Unión Europea, estando a la vanguardia de la revolución verde, con los datos de personas trabajando ya en los 21 millones y con la inflación general estabilizada en el 2%, siendo una de las más bajas de Europa. 

Esta campaña ha sido un barrizal de mentiras donde se han puesto en duda datos objetivos como los del paro, se ha dudado del voto por correo y de la profesionalidad de los trabajadores de Correos e incluso se ha amenazado a periodistas de la televisión pública. Y todo ello partiendo del Partido Popular, cada  vez más indistinguible de la ultraderecha española. 

Volar cuchillos Veremos a ver qué pasa en los próximas semanas con las posibles candidaturas a presidir el gobierno, pero ya han empezado a volar los cuchillos en un Partido Popular que se veía en la Moncloa. Cosas que pasan por vender la piel del oso antes de cazarla. En cualquier caso, Díaz Ayuso ya ha respaldado a Núñez Feijóo, algo por lo que debería empezar a temblar el líder gallego. 

Al sur del cansino epicentro madrileño, el PP de Moreno Bonilla está moderadamente contento por los resultados obtenidos, y no seré yo quién le quiera enredar esa felicidad a pesar de que el PSOE le ha recortado apoyo popular en las dos últimas elecciones celebradas. Moreno Bonilla es uno de los candidatos que aspiran a liderar el Partido Popular nacional si las cosas se le tuercen a Feijóo. Para ello ya ha empezado a vestirse de moderado y a abroncar al hermano pequeño político por hacer trastadas. 

Contra LGTBI En el último debate parlamentario, el presidente de la Junta de Andalucía echaba en cara a Vox su campaña contra el colectivo LGTBI, la violencia de género y contra Cataluña, asegurando que cada exabrupto de Vox daba un escaño más a Pedro Sánchez. Vamos, que la culpa de que Feijóo no gobierne la tiene Abascal.

Esta bronca ha sido muy aplaudida por muchos salvo por los que tenemos memoria. Moreno Bonilla llegó a la presidencia de la Junta en 2018 gracias al apoyo de Ciudadanos y con los votos decisivos de la ultraderecha. Por aquel entonces, no le preocupaban las “familias conservadoras con hijos homosexuales”, ni que cediera ante Vox y llamara “violencia intrafamiliar” a la violencia machista. Tampoco le importaba ser el perdedor de las elecciones con el peor resultado del PP en Andalucía ni estar encantado en contar con los votos de Vox.

Las mayorías absolutas pueden ser indigestas si no se gestionan bien y se empieza a torcer la realidad de los acontecimientos.

Los ciudadanos españoles ya han descubierto la catadura moral y las mentiras de Juan Bravo y Elías Bendodo, los dos hombres fuertes de Juanma Moreno Bonilla en Génova 13. Puede ocurrir que los españoles sepan de qué pasta está hecho él también.