“El vestuario en cine y teatro da realidad, da forma a las historias”

En el momento de terminar esta entrevista, ni a la protagonista ni a esta redactora nos consta que haya ningún/a almeriense colega de profesión en activo. Tras acabar sus estudios ha trabajado en cortometrajes, videoclips y en octubre tuvo que trasladarse a Madrid desde Valencia para formar parte del equipo de dos de los musicales que están arrasando en la capital: Los Puentes de Madison y Malinche, la última aventura de Nacho Cano. Amante del arte desde pequeña, domina tres idiomas a parte del español y habla con pasión de su trabajo, que confiesa es intenso y a veces muy duro, pero totalmente vocacional.

¿La suya es una profesión minoritaria o hay más gente de lo que parece?

Hay mucha más gente de la que creemos pero sigue siendo un mundo pequeño, aunque se trabaja mucho más de lo que se piensa.

Vivimos una edad dorada con tantas series y plataformas, y muchas en torno a la moda.

Desde hace unos años hay una producción masiva, hay tanto contenido audiovisual que es abrumador a veces. También es una época muy buena en teatro y musicales. En Madrid esta temporada pasada había más de veinte musicales a la vez, es bonito que vuelva todo ese mundo del teatro, ballet, danza, que no sea solo cine y series, me gusta mucho que vuelva el escenario, el directo.

Hay timidez en la reivindicación de su profesión, de vez en cuando se les ve recogiendo un Goya y poco más.

Depende del contexto somos muy importantes o no. Si le preguntas a cualquiera que vaya al cine probablemente ni se plantea que hay un departamento de vestuario, pero una productora sí que nos considera muy importantes, a veces es el departamento más importante después de dirección. Grandes producciones como por ejemplo María Antonieta, sin el departamento de vestuario no sería nada.

¿Ha encontrado gente de Almería en su colectivo?

Hasta ahora no, he conocido técnicos de luces, sonido, pero de vestuario no, nunca he coincidido con nadie. Conozco a gente que hace vestuario que vive en Almería por todo lo de Tabernas. Es raro que no haya nadie con lo mucho que se rueda en Almería.

Vienen equipos de fuera a los rodajes en Almería.

Me da pena porque creo que es una veta que no se ha explotado todo lo que debería: Hacer formación, crear a los profesionales del sector, plataformas. Me dio pena cuando vi que Valencia reabría la Ciudad de la Luz, los estudios. No sé por qué Almería no ha construido unos estudios con los que habría atraído no solo a una productora que viene a rodar unos días, sino producciones más largas.

¿Qué es lo más bonito de su profesión?

Darle forma a una historia. Puedes leer un guion o un libreto pero nada de eso es forma, ni color, ni textura. Nosotras convertimos eso en algo real, físico. Una voz sola no es una persona, es un voz en off de alguien que no existe y no tiene cuerpo. El vestuario te da realidad, te dice en qué momento estamos, saber qué ha vivido el personaje o que piensa de la vida, si es rico, pobre.

Dice “nosotras” al hablar de su trabajo, ¿su profesión es eminentemente femenina?

Sí, es mayoritariamente femenina con jefes masculinos en muchas ocasiones. Pasa como en cocina, ¿cuántas cocineras hay y cuántos son los grandes chefs? Es verdad que cada vez se le da más importancia a las mujeres que al final formamos los equipos, por ejemplo en el actual en el que estoy somos todas mujeres. En otros equipos quizás hay algún chico.

Un montaje o proyecto en el que le habría encantado participar.

Me habría encantado participar en Blancanieves, la producción española en blanco y negro: es muy difícil porque los colores nunca son, hay que jugar con el color de una forma muy distinta. El Señor de los Anillos o Juego de Tronos también , son producciones multimillonarias muy interesantes, pero Blancanieves con un equipo más pequeño, sin ese presupuesto, habría sido muy interesante a la hora de resolver.