Almería se encuentra entre las provincias andaluzas con un mejor balance de los seis primeros meses del año en lo que a agresiones al personal sanitario se refiere. Según los datos de la Junta de Andalucía, las agresiones registradas en Almería han sido 45 en este año, frente a las 61 registradas en el mismo periodo de 2022, lo que supone una bajada de un 26,2%.
Aunque nunca quepa felicitarse cuando se haya producido tan solo un acto de violencia, lo cierto es que la reducción en Almería es más que considerable en el caso de las agresiones físicas, puesto que este año se han contabilizado siete (el 15,5% del total), mientras que en 2022 fueron 15, es decir que en 2023 han disminuido en más de un 53%.
Las agresiones verbales (amenazas o insultos sobre todo) han pasado de 46 a 38, con un descenso por tanto del 17,32%, aunque en este caso hay que tener en cuenta que el balance de la Junta obviamente recoge solo las denunciadas por el personal que las ha sufrido, de forma que aún pueden haber sucedido otras muchas tras las que los profesionales han decidido no sacarlas a la luz por diferentes motivos.
El mes que contabilizó mayor número de agresiones en la provincia fue abril, con un total de 10 (una de ellas física). En el mes de junio se han contabilizado cinco agresiones (dos físicas).
Suben en Andalucía
Los datos de Almería contrastan con los de Andalucía en su conjunto, donde las agresiones denunciadas han aumentado este año. Según el balance de la Consejería de Salud, en los seis primeros meses de 2023 se han registrado 863 agresiones a profesionales sanitarios, lo que ha supuesto un aumento del 12% respecto a 2022.
De ellas, 711 han sido verbales y 152 físicas (lo que supone el 17,6% del total). Marzo ha sido el mes con más agresiones en Andalucía, con 172 (de ellas 21 físicas).
En Campohermoso
Aunque no está incluida en este balance, que recoge los seis primeros meses del año, la última agresión grave en Almería se produjo el pasado 13 de julio en el punto de urgencias de Campohermoso, donde un paciente propinó un puñetazo a una médica.
Los hechos se produjeron cuando la profesional intentaba explorar al individuo, que llegó a las urgencias con un cuadro de mareo. Al pedirle que mantuviera la calma, el hombre le propinó un fuerte puñetazo en el estómago que la desplazó varios metros, golpeándose contra una mesa.
Tras la presentación de la denuncia se celebró un juicio que condenó al agresor a pagar una multa de poco más de 60 euros y a cuatro meses de prisión que no cumplirá, al no tener antecedentes penales. Además, se le impuso una orden de alejamiento respecto a la médica a la que agredió.
En Málaga
Más reciente aún ha sido la agresión sufrida el pasado lunes por una médica embarazada, que fue empujada y tirada al suelo por el familiar de un paciente en el Hospital Clínico de Málaga. Según el Sindicato Médico, aunque el marido de la agredida, también médico, intentó calmar la situación y evitó un puñetazo a su esposa agarrando al agresor, otros diez acompañantes del usuario, que se encontraban fuera del recinto, entraron para comenzar una pelea.
Partiendo de la base de que las agresiones tienen una solución muy compleja, los sindicatos piden a la Administración, en primer lugar que aplique, sobre todo a los servicios de urgencias -donde más agresiones se producen- distintas medidas, como la contratación de guardias de seguridad o la instalación de sistemas de videovigilancia.
Por su parte, la Junta destaca el importante avance que ha supuesto el reconocimiento del personal sanitario y de gestión y servicios como autoridad pública.
Además, informa de que los centros sanitarios almerienses cuentan con cerca de 5.000 elementos de seguridad de distinto tipo, entre los que destacan: 366 cámaras de seguridad, 633 timbres en consulta, 2.019 teléfonos en consultas, 249 salidas alternativas o 1.159 terminales en consultas con el software antipánico instalado.
Plan de prevención y atención
La Junta resalta ante todo un arma que considera fundamental para combatir la violencia: el ‘Plan de Prevención y Atención frente a agresiones de la Consejería de Salud y Consumo, del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que dispone de un programa especial de acompañamiento al profesional agredido y un profesional con formación específica que ejerce como guía en la prevención de agresiones y actuación ante las mismas. Esta figura del profesional guía tiene el objetivo de acompañar, asesorar en los trámites y dar apoyo al trabajador que sufre una agresión.
Salud explica que este proyecto habilita también canales ágiles y rápidos para que la persona que sufre una agresión ya sea verbal o física, no esté sola momentos después de ser agredida. Además, se facilita atención psicológica durante el tiempo que sea necesario.
El plan ha venido a reforzar, continúa la Junta, las medidas y condiciones de seguridad en los centros sanitarios. Igualmente, mejora la coordinación entre los interlocutores policiales territoriales sanitarios, los interlocutores sanitarios, los directivos de los centros y las asesorías jurídicas provinciales que también se reforzarán. Igualmente, contempla la asesoría jurídica de los profesionales que deciden denunciar.
El programa integra las aportaciones de un grupo de trabajo creado por la Consejería y en el que han participado los agentes sociales, asociaciones de pacientes, letrados de la Administración y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
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