La falta de conductores y buses amenaza el transporte escolar del nuevo curso

Las empresas de transportes de Almería no solo no encuentran conductores para sus autobuses, sino que tampoco disponen de los vehículos necesarios, a día de hoy, para garantizar el transporte escolar durante el curso que comenzará de forma inminente en Andalucía.

Se trata, como ha puesto sobre la mesa la patronal del sector, de una situación que afecta a todas las provincias andaluzas, por lo que la Junta, las propias empresas y la agencia pública encargada de gestionar este servicio están buscando estos días a marchas forzadas conductores y autobuses para que miles de escolares de la comunidad autónoma puedan comenzar sus clases sin complicaciones, algo que a día de hoy parece complicado, al menos en todos los casos. 

El presidente de la Federación Independiente de Transportistas de Andalucía (Fedintra) -que aglutina a más de  265 empresas y asociaciones de Andalucía, representando el 65% del sector-, Antonio Vázquez, ha dado en los últimos días la primera señal de aviso, advirtiendo con claridad de que muchos contratos de transporte escolar ofrecidos por la Junta se están quedando desiertos por varios motivos, como los bajos precios de salida, porque las empresas no encuentran conductores y porque tienen muchos problemas para renovar sus flotas, sobre todo sin ayudas. 

En Almería la situación no es diferente a la del resto de la comunidad, como señala José Alonso, responsable de Fedintra en la provincia. Según expone, la falta de conductores no es un problema nuevo y aunque en Almería se está intentando solucionar con la contratación de extranjeros, sobre todo procedentes de países del centro y el sur de América, las "trabas burocráticas" impiden que puedan llegar con la rapidez necesaria. "Cada contratación de un chófer extranjero implica unos dos meses y medio de trámites y papeleos", dice. Y es que a los conductores foráneos se les debe convalidar el carnet e incluso algunos tienen que someterse a exámenes, dependiendo del país de procedencia y de los acuerdos que tenga con el Estado español.

Error de base

A su entender, la falta de conductores parte de un error de base: "Sacarse el carnet para conducir un autobús puede costar alrededor de 3.000 euros, y tras conseguirlo se debe obtener, además, un título de capacitación de 190 horas, que implica un coste añadido", se lamenta.

De esta forma, en Andalucía, con más de 700.000 personas paradas oficialmente, no se encuentran conductores de autobús, a pesar también de que pueden percibir un sueldo que va desde los 1.600 a los 3.000 euros. En Almería, lo normal es que estos profesionales cobre entre 1.600 y 1.800 euros, aunque es cierto que algunos pueden llegar a los 3.000, según Fedintra. 

Pero las empresas almerienses no solo están teniendo problemas estos días para conseguir los chóferes que necesitan para el transporte escolar, sino que tampoco encuentran autobuses. "Aquí el problema es que contamos con muchos vehículos que han cumplido los 16 años y por tanto ya no pueden ser utilizados para transportar a escolares, y  tras el covid no es fácil renovar las flotas, porque las empresas que los construyen no tienen ahora capacidad para atender la demanda", dice José Alonso. 

En este caso, la patronal está reivindicando desde hace años que se levante el veto al uso de vehículos mayores de 16 años para el transporte escolar, aunque ello suponga, claro está, que tengan que someterse a inspecciones técnicas más rigurosas. "Lo que no parece nada lógico es que autobuses de 20 años en buen estado puedan ser utilizados para llevar mayores del IMSERSO a Barcelona y no a estudiantes desde El Toyo a El Alquián.", expone el responsable provincial de Fedintra, quien puntualiza que en otros países de la Unión Europea, como la vecina Francia, no tienen estas limitaciones de antigüedad para los autobuses escolares.

Desde la patronal se reconocen las limitaciones con que cuentan para poder atender la demanda en el sector, no ya solo para el transporte escolar, aunque el inminente inicio del curso está activando las alarmas en las empresas y especialmente en la Administración. Los empresarios informan de que la Agencia Pública Andaluza de la Educación se está encontrando con serios problemas para poder garantizar los servicios que debe prestar a partir de septiembre, ante las mencionadas limitaciones a las que se enfrentan las empresas del sector.