“Almería debería cuidar a sus profesionales de valía”

Después de catorce años ininterrumpidos, el doctor Antonio Huete, uno de los neurocirujanos más prestigiosos de Andalucía, acudirá este viernes a su último día de trabajo en el Hospital Universitario Torrecárdenas, en cuyo área de Neurología ha estado ejerciendo durante década y media. Y no será exactamente por su gusto, aunque el fin de esta larga etapa vital y profesional sea consecuencia de una toma de decisión voluntaria. A partir del próximo lunes, coincidiendo con el inicio del mes de octubre, el conocido doctor Huete Allut se incorpora como jefe de sección de Neurocirugía en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada. 

Se trata de un ascenso profesional, y, como tal, vendrá acompañado de mejores condiciones laborales y de un mayor reconocimiento en su área de actividad, pero que, de haber tenido opción de igualarlo en Almería, habría elegido quedarse en una ciudad que adora, a pesar de no ser oriundo de esta provincia. Lo admite con un indisimuldao sentimiento de pena: "me voy a un puesto importante, pero con el sentimiento de que he dado mucho por Almeria y que Almería podía haberme dado más".

En estos momentos, al conocido neurocirujano, que también ha sido subdirector médico del complejo hospitalario Torrecárdenas durante tres años, le quedaba por delante un escalón de ascenso profesional en su especialidad clínica en el hospital almeriense. Y dado que la oportunidad de la promoción en Almería no llegaba, Huete decidió dar un paso adelante cuando se abrió la opción de concursar por la jefatura de sección en el hospital granadino, concurso que ha ganado este mismo año con una puntuación muy superior a la obtenida por el segundo candidato.

No han sido, con todo, ni la mayor tradición en Medicina de una ciudad como Granada, ni la mayor proyección profesional que puede suponer ejercer en uno de sus principales centros sanitarios, referente en Andalucía, los factores que más han pesado en este cambio de destino, sino, más bien, la imposibilidad de tener la posibilidad de tener la misma función en Almería. Concretamente, en el hospital en el que ha desarrollado gran parte de su carrera como experto en Neurología y Neurocirugía. 

El facultativo habla con emoción de esta larga experiencia almeriense, del trabajo desarrollado en su hospital de referencia y, en general, de los avances en materia sanitaria, tanto en clíninca como en formación y en investigación, en los que ha participado en este tiempo. "Hemos conseguido cosas maravillosas. La Facultad de Medicina, por ejemplo, que parecía una quimera en la que casi nadie creía, y ahí está, lo hemos conseguido gracias a la convicción de que íbamos a mejorar mucho a nivel sanitario y ahí hemos estado nosotros apoyando el proyecto, aportando razones fundadas, y eso es un logro del que yo me siento en cierto modo responsable e inmensamente orgulloso", relata.

Su intervención directa ha tenido también mucho que ver en otras mejoras tangibles, por ejemplo, la evolución del propio complejo hospitalario Torrecárdenas, "que hemos transformado al 200%". "La mejora de los quirófanos, de las instalaciones, del propio entorno, sin ir más lejos las palmeras que se han instalado son un regalo que me hicieron personalmente y yo doné al hospital para que el entorno sea más saludable... creo que he contribuido a que el hospital sea mucho mejor", explica.  Su trabajo, cuenta, y su nivel de implicación con el hospital en el que ha crecido profesionalmente van mucho más allá de lo obligado. "Yo he apostado mucho, mucho, porque quiero que Almería sea una tierra completa, sanitaria, humana y culturalmente". Antonio Huete es además un médico de los que no solo se implica en lo sanitario, también su compromiso social es muy fuerte, como lo prueban sus frecuentes desplazamientos como cooperante para operar en países de África durante sus vacaciones en el hospital, dirigiendo equipos de sanitarios solidarios que acuden a ayudar donde más se les necesita. 

A una trayectoria personal y profesional tan rica solo le aparece una sombra. "Almería es una tierra maravillosa, donde gusta estar, pero una tierra que tiene que cuidar más a sus profesionales de valía, porque si los cuidara, yo no me iría, y no soy el único caso", explica para apostillar que "no me voy con ningún resquemor,y la prueba es que en noviembre volvemos a reunir aquí a la Sociedad Española de Neurocirugía".  El conocido neurocirujano y exsubdirector médico de Torrecárdenas confía en la opción de volver a ejercer en este hospital en un futuro, si la posibilidad se abre. "No es un adiós, sino un hasta luego", concluye.