Las elecciones a rector más competidas y reñidas de la historia de la UAL han levantado tal expectación que desde la apertura de las urnas, a las diez de la mañana de este viernes, se han sucedido largas colas de alumnos, profesores y trabajadores para ejercer su derecho al voto. Ha sido lo nunca visto, y el escenario ha sido la Sala Bioclimática del campus universitario que, como gran paradoja, a partir de las 11,00 horas se ha convertido a más de 27 grados en una 'sauna' nada bioclimática en la que han tenido que aflorar los abanicos para aliviarse del calor.
La tensión de los últimos días, que han cristalizado esta semana en una queja de alumnos por fraude y manipulación del voto por correo, se percibía también en los equipos de los dos candidatos, los catedráticos José Céspedes, de Organización de Empresas, y Diego Valera, de Ingeniería Agroforestal, que parecían indicar que las afiladas espadas que se han blandido en campaña seguían en todo lo alto. Ciertamente, pocas veces el proceso ha estado tan igualado, sin un favoritismo claro, por mucho que desde el comienzo del proceso pareciera que Céspedes, que según su rival representa la línea continuista respecto al actual rector, Carmelo Rodríguez, partía con ligera ventaja.
Esa rivalidad y tensión acumulada durante la campaña y especialmente en los últimos días se comprobaba también cuando José Céspedes tenía que retrasar unos minutos su voto, previsto inicialmente para las diez y media de la mañana, para no coincidir físicamente en los pasillos o en la sala de votaciones con su rival, que votó más o menos a la hora prevista, sobre las diez y diez.
Valera, como siempre, apareció con su eterna sonrisa, que mantuvo insistentemente a la hora de depositar su voto en la urna número uno, la destinada a personal docente e investigador doctor, la más decisiva en este proceso, puesto que los 588 profesores incluidos en ella supondrán el 57% ponderado del escrutinio. En total han sido nueve las urnas destinadas a las distintas categorías, incluida las de los más de 12.000 alumnos llamados al voto, que han dispuesto desde la urna cinco a la nueve.
Día clave
"Es un día importantísimo, un día clave para la universidad, una fiesta de la democracia, queremos la máxima participación, toda la comunidad universitaria va a poder elegir entre dos modelos de gestión, va a poder contrastar los equipos. Estoy sinceramente muy contento de la campaña que hemos hecho, siempre en positivo, y de la ilusión que hemos despertado. Es el principio de una gran época para la Universidad de Almería", decía el siempre sonriente Valera.
"Es un día maravilloso de ejercicio democrático por parte de toda la comunidad universitaria y verla así, tan efervescente y bullicioso, es motivo de alegría y de mucha ilusión", decía a continuación José Céspedes.
Aunque los dos catedráticos han formado parte como vicerrectores del equipo del rector saliente, Carmelo Rodríguez, Valera siempre ha querido desmarcarse en la medida de todo lo posible para nominarse como el candidato del 'cambio en positivo'. Pero Céspedes, quien ha permanecido varios meses más como vicerrector que su adversario, tampoco ha parecido dispuesto a ser señalado como la línea continuista y ha querido remarcar el carácter novedoso y de futuro de su proyecto.
Carmelo Rodríguez, quien también ha tenido cuidado en no encontrarse con los dos candidatos en su camino a la sala bioclimática (?) de la UAL, ha votado pasadas las once y media de la mañana. Quien ha sido rector durante dos mandatos en los últimos ocho años (a partir de ahora serán de seis años cada uno) se mostraba muy satisfecho por el "ambientazo" que ha vivido la UAL en esta jornada electoral desde la apertura de las urnas.
"La participación tiene pinta de ser muy alta, todavía es pronto (pasadas las 11,30 horas) para tener datos. Estoy contento por ello y deseo que la jornada electoral transcurra con toda la normalidad que requiere el tema", manifestaba tras votar en la mesa uno.
Esas cosillas...
Al ser preguntado por los incidentes que han llevado a la anulación de medio centenar de votos por correo por parte de la junta electoral tras la queja estudiantil, Rodríguez ha restado valor a lo sucedido: "Hay algunas cosillas bajo investigación pero nada especialmente contundente. Se ha dado la circunstancia de que la presidenta de la junta electoral se abstuvo por motivos personales; se ha mezclado todo un poco, y nada... la junta está haciendo un buen trabajo, tanto la anterior como la actual, y la gestión de servicio está cumpliendo con su deber y velando por que el proceso sea lo más limpio posible y que no haya ningún tipo de dudas".
Por último, ha expresado cómo está viviendo su salida del Rectorado después de ocho años como máximo responsable de la UAL: "La verdad es que un sentimiento encontrado, por una parte de nostalgia, tras ocho años de intenso trabajo, no solo mío, sino de todo el equipo, con el amplio apoyo de la comunidad universitaria y de la sociedad en general, pero también de alivio, de decir uf, ya me queda..., porque el trabajo duro te va quemando, son muchas preocupaciones a lo largo de estos años y también hay ganas de descansar, por qué no decirlo".
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