“El gran perdedor en el conflicto Israel-Palestina son los derechos humanos“

El ciclo de Cine y Derechos Humanos organizado durante el mes de octubre por Amnistía Internacional en Almería ha concluido con la proyección de la película “Una botella en el mar de Gaza” de Thierry Binisti. La proyección estuvo acompañada de la conferencia del psiquiatra sirio afincado en Almería y miembro de esta organización no gubernamental, Nabil Sayed Ahamad Beiruti.

¿Todo el planeta está pendiente del enfrentamiento entre israelíes y palestinos, quizás el conflicto más antiguo del mundo. Cuál es, en su opinión, la razón de esta disputa?

Sí, todos estamos en vilo por esta dramática situación. La razón de esta disputa viene de muy lejos, desde 1897, del primer Congreso sionista celebrado en Suiza, en 1917, cuando la declaración de Balfour, la posterior de 1936, y un largo etcétera. Pero en concreto, desde 1948, fecha de la creación del Estado de Israel, sobre la parte importante del territorio palestino, expulsando a los palestinos de su tierra, de sus casas, para ser ocupadas por los judíos que vinieron principalmente de Europa, violando así muchos derechos humanos del pueblo palestino, por no decir todos los derechos humanos, con el consentimiento de las potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial.

¿La solución pasa por crear dos estados: uno israelí, y otro palestino, independientes, con un control y vigilancia internacional, coordinado por Naciones Unidas?

Efectivamente, uno ya está creado, Israel. Pero el problema es que Israel no acepta esta solución, ocupa Palestina, ha expropiado y anexionado a gran parte de las tierras de los palestinos y de otros países limítrofes, conocidas en el Plan de Partición de Naciones Unidas de 1947 que los fundadores de Israel no han respetado desde el principio. Respecto al control y vigilancia por parte de la comunidad internacional y Naciones Unidas, por ejemplo, es un deseo difícil de cumplir basándome en la historia del conflicto y en la situación actual, ya que Naciones Unidas ha mostrado su impotencia e ineficacia y la comunidad internacional su parcialidad y apoyo casi incondicional a Israel, sin tener en cuenta los derechos humanos del pueblo palestino, tratándole incluso como si fuera el agresor y no la víctima. Solamente, como un botón de muestra de lo que estoy diciendo, que Israel es al único país que se le ha permitido no cumplir, no respetar ninguna de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Como ha pasado en su país, Siria, muchos países han intervenido, apoyando a uno u otro bando, con una lamentable pérdida de vidas humanas, principalmente civiles, mujeres y niños. ¿A quién beneficia la situación actual?

Sí, desgraciadamente, así es. En Siria hay cuatro países principalmente implicados directamente junto a milicias extranjeras. En el conflicto entre palestinos y Israel, el apoyo de facto lo recibe Israel. Los palestinos son los olvidados y algunos países apoyan a fracciones afines a sus intereses, pero no a la causa del pueblo palestino. Ya lo hemos visto ahora en el conflicto de Gaza, el desfile de todos los mandatarios occidentales mostrando su apoyo, su pleitesía al Estado de Israel. ¿A quién beneficia? Pues creo que a las grandes potencias y sus intereses geopolíticos, y sobre todo económicos. Quiero resaltar que el gran perdedor son los derechos humanos, la paz, la estabilidad y la prosperidad de todos los pueblos de la zona.

¿Los conflictos armados permiten la vulneración de los derechos humanos?

Sí, para mí la principal víctima de los conflictos armados son los derechos humanos, todos los derechos humanos, como el derecho a la vida, a la salud, a la vivienda, a la educación, a la libertad de expresión, etcétera, etcétera. Además, suponen el fracaso del diálogo y de la convivencia entre los seres humanos.

También son una de las principales razones del movimiento humano. ¿Obliga a muchas personas a abandonar sus hogares y emigrar?

Así es, cuando se habla de migración se cita como primera causa el factor económico normalmente, pero, desgraciadamente, las personas cada vez migran más por motivos de conflictos armados regionales que les expulsa de sus hogares, buscan refugio y seguridad que se les niega casi sistemáticamente. Las personas migrantes se encuentran en contextos de vulnerabilidad, de violación de sus derechos humanos en sus países en conflicto, en el trayecto migratorio y en destino, negándoles el derecho a la protección internacional y asilo, entre otros derechos.