Como cada año los almerienses han acudido en el Día de Todos los Santos a recordar y homenajear a esos familiares y amigos que ya han fallecido y que han encontrado en el camposanto de San José su último hogar. Una tradición que desde hace unos años se realiza con total tranquilidad después de que se solucionaran los problemas relativos a la distribución de agua por todo el recinto y se adecuaran los accesos abriendo una puerta más por el lateral que lleva hasta la Carretera de Ronda.
Han sido miles los almerienses que han pasado por el cementerio en esta jornada aunque sin las grandes aglomeraciones de otros años gracias a que, tal y como había previsto el dispositivo especial, durante el fin de semana ya comenzaron las visitas, sobre todo de aquellos que tienen que desplazarse hasta la ciudad para cumplir con el ritual de estas fechas. El jueves, Día de Difuntos, también se espera una importante afluencia.
Lo cierto es que recorrer las calles del camposanto de San José recreándose en los centros florales, en las vestimentas de quienes 'velan' a los suyos, muestran un cambio en la manera de afrontar esta celebración. Tradicionalmente el 1 de noviembre era un día oscuro en el que, cuando se permitía el uso de velas, los vivos aportaban luz a los muertos y ahora que el clima permite unos otoños en los que el sol domina el cielo, los almerienses han abogado por dar color a estos días. No hay más que mirar los centros de flores en los que los rojos, los azules, naranjas y hasta algunas rosas negras con motivos naranjas han ganado terreno a los tradicionales crisantemos blancos o a los claveles rosados.
Y es que ni los precios de las flores, que han subido como todo, frenan el afán de los almerienses de poner a punto los nichos de sus familiares. Tanto es así que hay quien ha dado un paso más y junto a las flores acompañan en el mismo tono estructuras de metal y tul, con adornos brillantes, para que desprendan luz.
Por el contrario, en las zonas más antiguas del cementerio. Esas en las que las tumbas son del principio del siglo pasado, muestra la otra cara de la muerte y el paso del tiempo, esa que como diría Gustavo Adolfo Bécquer señala "qué solos se quedan los muertos". A ellos ya nadie les lleva flores en días como hoy.
Obras
El cementerio, que estuvo vigilando tanto dentro como fuera en todo momento por parte de la Policía Local, se encuentra también en pleno proceso de obras. Así se pueden contemplar los espacios en los que se van a ubicar los nuevos columbarios junto al pasillo central y se han tirado aquellas series de nichos muy antiguos que durante años estuvieron apuntalados.
Visitaba la concejal de Obras Públicas, Mantenimiento y Economía Azul, Sacramento Sánchez, el camposanto para comprobar que todo funcionaba, disfrutar de la música de cámara del Grupo Sol de Portocarrero y participaba en la misa oficiada en el Jardín del Recuerdo por el vicario de Pastoral y Evangelización, Francisco Sáez.
Explicaba la edil que la jornada estaba discurriendo "en un ambiente de respeto y normalidad”, recordando que desde el Ayuntamiento de Almería pusieron en marcha "un dispositivo especial que incluye la ampliación de horarios hasta las 18.00 horas, un refuerzo del personal para atender las necesidades de los visitantes, así como de los servicios que presta la empresa concesionaria de la gestión y mantenimiento de los cementerios, ASV Servicios Funerarios. Igualmente, se implementan los servicios de transporte urbano y de la Policía Local para garantizar la seguridad y la fluidez del tráfico en los puntos de mayor afluencia”.
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