Nueva vida para la antigua tienda de los Segura

De lo que fue la tienda de Pablo Segura solo quedan sus dos fachadas: una, la principal, se asoma a la calle de las Tiendas, mientras que la otra asciende por el callejón de Perea. En el recuerdo de varias generaciones de almerienses está todavía presente la imagen de uno de los grandes comercios que tuvo Almería hasta los años noventa, antes de ser adquirido por la familia Gómez para poner otra tienda, la de Precio, Precio, que pasó a la historia allá por los años de la crisis económica que tantos negocios se llevó por delante. Una vez que se cerró la tienda, el proyecto de la familia Gómez era construir un edificio de viviendas, pero los malos vientos que soplaban entonces desaconsejaron la inversión y el solar se quedó varado esperando tiempos mejores.

Después de diecisiete años en barbecho, el antiguo solar de Segura va a tener una vida nueva. El promotor José Ortega, después de terminar con éxito un edificio histórico frente a la iglesia de Santiago, se ha embarcado en otra aventura y ya ha puesto en marcha toda su maquinaria para que a comienzos del próximo año empiecen a levantarse los cimientos de un edificio de viviendas que ocupará los trescientos metros de superficie que mide el solar de Segura a lo largo de la calle de las Tiendas y de la calle Perea. El proyecto contempla la construcción de doce apartamentos, un ático y un local comercial haciendo esquina. Las viviendas serán en su mayoría pequeñas, de cincuenta y sesenta metros y contarán con dos ventanas a la calle. 

Excelente noticia

La construcción de un edificio de viviendas es una excelente noticia para el casco histórico y sobre todo para la calle de las Tiendas que estaba necesitando una inyección de savia nueva que le dé vida a la manzana y también a esos pequeños comercios que no pasan por su mejor momento. Lejos quedan ya los días de vino y rosas cuando Segura era uno de los faros principales que alumbraban la vida comercial de la calle. La tienda estuvo ligada a la calle desde que su propietaria, Andrea Guijarro y su marido, Celedonio Segura, la montaron en el año 1919. Fue después de la guerra cuando el negocio se trasladó a la esquina con la calle Perea donde permaneció hasta su cierre a finales de los años noventa. Vendía medias, calcetines, pañuelos, hilos, lanas, guantes, productos de belleza, de limpieza, y  todos los años, por Navidad, llenaba los escaparates de juguetes. Montó hasta un taller de reparación de medias por el que pasaron casi todas las mujeres de la ciudad en una época en la que nada se tiraba, en la que unas medias o unos zapatos tenían que durar años porque no había dinero para comprar otros.

En 1950, Andrea Guijarro amplió el negocio comprando el local de la antigua confitería ‘La Sevillana’, en la Puerta de Purchena, pagando 240.000 pesetas de traspaso. La operación fue un acierto y la tienda se convirtió en una de las más importantes de Almería. Hubo años en los que se vieron obligados a contratar parejas de policías para evitar las avalanchas de gente debido a las colas que se formaban en la puerta. Andrea y sus hijos llegaron a tener negocios en calle de las Tiendas, Plaza de Marín, Martínez Campos, Paseo de Almería,  y Puerta de Purchena. Ella se mantuvo firme como alma de este pequeño imperio familiar hasta unos días antes de su muerte. A pesar de la edad, seguía llevando los papeles del banco y velando  porque la cosas se hicieran como ella les había enseñado. Falleció el 23 de noviembre de 1972, a los 86 años de edad.