La Asociación de Mujeres Cruz de Caravaca sigue trabajando en la puesta en valor de un barrio en el que se ubica uno de los emblemas de la reconquista de Almería. El 21 de diciembre de 1489, Abū ‘Abd Allāh Muḥammad az-Zaġall, castellanizado como El Zagal, entregó las llaves de la ciudad a Fernando II de Aragón. Un año más tarde se erigiría una cruz como símbolo de la toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos, que fue reubicada varios siglos después en una zona en la que actualmente hay una plaza que languidece bajo la sombra de árboles sin podar, losas levantadas, suciedad y una carencia de información sobre el importante acontecimiento que se vincula este elemento patrimonial.
Recuperar el peso histórico de la cruz, pese a que la de ahora no es la original que se levantó en el siglo XV, es una de las prioridades de un grupo de mujeres que lamentan que no se cuide como un monumento que "podría ser perfectamente un reclamo turístico más para la ciudad". Mujeres como Esperanza Andrés, Ana Gutiérrez y Carmen Moya, que forman parte de la directiva de esta asociación formada por unas 40 vecinas, luchan desde hace 8 años por dignificar el pasado de su barrio, conocido anteriormente como Humilladero precisamente por la situación que se vivió entre el señor de la casa Nazarí y las fuerzas castellanas y que oficializó la rendición de la ciudad almeriense, días después de caer en manos católicas la plaza de Tabernas.
Entre el camino que lleva el mismo nombre del barrio y la calle Granada, una plaza con grandes ficus da cobijo entre edificios a una cruz que en tiempos pasados estuvo rodeada solamente de huertos, cuando la ciudad todavía no había comenzado a expandirse. Con el crecimiento urbano, a mitad del siglo pasado, empezó a generarse un vecindario orgulloso de su entorno y sus símbolos, siendo esta cruz popularmente conocida por todos los almerienses por sus innumerables premios en la festividad de las Cruces de Mayo y por ser testigo de la vida diaria de niños, jóvenes y mayores que pasaban por su lado.
Petición de reforma y más limpieza
"Esta cruz es un símbolo muy antiguo de la ciudad. No solamente hay que cuidar la Alcazaba y el Cerro de San Cristóbal. Llevamos años pidiendo que se recupere su valor histórico y que se promocione turísticamente. Estamos hablando de un emblema del siglo XV que está totalmente olvidado", asegura Esperanza Andrés, presidenta de la Asociación de Mujeres Cruz de Caravaca de Almería. Lleva viviendo más de 50 años en este barrio y considera que es necesario "que se le haga una reforma a esta plaza".
Las grandes raíces del arbolado han levantado por los laterales de esta plaza gran parte de las losas, siendo "un peligro para los vecinos y vecinas mayores que pasean por aquí cada día". Normalmente los rincones de este espacio presentan una imagen de suciedad y la cruz "queda escondida, con poca luz y bajo los árboles sin podar". Ante esta situación, estas vecinas se han puesto en contacto con diferentes concejalías del Ayuntamiento de Almería, que en principio acogieron con interés sus peticiones pero "pasan los meses y aquí no se hace nada".
Manualidades, costura o pintura, son algunas de las actividades que realiza esta asociación que ha pedido recientemente una recepción con la alcaldesa para proponerle la creación de "un proyecto de reforma y limpieza" de la plaza en la que está ubicada esta histórica cruz. Además, creen que es importante que este símbolo del barrio y de toda la ciudad "tenga el respeto y el cuidado que se merece", por lo que ven esencial colocar una placa informativa en la que se refleje toda su historia.
El emblema de un barrio
Anteriormente esta zona se conocía también como barrio de la Cruz, "porque la cruz que había antiguamente no era una Cruz de Caravaca". Otra de sus peticiones es la de recuperar, en la medida de lo posible, la forma original de la cruz y el templete que la protege. "Antes tenía cuatro faroles antiguos, preciosos, que se quitaron", recuerda Esperanza sobre este "monumento" que en octubre de 1769 llegó a ser arrastrado por una riada y no volvió a colocarse hasta casi una década más tarde.
Testigo del nacimiento y crecimiento de un barrio con solera, cuyas fiestas eran envidiadas por el resto de la ciudad, la cruz (ya de Caravaca) fue remodelada en 2005 siendo alcalde Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, reflejándose esta actuación en una placa que se colocó en uno de los pilares del templete, que fue rodeado por un forjado para impedir que los actos vandálicos pudieran deteriorar la Santa Cruz. Estas vecinas desconocen qué pasó con la cruz original, pero desean que su plaza recupere el esplendor de tiempos pasados y que pueda convertirse en una ubicación de interés para los turistas que busquen conocer la historia de Almería.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/265374/un-simbolo-de-la-reconquista-de-almeria-que-languidece-en-una-plaza-olvidada