El patrón de una patera condenado a cuatro años de prisión

La Audiencia Provincial de Almería condenaba a cuatro años de cárcel al patrón de una patera que se lucraría de manera ilícita al realizar travesías desde la Argelia hasta las costas almerienses el pasado verano transportando a un número indeterminado de personas el pasado verano.

El hombre de 37 años de edad y carente de antecedentes penales, actúo  pese a “no disponer ni capacitación técnica ni práctica exigida para navegar en alta mar”,  "para tratar de enriquecerse ilícitamente favoreciendo la entrada en territorio español de inmigrantes forma irregular". Según los hechos justiciables, el equipo del que se valdría para realizar la travesía constaba sólo de un GPS que portaba en la mano y una brújula fijada en la embarcación. En estas condiciones el acusado se lanzaría a cruzar las más de 120 millas náuticas existentes entre Almería y Argelia, tras  previos cobros de sus colaboradores a cada de uno de los inmigrantes que iban a bordo de la patera.

La Fiscalía acusó a A.B.O. por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros solicitando en primera instancia una pena de siete años de prisión. El patrón de la patera reconoció los hechos que se le imputaban y aceptó la pena.

Sin medios de salvamento y exceso de peso
Sobre las 17:00 horas del 29 de julio de 2023, la embarcación quedó a la deriva tras haber consumido el combustible. Una hora después, los 16 ocupantes a bordo de la embarcación fueron rescatados por el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil en alta mar, en las proximidades de Mesa Roldán. Para la Fiscalía, las malas condiciones en las que se encontraba la nave durante el tiempo zozobra, la cual no estaría capacitada para realizar travesías de 80 millas náuticas, la pondría en situación de “grave riesgo” de vuelco o hundimiento “poniendo serio peligro” la vida de las personas que viajaban en ella.

Asimismo, los hechos relatados han probado que cuando A.B.O. se hizo a la mar desde el norte de África, carecería equipo suficiente de navegación, salvamento o radiocomunicaciones, así como de comida y víveres. Además, la patera surcó el Mediterráneo con un exceso de peso motivado por las personas a bordo sumado a 8 garrafas de gasolina de entre 25 y 30 litros cada una que, además de incrementar el peso, representaron un “gran peligro” por riesgo de incendio o deflagración a bordo.