Esta casa no se puede caer

Los hermanos Franciscano de la Cruz Blanca siguen buscando socios para una buena causa y seguir dando techo a los más necesitados que encuentran ayuda en la Casa de Nazaret. Con solo 15 socios y la colaboración de los voluntarios no les llega para atender a una gran familia que cada día asiste al milagro de la vida con todo lo necesario. En una Navidad que se acerca la solidaridad se hace más necesaria y con la lista abierta esos impulsores siguen sin aparecer mientras los hermanos no abandonan su cometido y cuidan de todos con jornadas interminables de ayuda al prójimo. Desde 10 euros se pueden hacer socios de la Casa de Nazaret para exprimir cada uno de los euros como ayuda de corazón.

Julio José Moreno Pomedio, Fermín Betancor Guerra y Luis Santander González, y 38 almas viven en el nombre del padre cuidados, escuchados y atendidos cada día afrontando con valentía el duro reto de tener la caja de caudales vacía pero llena de proyectos. Ellos no salen a pedir, no tienen tiempo, y con su Virgen de Lourdes a la puerta miran la cuenta corriente a la espera de noticias.

La Casa Nazaret, es una casa de acogida de emergencia social de media estancia para personas en situación de exclusión social o vulnerabilidad en situación de convalecencia. Tiene por objeto posibilitar la estancia en un lugar adecuado, alimentación, cuidados personales y cuidados sanitarios de bajo nivel, a personas con grave problemática de exclusión social, con dependencia funcional temporal para las actividades de la vida diaria. 

Se levanta el telón

Una mañana de cualquier día, cuando las Siervas de María que pasan las noches en vela ayudando a los enfermos abandonan la casa, se levantan los hermanos y preparan el café de cafetera italiana y ponen la mesa en su modesta cocina. Lo imprescindible para tomar fuerzas y afrontar un nuevo día pidiendo a Dios un nuevo milagro. Son las 9 de la mañana y las duchas no paran y las camas se vuelven a vestir con la colcha y el edredón mientras los más madrugadores van a la capilla a rezar.

La luz brilla en lo más alto de Almería y cada uno de los 38 inquilinos de la casa divididos en dos plantas hacen las tareas y ayudan en lo posible a que el milagro de la vida se realice. Los hombres en la primera y las mujeres en la segunda planta. Llevan una caja de mandarinas y aterrizan los voluntarios. Cada uno a sus puestos: son una gran familia.

Como se puede ayudar

Todo suma a la hora de ayudar a la Casa de Nazaret pero nada mejor que abonarse haciéndose socio para que nada les falte. 10, 15, 20... cada uno con lo que puede para una buena causa. Se necesitan socios para seguir dando respuesta a tantas necesidades pues actualmente no reciben ninguna ayuda pública, ni subvención y son pocos los que tienen ingresos económicos. Tienen la cuenta en Unicaja Banco  (IBAN) ES36 2103 5000 8400 3002 7087