Nuestra existencia es una porción de la historia de nuestra tierra. Trozos de Vida que se pierden cuando nos vamos, de ahí la importancia de provocar que nuestros padres y abuelos nos cuenten relatos y experiencias vividas y de que nosotros las contemos a nuestros hijos.
En la Carretera de Nijar, cruce con Carretera Alhadra, antes de llegar a los Molinos, eta el barrio del Diezmo… : Diezmo…. “tributo que sobre el valor de ciertas mercancías se pagaba al rey”. ¿Quizás no seamos conscientes de que en nuestra ciudad hay una fortificación del siglo XVII mandada a construir por Felipe III que servia como almacén y deposito de diezmos?. Una castillo de forma cuadrada con garitas y troneras que servía para el cobro de depósitos a los moriscos. La ubicación fue elegida debido a la cercanía con los molinos de viento. Ya por 1844 paso a ser un deposito de pólvora y explosivos para la industria. Esta placeta fue declarada en 1949 de interés cultural pero a pesar de ello y de ser titularidad municipal está totalmente “cegada” por viviendas sin ninguna ordenación. La vecindad ha reclamado en varias ocasiones su dignificación sin obtener resultados. En el siglo XIX los residentes vivían recogiendo basuras que llevaban al patio y alrededores para alimentar a el ganado porcino lo que ocasiono una insalubre situación que dio lugar incluso a una canción popular : “No pases por la mezquita ni atravieses por el Diezmo, mira que en la noche salen las brujas y los engendros”.
Recientemente he pasado por allí. Realmente no se aprecia lo que llego a ser en su día ya que las pequeñas casas y trasteros tapan prácticamente todo excepto la portada de piedra de cantería. Si accedes por detrás, cruzando una apertura de un muro, se observan las garitas, los ventanucos están en algún caso tapados y en otro incluso ocupados sus huecos por una ventana de aluminio, lo que hace pensar que forman parte de una vivienda.
Sobre 1940, antes de ser habitada esta fortaleza, paso a ser llamada “El corralon de los títeres”… los negociantes titiriteros congregaban a vecinos. Un marionetista, tras su actuación , subía una cabra a unas escaleras de madera y decía : “y ahora, una película de tiros y puñalas” , desplegaba una sabana y sobre ella reproducían la cinta a cambio de unos reales. Hoy, si pasas por la carretera de Nijar, frente a Muebles Mago, podrás ver las garitas que aun se mantienen en pie. En otra ciudad, este lugar seria visita de interés para turistas y por supuesto estaría muy cuidada y reservada.
Lindando con la Carretera de Nijar y haciendo esquina con los cuatro caminos de los Molinos, en 1952 comenzaron a desarrollarse de forma quincenal las fiestas de ganadería de la Granja Escuela. A las instalaciones llegaban gentes de todas partes a vender y comprar ganado dando trabajo a bastantes personas de la localidad. Se daban premios de mil pesetas al ganadero o tratante que mas animales llevase, que mas vendiese y que mas comprase. Incluso se vendía vino costando a un precio la arroba de 175 pesetas. La explotación ganadera en aquel momento se valoraba en 68 millones de pesetas existiendo una amplísima variedad de animales entre los que estaba la vaca de pura raza almeriense o las ovejas Karakul. En este lugar esta proyectada una urbanización y un gran parque que ocupara 13.000 metros cuadrados.
Al otro lado de la carretera de Nijar, Bajando desde las Chocillas hasta el Centro las tapias del Manicomio, impresionaba pasar por su lado. Un largo muro te separaba de su huerta y su patio. Contaba con dos norias, un pozo de agua, una balsa y la iglesia de la Milagrosa. No solo era un psiquiátrico sino que dio cobijo a personas desvalidas que incluso salían en determinados momentos para colaborar en trabajos agrícolas y de construcción.
Dos nombres y una cifra…: juan Jose Vivas Perez , farmacéutico de Almeria constituye junta gestora para promover este manicomio y para que reúna condiciones adecuadas, incluso busca recursos de los ciudadanos. Velez Rubio, Velez blanco, Berja, tabernas… son algunos de los pueblos que aportan parte de las 57.500 pesetas necesarias para hacerse con esta finca de 21.816 metros a favor de la comunidad de San Juan de dios. La otra persona era Sor Policarpa , que con el sobre nombre de “la santa”, ayudo a que este centro recibiese la gran cruz de beneficencia, fue enterrada bajo el suelo del templo siendo trasladados sus restos posteriormente a la iglesia de Santa Maria Magdalena.
Si tenias valor y te atrevías a alzarte rebasando la tapia, veías a “los locos” con la mirada perdida entre los cañizales de panizo y los sombríos pasillos. Una de las labores que se llevaban a cabo en el centro por parte de los internos era la de “Farfollar” Panochas… Las plantaciones de trigo eran gran parte de la finca y los internos ayudaban en esta labor importante. Los carros entraban y salían cargados de panizo camino de las fabricas de harina.
Cuatro casas mas abajo estaba el Bar Pepin, mas o menos en la esquina sureste del cruce de la avda. mediterráneo. Bar que en algún momento proveía de desayuno a los guardias civiles de la cárcel vieja que se situaba frente al seminario, donde hoy se hayan las dependencias de la Policía Local. Desde la garita soltaban una cuerda con una bolsa donde los bares cercanos introducían viandas que les hicieran pasar la jornada. Se les veía andar a lo largo del muro con el mosquetón en el hombro, gritando: “Alerta uno”… “alerta dos… ”….. .
Lindando con la Cárcel, estaba El huerto del Perú, uno de los mas importantes de la zona; cuentan que en estas tierras se criaban tomates que se sorteaban varios establecimientos, esta finca hoy da nombre a la Avenida del Perú.
El diezmo es un ejemplo de como cualquier barrio, por pequeño que sea, puede albergar una porción importante de nuestra historia.
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