“El Hospital Provincial va a ser el mayor espacio cultural del sureste español”

Entrevista a Javier A. García, presidente de la Diputación de Almería

Javier A. García, presidente de la Diputación de Almería.
Javier A. García, presidente de la Diputación de Almería. La Voz
Juan Antonio Cortés
19:37 • 30 dic. 2023

Berja, 1976. Nace cuando las uvas. Su infancia es el camino de una noria. Fue allí como Tom Sawyer en el Misisipi, solo que a orillas del mar. Su tía Polly fue su madre y, aunque nunca pintó una valla por castigo, aprendió, por su padre, a currar muy pronto. Es su adolescencia una playa larga y oscura y una Nacional de furgonetas Saba, Cuatro Latas y Diane 6 que partía la vida en dos. Son cuatro hermanos danzando en una casa de planta baja. Es Balanegra, el St. Petersburg donde conoció que su primer valor es la lealtad. Como Sabina, su músico, fue en un pueblo con arena que sostenía un gran azul.



Le queda un rato a la semana para su Real Madrid. El sábado hace paella con los sabores de Almería y dicen que está buena los que dicen que han comido. Detiene su reloj en El Chullo porque allí el viento es silencio. Católico: caminante hacia la Luz de Dalías. No nació burgués ni acomodado creció. Su linaje: una familia de madrugadores. Odia el spleen de Baudelaire. Conservador es, avisa, de lo que debe conservarse. O restaurarse. Como el Cortijo del Fraile. O el Hospital Provincial. Quizás, su herencia.



Aún camina por el boulevard de los sueños de crío pero, al contrario que don Joaquín, él sí quiere el calor del invernadero. Y así creció, volando hacia el Campus de La Cañada, y voló tan deprisa que a la isla de Fausto Romero le llama la Almería sin complejos. Tiene look de clásico agente 007, aunque a veces saca un James Dean de muy adentro. Como un almeriense sin domesticar. Como el conductor rebelde de aquellas Ebro que paseaban cargadas de tomates por las calles de la lactancia, Javier Aureliano García ha crecido sin más aristocracia que la del escudero que convenció a su hidalgo de que allí, donde otros veían molinos, había en realidad gigantes de dos leguas.



Sin piedad. Defínase a sí mismo



Soy muy malo para describirme a mí mismo. Trato de ser una persona honesta, trabajadora y comprometida.



Despierta. Qué es lo primero que hace.



Mirar el reloj.



Qué consejo daría a su yo de hace 20 años.

Buahh (silencio). Haría las cosas más pausadas. Lo que he hecho ha sido a veces arriesgándome a que saliera mal. Que meditara más.


El último de la fila. Eso escuchaba usted de muy joven. ¿Ha cambiado?

Es un clásico. Me gusta el pop español. Ahora me gusta mucho la música indie independiente. Hay grupos y cantantes fabulosos.


Liberal, de centro-derecha. Y de Sabina. ¿Eso casa?

Lo hago yo. Me gusta Sabina. Es un auténtico poeta.


Almuerce hoy alguien.

Con José María Aznar.


¿Cómo convencería a Aznar de que el PP es el partido que más se parece a Almería?

Porque Almería no se podría entender sin el PP. Y el PP tampoco se podría entender sin Almería.


¿Cuándo se dio cuenta de que encajaba en el PP?

Soy una persona liberal. Me gusta que el esfuerzo y el trabajo sean recompensados.


Elija un siglo para vivir.

Sin lugar a dudas, yo viviría a primeros del siglo XX.


De quién se acordó cuando juró como presidente de la Diputación.

De mis padres.


¿Qué le gusta demasiado de Almería?

De Almería me gusta hasta los andares. Todo. Si te describo algo de lo que más me gusta, estoy desmembrando lo que me gusta.


Hablando de gustos. Cocinillas. Qué se le da bien.

Un poco. La paella. Los sábados mejor que los domingos.


Vamos. Una paella sin complejos. Si digo Almería en lugar de paella es una de sus frases.

Es verdad. Nos estamos sacudiendo los viejos complejos. Es clave. No hay mejores que nosotros.


Un viejo complejo es no presumir de lo nuestro. Hospital Provincial, Cortijo del Fraile. Hay quien dice que su impulso desde la Diputación es su gran herencia.

No, queda mucho por hacer. A mí me daba vergüenza que el Cortijo del Fraile se estuviera cayendo y que yo tuviera una responsabilidad pública y no hiciera nada. Si no, seríamos unos necios.


¿El Museo del Realismo será el gran motivo cultural de Almería para el turista?

Va a ser el mayor espacio cultural del sureste español.


¿A quién invitaría a caminar desde Almería a Dalías al Cristo de la Luz?

Ehhh... A cualquier almeriense. Una vez en su vida. Cuando lo hagan, no podrán dejar de hacerlo.


Por lo que parece, le gusta caminar. ¿Qué encuentra en el Chullo?

Es el mayor pico de Almería. Allí se escucha el viento, la brisa. Toma fuerza porque escuchar el silencio.


La mayor lección de vida.

Cada persona mayor, cada persona en dificultades.


¿De qué decisión nunca se ha arrepentido?

Creo que de ninguna. Medito mucho antes de tomar una decisión. Cuando la tomo, no hay marcha atrás. Seguramente me he equivocado, pero no me arrepiento porque he aprendido.


¿Dónde ha aprendido más: en el Congreso de los Diputados o en Benitagla?

En Benitagla, sin duda. Ojalá el Congreso se llenara de muchos alcaldes como el de Benitagla. Nos iría mejor.


¿Lo sencillo o lo extraordinario?

A veces, la rutina es extraordinaria.


Venga. Elija: viaje al pasado o al futuro...

Al futuro.


¿Iría a por una oveja perdida entre cien? ¿O sacrificaría a la oveja?

Nunca se deja a nadie atrás.


¿De qué habla cuando no habla de lo suyo’

De comida, de fútbol, de Almería. De lo cotidiano.


¿Qué diría hoy a su padre?

Yo daría un brazo por verlo. Que me lo cortaran sin anestesia por darle un abrazo a mi padre. Sacrificaría parte de mi vida por tener dos minutos a mi padre delante?


Padre político ha sido Gabriel Amat. ¿Cuántas veces se llaman a la semana?

Acabo de llamarlo antes de la entrevista. Dos o tres veces semanales.


Dos deseos. Por su cumpleaños y por lo que viene: 2024

Siempre pido lo mismo. Además de salud, que a esta tierra le vaya bien. Que rememos todos juntos.


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