Jaddy González: “Almería es mi Macondo”

Jaddy González (Bogotá, 1961) emigró a EEUU con apenas 30 años porque los pistoleros de la guerrilla de la gran selva colombiana querían secuestrarla. O caía ella o su familia. Dejó, entonces, atrás 25 años de fama fulgurante. La chiquilla de la eterna sonrisa conoció El Quijote en la Avenida 68 de Bogotá. De su colegio, el Cafam, salió para los platós de TV. La pecosa, la niña que a los ochos años ya era estrella de Colombia, la adolescente que encandiló a tres generaciones en míticos programas como Minimonos con Pepón, Animalandia, Noticiero del espectáculo de Jorge Barón TV y en novelas varias, se licenció en Derecho por consejo de su padre y empezó a purgar el periodismo político y social.

Ahora hace 26 años de su llegada a Almería. Mediadora intercultural por la UAL, detrás de Jaddy hay una empresaria social, una locutora latinoalmeriense y una activista emprendedora que lidera a casi 4.000 colombianos migrantes. Mujer de tradiciones y de fe, aún hoy sueña con Barranquilla, la ciudad de su abuela. Allí, en la cuna donde el Gabo escribía columnas para El Heraldo, pisoteó Jaddy sus primerizos problemas de salud.

Hoy, al caminar por las calles de Almería, a Jaddy se le aparece la luz de su amigo Jaime Garzón, asesinado por dos sicarios cuando se dirigía a Radionet. Ella cogió otro volante: cuando cambió de color aquel semáforo sangriento, ya iba camino de España. Su destino.

Su día tiene unas 30 horas...

Sí, desde que me despierto estoy maquinando. Además, tengo mucho trabajo con Colombia y la diferencia horaria hace que trabaje 24 horas o más (sonríe).

Fue La Pecosa de la tele colombiana.

Quien me descubrió fue el popular Pepón. Allí vio a una pecosita rubia y con coletas, indisciplinada. Diferente.

Como aquí Barrio Sésamo...

Se creó un marketing increíble. De mí se hicieron lápices, camisetas, libros, muñecas, fui imagen de campañas publicitarias. Fui considerada la animadora infantil más famosa de Latinoamérica.

Cómo fue eso de marcharse a Los Ángeles.

En Colombia tenía fama, dinero y una carrera universitaria, pero por qué no probar también en EEUU.

Quién le habla de Almería.

Una conocida. Pensamos que en mi idioma sería más fácil. Guau. Y acepté la invitación.

Y van y le rechazan aquí en una tele local.

Después de 10 horas de avión, llego a Almería y toco la puerta de una tele. Y la mujer que me atendió me dijo: “Pero si tú eres una inmigrante y no puedes trabajar aquí”. Pasé de turista a migrante. Y se cerraron las puertas.

Hasta que se toma un café.

Y se me abrió otra puerta. Viendo el periódico, leí un aviso que decía que la UAL sacaba unos estudios de Mediación Intercultural. Pedí cita con el rector Alfredo Martínez Almécija. Sonrió. Entré becada a la UAL. Allí hice un Experto y un Máster.

25 años. Casi media vida.

Sí. Soy muy afortunada de tener dos patrias.

Entonces, la radio.

Era presidente de la Diputación Luis Rogelio Rodríguez, gran amigo. Presenté el proyecto y lo aceptaron. Ahí comencé Tu voz es mi voz.

Pero Jaddy es activista. Qué es Almería para todos.

Es la única asociación de Almería y una de las más importantes de Andalucía. Estamos ya en Jaén, Granada, Madrid y Valencia. En 2024 haremos cursos gratuitos de formación para el arraigo con convenios con empresas. Hemos obtenido la ISO 9001.

Mueve a 4.000 compatriotas.

Aquí tenemos el lema de ‘Yo sé quién sabe lo que usted no sabe’.

No sé si se ha sentido discriminada como migrante.

Como migrantes, siempre hemos sufrido racismo, xenofobia y discriminación. Yo lo sentí cuando me cerraron la puerta en la TV. Aún hoy lo he vivido por mi acento.

Pateras con migrantes vivos. Y muertos.

Siento tristeza. La manera en la que vienen arriesgando su vida en el océano... Rabia por las mafias que se aprovechan del sueño humano. E impotencia por querer ayudarlos y no siempre poder hacerlo.

Cerca del 20 por ciento de la población almeriense es extranjera.

Almería es un laboratorio social. Nos brinda oportunidades para crecer: creencias, valores, lenguas, proyectos.

Piense en la primera noche como migrante.

Esa soledad forzada cuando dejas tu tierra, gente y familia y llegas a otro sitio... Cuando pasas la primera noche es el momento cero. Ese alejamiento y esa tristeza. Hay otra soledad en las Navidades cuando se extraña estar con la familia.

Aquí está su Macondo, parece...

Almería es mi Macondo, ese refugio en el que vivo con mi hija y ahora también con mi madre.

Todo Macondo tiene su destino.

Todo comienzo se puede ver como una ciénaga, pero lo puedes convertir en un hermoso paraje mirando al Mediterráneo.

Oiga. Dígame si trató con el Gabo.

Yo lo conocí personalmente porque fue a mi colegio. Para nosotros es un orgullo.

Usted es una sonrisa que camina.

La sonrisa es un arma comunicadora. Me encanta siempre regalar una sonrisa.

Qué ha bailado en Nochevieja.

La hemos pasado en el desierto de Marruecos. Experiencia única al estilo bereber.

Una fobia intratable.

La más horrible es a los roedores.

Miedo incurable.

A la hipocresía, la maldad, la cobardía.

Vayamos atrás. Qué borraría.

De mi pasado no cambiaría nada, y no porque no haya cometido errores, pero eso ha forjado mi carácter.

Qué borraría del futuro.

El futuro depende de lo que hagamos ahora. Hay que aprovechar cada minuto.

Qué ha cambiado en Almería en estos 26 años.

Solo con recorrer las calles se ve el gran cambio en su estructura y en su geografía.

Venga. Escuche dos canciones de su vida.

My Way, de Sinatra, y Qué sería de mí, una canción cristiana de Jesús Adrián Romero.

Con qué personaje hablaría hoy mismo.

Kennedy, Thatcher..., pero la mayor huella es la de Jesucristo.

Invíteme a Colombia.

Yo te invitaría a Caño Cristales, al río más bello del mundo: aguas de siete colores.

Bien. Despídase con una frase.

Me identifico mucho con Golda Meir cuando dice que el éxito no se mide por la posición en la que te encuentras, sino por cómo superes los obstáculos del camino.