Entre un día de migas y lo que dicen los políticos

Mientras el Telediario de la Primera de TVE arrancaba a las tres de la tarde de este viernes con las imágenes de carreteras extremeñas afectadas por una gran tromba de agua, en Almería aún resonaban las últimas declaraciones de responsables políticos sobre la situación de la sequía en esta provincia.

Los últimos protagonistas, horas después de que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunciara el ya cuarto decreto con medidas para paliar la falta de recursos hídricos, han sido dos consejeros almerienses, Carmen Crespo y Ramón Fernández-Pacheco; el titular de Presidencia, Antonio Sanz; y la ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera. Los tres primeros son del Partido Popular y la cuarta política representa al PSOE.

Los más secos
Aunque sin que la sangre llegue al río, en la misma semana que se ha ratificado con datos oficiales que los dos pantanos almerienses son los que, en términos porcentuales, menos agua tienen de toda España, los representantes de ambas instituciones se cruzaron acusaciones de inacción ante la sequía.

Por ejemplo, en la misma entrevista mañanera en La 1 donde la vicepresidenta Ribera dudaba de la imparcialidad del juez Manuel García Castellón, la ministra del Agua dijo que los almerienses pueden confiar plenamente en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Den por seguro, el Gobierno de España hará todo lo posible para que los vecinos de Barcelona, de Málaga, de Almería, de Sevilla puedan contar con aquello que esté en nuestras manos para poder garantizado el abastecimiento de agua de boca”, trasladó.

Ribera vs Pacheco No obstante, aprovechó su presencia en la televisión pública para recriminar tanto a Cataluña como Andalucía que “las inversiones anticipadas” para hacer frente a la sequía, “dada la alerta que ya señalaban los modelos”, no se estaban ejecutado “con la velocidad que se requiere”.

A unos 600 kilómetros de distancia, desde la localidad almeriense de Dalías, el consejero de Sostenibilidad y portavoz de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco, incidía en el mismo argumento, pero en sentido contrario. Es decir, culpaba al Gobierno de la Nación.

“A mí me llama mucho la atención, por ejemplo, la situación de la desaladora del Bajo Almanzora, que, como saben, lleva más de diez años paralizada por parte del Gobierno de España (…) tenemos que ser capaces de acometer aquellas infraestructuras que nos permitan paliar la situación y la sequía que está por venir”, dijo Pacheco a los periodistas. Se refería a la desaladora de Villaricos, que quedó inutilizada por la riada de septiembre de 2012. Desde entonces ha habido varias elecciones generales y en el Palacio de la Moncloa han dormido dos presidentes de distinto signo político, el popular Mariano Rajoy y el socialista Pedro Sánchez.

Alhama la Seca

Desde Alhama de Almería, también llamada en tiempos pretéritos Alhama la seca (el nombre estaría de plena actualidad de haberse mantenido), la consejera del Agua, Carmen Crespo, matizaba a la ministra del ramo, Teresa Ribera, que no solo la Junta reivindica más aportes del trasvase Tajo-Segura sino un envío extraordinario de hasta 5 hectómetros cúbicos para el Almanzora. Y todo ello porque dice la también vicepresidenta que no le consta que Juanma Moreno le haya reclamado transferencias entre cuencas. “Pedimos los trasvases desde hace años”, sostuvo el consejero Antonio Sanz desde la capital andaluza en el mismo día en que los almerienses cogíamos el paraguas por segunda vez en lo que va de semana, aunque en realidad “apenas cayeron cuatro gotas” por la mañana, las suficientes para comer migas.