“Mi sueldo es muy limitado; vivir con mis padres es la única manera de ahorrar”

La dificultad para que los jóvenes de Almería logren independizarse y vivir solos se ha convertido en un desafío marcado por los altos precios de los alquileres y la necesidad de ahorrar considerablemente para poder acceder a la compra de una vivienda.

Según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), en el primer semestre de 2023, la tasa de emancipación juvenil en Andalucía se ha visto reducida al 12,9%, marcando un descenso de 3,4 puntos en comparación con la tasa nacional, la cual se sitúa en el 16,3%. Por ello, estos datos colocan a Andalucía como la segunda comunidad autónoma con la tasa de emancipación más baja del país, después de Cantabria.

Lourdes Martínez, Pablo G. y María Sánchez comparten sus testimonios a LA VOZ con los que arrojan una realidad que afecta a muchos almerienses en la ciudad.

"Una persona joven que acaba de empezar a trabajar no puede permitirse irse a vivir sola", relata Lourdes Martínez, una joven almeriense que vive y comparte los gastos del alquiler con su pareja. Aunque la posibilidad de vivir en solitario en el mismo piso con su pareja existe, Lourdes destaca las dificultades económicas a las que se enfrentaría: "Me podría permitir vivir sola en este piso, pero tendría que recortarme en muchas otras cosas".

La realidad económica se impone, y Lourdes señala la necesidad de medidas que limiten el precio de los alquileres para hacerlos más accesibles. "Habría que limitar el precio de los alquileres para hacerlos accesibles", enfatiza, señalando una solución clave para que los jóvenes puedan acceder a viviendas sin sacrificar su calidad de vida.

Por su parte, Pablo G. comparte su situación de vivir con sus padres, una decisión tomada ante las limitaciones económicas. "Mi sueldo es muy limitado y vivir con mis padres es la única manera de ahorrar", admite. La falta de ingresos suficientes se presenta como un obstáculo importante para aquellos que sueñan con ahorrar para poder comprarse una casa.

María Sánchez, de 30 años, quien comparte piso con otras dos personas, destaca la imposibilidad de vivir sola dados los altos precios del alquiler y de los gastos asociados. "No puedo vivir sola porque al precio del alquiler más los gastos de agua y luz, compra, coche y gasolina... No llegaría", comenta María, ilustrando la complejidad financiera que enfrentan los jóvenes.

El testimonio de estos tres almerienses es solo un reflejo de la realidad que muchos jóvenes enfrentan, donde el deseo de la independencia choca con la dura realidad de los altos costes.

La limitación de los precios de alquiler y el aumento de oportunidades laborales con salarios justos, entre otros, se presentan como medidas cruciales para allanar el camino hacia un futuro más prometedor para los jóvenes.