El campo almeriense en ebullición tras la crisis desatada por Francia

La práctica totalidad de los agentes que operan en la agricultura almeriense comparten la preocupación por lo que está ocurriendo en los últimos días, una tensión que no deja de crecer. Si bien el desencadenante ha sido el bloqueo de las carreteras en Francia, el debate abierto ha incrementado la inquina del conflicto.

Representantes de los productores almerienses como Coag o Asaja están participando en una serie de acciones con las que reclaman medidas para poner fin a un bloqueo que está dejando en las carreteras y autopistas galas cientos de camiones cargados con frutas y hortalizas sin posibilidad de llegar a su destino y sufriendo en primera persona la violencia de los piquetes.

Todos a una

Cada vez son más las voces que se alzan contra la actual situación. Desde el Gobierno español ayer eran el propio presidente, Pedro Sánchez, que tras la reunión del Consejo Europeo condenaba los ataques de los agricultores franceses a los camiones españoles.

Aprovechó también para dar respuesta a las declaraciones de la ex ministra de Agricultura francesa, Ségolène Royal, que cuestionó a calidad de los tomates almerienses (españoles en general). Sánchez destacó que, frente a esas acusaciones está la realidad de que nuestros tomates “son imbatibles”.

Royal no obstante no se ha retractado de las graves acusaciones vertidas esta semana contra los tomates almerienses y aunque agradeció a Sánchez su invitación a viajar a España para conocer cómo se cultiva, reiteró en su crítica apoyándose en que “cuando las condiciones sanitarias son desiguales, hay que hablar de competencia desleal”.

El ministro

No son los únicos ataques recibidos desde el país vecino; el primer ministro, Gabriel Attal, se alineaba con Ségolène Royal para señalar que los tomates españoles incurrirían en ‘competencia desleal’ con los franceses. Ayer llegaba la contestación de Luis Planas, ministro español de Agricultura, que calificó de ‘intolerables’ los ataques a las hortalizas españolas y lanzaba una llamada a la responsabilidad de los políticos galos para rebajar el actual clima de tensión.

Se congratula Planas de la carta que le ha hecho llegar su homólogo francés, Didier Guillaume, en la que pide disculpas al Gobierno y al sector hortofrutícola, algo que el ministro español ha calificado como un gesto “noble y positivo”.

 Sin embargo el escenario sigue abierto, entre otras razones porque el Ejecutivo francés no sólo se ha mostrado tibio ante la violencia desatada en las carreteras, sino que, para los representantes del sector hortofrutícola almeriense, ha dado ‘alas’ a los que han llevado el extremo sus protestas, justificando con sus declaraciones el malestar de sus propios productores.

Pero es escenario es mucho más amplio porque ahora son los agricultores almerienses y españoles los que han iniciado su propia guerra contra la competencia desleal que llega desde terceros países que no están, de momento, obligados a cumplir las mismas normas que ellos. Ayer estaban en Bruselas, en Sevilla y en Madrid para exigir un cambio en esas situaciones.