Amparo Castillo Precioso un día se despertó y decidió que había llegado el momento en el que no la iba a tambalear nada. Al amanecer, cuando todavía estaba tumbada en la cama se le habían venido a la mente dos imágenes: un cuerpo con miradas sobre sí, y un cuerpo ante un espejo roto, dos representaciones que según ella “son dos imágenes que representan mi vida”. Y fue ese momento en el que nació “Miradas Rotas” un libro de fotografías que en tres capítulos cuenta el proceso terapéutico que sanó a su autora.
Amparo Castillo padeció anorexia nerviosa desde los once años, pero no se dio cuenta de que sufría este trastorno hasta entrada en la veintena de sus años y vivió un episodio que le hizo ver que necesitaba salir de esa espiral en la que se encontraba y que hasta entonces no había reconocido.
Empezó el proceso de sanación arropada por profesionales, pero el momento clave en el que empezó a descubrirse de nuevo fue su ingreso en la Escuela de Arteterapia de Málaga, donde a través del arte, y más concretamente, a través de la fotografía llegó a descubrir sus emociones sin el control de la mente, ya que según expresa “la fotografía devuelve al autor partes de él que desconocía o que tenía olvidadas”.
Nace el proyecto
El año 2019 se convierte en un punto de inflexión, si bien Castillo antes no se veía capaz de transmitir lo que había experimentado porque según ella “se sentía culpable por no haber salido todavía de la enfermedad”, ahora estaba lista para mostrar a la gente la herramienta- su herramienta- que le ayudó a salir y librarse de sus demonios. Y lo ha hecho de una forma muy positiva y muy coherente, porque como bien destaca la autora “casos como el mío hay cientos, pero yo quería mostrar mi experiencia y cual había sido la herramienta que me ha ayudado a mí”.
Por ello, el libro se distribuye en tres capítulos claramente diferenciados que narran a través de fotografías todo un proceso de curación de principio a fin.
El primer título viaja a los orígenes del problema, cuando “los demás proyectan sus expectativas en ti hasta que las haces tuyas y empiezas a exigirte a ti misma cumplir con esos deseos y empiezas a perder tu identidad. Es el momento en el que empiezas a jugar con la comida y eso empieza a convertirse en un problema. Y es con la comida porque es lo que puedes controlar para esconder lo que hay detrás”, cuenta Amparo, a lo que añade que darse cuenta de eso le hizo salir de ese laberinto en el cual “el espejo y el cuerpo terminan por romperse”.
Luces y sombras
Un recorrido emocional en profundidad es lo que caracteriza el segundo título, que se centra en “conocer las sombras, para descubrir nuestra luz”. Pero para que haya luz es necesaria la sombra, y ese brillo alcanza verse cuando se toca el fondo, y por eso se convierte en el impulso para salir hacia arriba, hasta llegar al tercer título del libro, que narra la salida. No es casualidad que todas las fotografías que encuentre el lector en este capítulo sean en el exterior, donde se muestra una “muda de piel para volver a la vida. El cuerpo y el alma se atreven a sentir y es lo que le hace vivir”, cuenta la autora.
La perfección de esta publicación no solamente radica en el mensaje que transmite su autora, sino también en su técnica fotográfica, en la que se implicó con todo el corazón Juanjo Plaza, el marido de Amparo, gracias a sus conocimientos y dominio de la materia por dedicarse a este mundo desde hace años, así como también lo hizo Epik, la asociación de fotografía que decidió publicar el libro que contiene 92 imágenes que cuentan una única historia.
Asimismo, debido al interés que ha generado “Miradas Rotas”, su autora ha creado una página web (www.miradas.ciberia.info) en la que poco a poco irá contando detalles de lo que es la obra de su vida.
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