No son ni las 8 de la mañana y es domingo. Almería se despierta lentamente y otros van de cabeza a la cama hartos de fiesta porque la vida les reclama. Se van recogiendo los más jóvenes que buscan un taxi y salen a hacer deporte otros que se acostaron a su hora y pueden contemplar toda la belleza del cielo almeriense mientras el sol pinta de rojo unas nubes que se resisten a abandonar nuestra tierra de secano. La imagen impacta por su belleza mientras sigue oscuro por el Poniente y el parte meteorológico ira poniendo el cielo en su lugar. No paran de bajar hacia el mar deportistas que contemplan la salida del sol por el Cabo de Gata. Ellos tienen la mejor perspectiva porque girarán hacia la Universidad en su particular maratón y disfrutaran de las mejores vistas. No hay quien supere a Almería en lo climatológico porque el hombre del tiempo y el parte meteorológico casi nunca acierta. Tenemos nuestro clima tan particular que se hace pura belleza cuando una nube rezagada impide al sol brillar con todo su esplendor.
Las tímidas lluvias que han caído sobre la provincia hacen más bella la salida del sol y encienden esas nubes que parecen de color 'butano' para ir despertando a una ciudad que siendo domingo altera el orden de los factores y apura la cama antes del primer café. Solo la salida de los bomberos a las 7,15 de la mañana alteraba un domingo más en esta ciudad luminosa capaz de poner de color fuego su cielo.
Cuando lean esta información ya brillará el sol y habrá ganado espacio a la nubes pero mientras lo puedan contemplar no se lo pierdan ya que merece la pena disfrutar de todo lo que esta ciudad nos ofrece y les regala a los que la visitan. Ya quisieran otras ciudades con todos sus encantos parecerse a nuestra ciudad luminosa.
Visita guiada
Desde Villa María hasta el corazón de la Avenida del Mediterráneo el eje de la ciudad me permite ver como se van despertando los barrios y tengo que decir que el de Araceli es de los más madrugadores junto al de la Cruz de Caravaca.. Las luces de los edificios y las casas de planta baja delatan que hay vida en los hogares. Luego las 'Casitas de Papel', la carretera de Ronda y la Bola Azul viven en su letargo mientras Andrés 'El Conejo' prepara los churros en el Bar Bola Azul.
En Regiones Devastadas dan las siete y media en su campanario de la Iglesia de San Isidro a 12 grados de temperatura y no hay un alma en la calle. Solo un vehículo parado en el semáforo de la Virgen de la Luz en la Carrera del Perú y un taxi a lo lejos cargado de jóvenes que vuelven de fiesta.
Puro deporte
Cruzando el barrio de Nueva Andalucía y en plena calle de Santiago ya empiezan a aparecer los deportistas que toman destino a la Comisaría de Policía y desde allí al Puente de la Avenida del Mediterráneo rumbo al mar. Unos dirección Universidad y otros Paseo Marítimo. Con los primeros rayos del sol en pleno puente se despereza Cortijo Grande y las Quinientas Viviendas al olor del buen café de unos bares que preparan los mejores desayunos.
Inevitable bajando el puente el olor a pan de la Pastelería de DICEL que ha fabricado toda la noche y salen sus furgonetas a repartir un poco más tarde de lo habitual para sincronizar la hora del levantamiento de la cama de miles de almerienses que piden su pan de cada día.
Como para quedarse en la cama: Almería es insuperable.
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