Sus padres le mostraron una vida sin miedo. Dice Jairo Ruiz, uno de los mejores deportistas almerienses de la historia, que cruzar la meta es tanto como volver a casa. Volver y abrir su museo: la habitación donde guarda con celo los recuerdos de una historia de éxito. Diez mundiales y varios metales, medallas en europeos, decenas de laureles en campeonatos nacionales y un sueño: 10 de septiembre de 2016, el día en que Jairo Ruiz gana el bronce en los Juegos de Río de Janeiro. De pronto, aquel Jairo bebé que se bañaba en El Zapillo con su hermano era ya un elegido. Aquel joven almeriense vestido de rojo con la bandera de España por los aires, aquel Jairo postrado en el suelo brasileño en actitud orante, dice adiós este año. Menuda forma de despedirse: quiere los Juegos de París y el Mundial de Málaga. Faltan dos medallas en su nido de soltero. Este café va por aquellos que no tienen más límite que la felicidad.
En qué ocupaba las tardes de niño Jairo...
Siempre estaba en la peluquería de mis padres. Los dos trabajaban y yo no podía quedarme solo en casa, así que me pusieron una mesita para poder hacer la tarea y también tenía una bicicleta para jugar fuera.
¿Hasta qué punto los padres fueron determinantes en la vida de Jairo?
Muchísimo, siempre me insistieron en que hiciera deporte y me animaron a probar muchos diferentes.
15 años. De pronto, una decisión: competir en natación.
Estuve bastante tiempo nadando. Nos presentamos en un campeonato de Andalucía y conseguí ganarlo.
Y en 2011 se da cuenta de que el triatlón es lo que le gusta.
Todo empezó a ir muy rápido. En 2012 gané el Campeonato de España. La gente de mi alrededor y la Federación me animaron a dedicarle todo el tiempo.
Y cambia la rutina.
Dejé de nadar a diario para empezar con los tres deportes. Decidí centrar toda la energía en este nuevo mundo.
Si le hablo del Club Triatlón Almería...
Fue el primer club al que pertenecí. Me acompañaron en el día a día. Fueron los que me enseñaron. Cuando empiezas un deporte nuevo, tienes muchísimas dudas.
En 2012, triple campeon de España. Cosa seria.
La cosa se puso mucho más seria. Me dijeron que podía solicitar una beca para el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Fue en cuestión de una semana.
¿En una semana se fue?
Me dijeron: “La semana que vienes te vas a venir a vivir aquí" (diez años ha estado en Madrid).
Todo muy rápido...
En 2013 ya estaba en Madrid entrenando con el grupo nacional. Estaba dentro de la selección española. Los resultados iban acompañando. Todo súper rápido.
Y llega el Triatlón de Nueva York.
Es un triatlón popular muy espectacular. Había 3.000 participantes. Luego me invitaron a ir a Abu Dabi. Ya se empezó a hablar de mí en el panorama internacional.
Pasa Jairo varios años tocando medallas en europeos y mundiales. ¿Se valoró aquello lo suficiente?
Se valoró muchísimo porque sabíamos que estábamos haciendo algo que nunca antes había hecho nadie.
Asústeme con su jornada de entrenamiento.
Cada día tengo tres sesiones. Todos los días entreno por la mañana de lunes a domingo y descanso por la tarde dos o tres días a la semana
¿Dudó de ese sacrificio?
Ha sido una elección personal. Yo decidí que eso era más divertido que irme a una fiesta y beber. No cambiaría nada de lo que hice.
¿Ha sentido alguna vez miradas de incomprensión?
Yo diría que no. Es verdad que soy una persona muy positiva y muy resolutiva. Nunca me he encontrado una puerta cerrada.
¿Hubiera llegado tan lejos Jairo sin su discapacidad?
Imagino que no. Hubiera estado ligado al deporte. Es lo que se siente y se vive en mi casa. Les encanta el deporte a mi padre y a mi hermano. No sé hasta dónde hubiera llegado, pero hubiera practicado el mismo deporte.
¿Qué le diría a esos niños a los que cuesta tanto motivar?
Siempre les digo que prueben muchos deportes, que no pasa nada por cambiar. Seguro que vas a encontrar uno que te guste.
2016. 1 hora 3’ y 14’’. Le suena...
Es el tiempo que tardé en la prueba de Río, que valió una medalla en los Juegos Olímpicos.
¿En qué pensó aquel 10 de septiembre?
Veía tantas opciones de que no se diera, que realmente nunca llegue a imaginarme con la medalla colgada en el cuello.
Madrid ha sido su segunda casa.
He vivido durante diez años allí. He conocido a deportistas de grandísimo nivel, he hecho amigos. Es muy difícil igualar lo que he vivido en Madrid.
¿Qué ofrece Almería para el triatlón?
Almería ofrece un clima y una geografía que son espectaculares para la práctica del triatlón. De hecho, estamos intentando hacer aquí pruebas intercionales. Y seguro que conseguimos traerlas.
Decía Cruyff que se aprende más de los fracasos que de los éxitos.
Se aprende más de los fracasos, pero a todo el mundo le gustan los éxitos. He disputado casi cien triatlones y no siempre he ganado. Se aprende mucho más cuando las cosas van mal. Tardas un tiempo en asimilar el resultado y en valorar qué ha fallado o cómo puedes mejorar.
Y ahora la retirada. En París. Unas olimpiadas. ¿Asusta?
Estoy luchando por cerrar mi clasificación, pero me gustaría acabar en los Juegos y después terminar en el Campeonato del Mundo en Málaga. Más cerca de Almería no lo tendremos nunca. Es un sitio ideal para mi última prueba.
¿Cómo se ve después del adiós? Qué va a hacer Jairo...
No lo sé. Me gustaría seguir en el triatlón, pero no sé si puedo hacerlo. Tengo muchas ofertas abiertas, pero no hay nada decidido.
¿Hemos mejorado en la normalizacion de la discapacidad?
Muchísimo. Yo siempre intento hablar de naturalidad. Se está consiguiendo py en parte gracias a los deportistas paralímpicos porque somos personas con discapacidad que estamos más expuestos a nivel social.
Francisco y Matilde. Detrás del éxito hay siempre una historia de amor...
Mis padres han sido el principal pilar. Me llevaron a todos los deportes que yo quise. Me compraban una bicicleta, me llevaban a un club deportivo, me apuntaban a la piscina. Siempre estuvieron volcados con mi hermano y conmigo tanto a nivel cultural como deportivo. Si mis padres hubieran sido de otra forma, yo no sería lo que soy.
Dónde guarda las medallas. Qué piensa al volver a mirarlas.
La mayoría están en casa de mis padres en lo que era mi habitación. Está todo lleno de recuerdos: medallas, acreditaciones, dorsales de carreras. Un pequeño museo que me hace mucha ilusión. De vez en cuando, paso por mi habitación para mirar un rato y recordar.
Qué no hizo que querría haber hecho Jairo...
He hecho todo lo que he querido. Quizás, no haber escuchado al principio del todo a los entrenadores. Creo que estoy muy contento de todo lo que he ido haciendo a lo largo de mi vida.
¿La felicidad está en la aceptación o está en la superación?
Cada uno tiene su propia historia. Aceptar lo que tienes. Tener claro dónde estás y hacia dónde quieres ir. La felicidad está en la aceptación de uno mismo.
El valor más importante de su vida...
La amistad. Mi principal valor es la facilidad para conocer gente y hacer amigos para toda la vida.
¿Por qué sitio veremos corriendo-nadando-pedaleando a Jairo en un año?
Voy a seguir. No concibo mi vida sin el deporte. Me podrán ver corriendo por el Paseo Marítimo o por la universidad.
La última medalla está por venir...
Yo quiero pensar que sí. Me veo en condiciones de, si consigo clasificarme para París, estar peleando cualquier cosa tanto en en los Juegos como en el Mundial de Málaga.
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