Al parking de Arráez le sale “una plaza fantasma”

La comunidad de vecinos del aparcamiento construido por la promotora pública municipal Almería XXI en la calle Arráez han convocado una junta extraordinaria de la comunidad para someter a votación la interposición de una demanda judicial contra la promotora pública después de haber comprobado que “la compañía ha comercializado plazas que no existían en el proyecto básico, en el proyecto de ejecución, en los contratos de venta privada y ni tan siquiera aparecen reflejadas en las escrituras notariales. Estas plazas ocupan total o parcialmente suelo que es, según el contrato privado de compraventa y los planos anexados a las escrituras de propiedad, de la comunidad de vecinos”, explican en un comunicado. 

Consideran los vecinos que esta es “una intolerable situación” que no se contemplaba en la documentación y que “dificulta la maniobrabilidad de los conductores a la hora de estacionar sus vehículos en sus plazas y la hacen prácticamente imposible en el caso de la planta cuarta”.

Sin contraprestación
Critican los vecinos que esta plaza creada en suelo común ha sido comercializada por Almería XXI “incrementando los ingresos de la compañía pero sin ningún tipo de contraprestación a los compradores, a los que se les ha hurtado un suelo que era, según el contrato y los proyectos, de su propiedad común y que les facilitaba el estacionamiento”. 

Aseguran que Almería XXI “tampoco ha rebajado el coste de los inmuebles pese a que los propietarios hayan recibido finalmente menos suelo a cambio de su factura en una especie de reduflacción indignante, sino que ni siquiera han sido informados de este cambio sustancial de las condiciones del inmueble antes de la firma de la escritura”. 

El añadido de estacionamientos para coches no previstos en el proyecto original y comiéndose terreno de la comunidad consideran que es “el enésimo incumplimiento contractual en el que ha incurrido la compañía Almería XXI con la treintena de propietarios del inmuebles”. 

Recuerdan así los malos acabados, la presencia de goteras durante las últimas lluvias, e insisten en la necesidad de “terminar” con “las chapuzas”.