Estudiaba para ser ingeniero técnico agrícola pero una inocente pregunta de su novia, cenando en plena pandemia, cambió el destino de su vida: "¿Has usado alguna vez un dron?". La respuesta fue "no". Unos minutos más tarde ya estaba pidiendo uno por Amazon que le llegó a casa al día siguiente. Cuatro años después, Luis Sanz Martín es un operador referente de estos sistemas aéreos no tripulados con los que muestra, en el perfil 'Almería con Altura', una espectacular perspectiva de la capital y lugares como el Cabo de Gata a los almerienses desde el cielo.
"Estaba atrancado en ITA y en pandemia, como le pasó a mucha gente, descubrí una nueva afición", recuerda el joven de 29 años de edad, que reconoce que ese primer dron que se compró "era muy malo" y le duró poco. Al terminar el confinamiento pudo volver a practicar una de sus pasiones, el surf. Se encontró con un amigo que casualmente estaba volando un dron, le dejó probarlo y confirmó lo que ya empezó a sentir en aquella velada en casa con su pareja: "Esto es lo mío". Comenzó como aficionado, abrió la cuenta de Instagram en 2020 y no tardaron en llamar a su puerta para hacerle encargos.
Crecimiento laboral
"La primera vez que me pagaron por ello fue por hacer unas fotografías en el Parque Comercial CEMAR", detalla este almeriense con sangre segoviana que decidió dar el salto profesional. "Ya que sabía volar un dron y aquí en Almería no había prácticamente nadie que lo hiciera me saqué todos los títulos y permisos", comenta Sanz, piloto y 'filmaker' de dron que ha trabajado para numerosas productoras audiovisuales, grabando en el Santiago Bernabéu con Aitana para una promoción de la popular cantante; en Ferrari Western Tour; para La Voz de Almería o haciendo seguimiento de obras para Jarquil, Dimensur o CEMAR.
Su primer trabajo profesional, como autónomo, fue grabar la Fuente de los Peces para el Ayuntamiento de Almería, destacando que "el 90% de los encargos que tengo son en la provincia", aunque también ha volado su dron en Madrid con Vertical Group, de los hermanos Márquez, y para la junta de Castilla y León. "Normalmente suelo volar unas 3 o 4 veces por semana. Luego hay un trabajo de edición en casa", detalla este operador de dron al que le fascinan los rincones de su tierra, donde actualmente hay "unos ocho operadores, pero a nivel profesional estamos tres, el resto de ellos vuelan de forma recreativa para sus redes".
Amante de los paisajes almerienses, reconoce que "sin duda alguna las zonas más espectaculares están en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Estuve volando en el Arrecife de las Sirenas y es inigualable, esa puesta de sol...". Su objetivo es "mostrar a la gente Almería desde otra perspectiva", como hizo para la campaña 'El sol que necesito', de Diputación. "Pasar por una valla publicitaria y ver tu toma es ilusionante", afirma este almeriense que descubrió que "la belleza de Almería se aprecia mucho mejor desde el aire que cuando estás paseando por sus calles o paisajes".
Títulos y permisos: así se vuela un dron
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) contaba a finales del pasado año 2023 en su registro oficial con más de 94.000 operadores de dron, un 32% más respecto al año 2022. Luis es uno de ellos y desgrana todo lo que hay que hacer para poder volar de forma legal y segura uno de estos aparatos cuyas ventas siguen en auge.
"Lo primero que hay que hacer es sacarse el título de piloto, que se puede hacer a través de la página web de AESA. Yo lo hice en Formadrón, una empresa de Granada, con un examen práctico y otro teórico en 2022. Luego tienen que gestionarte la Evidencia de Coordinación con el Aire, con AENA, que son los que te dan permiso. Con su autorización te sacas el título de radiofonista, porque cuando estás volando un dron tienes que tener contacto directo con la torre de control", detalla.
Para empezar "necesitas avisar con diez días de antelación previa al vuelo", comunicándolo al Aeropuerto y a Policía Nacional, si es dentro del radio de control aeroportuario y en un núcleo urbano. "En Roquetas solamente tienes que avisar a la Policía, porque está fuera de la zona del Aeropuerto, por ejemplo". En relación al Cabo de Gata, informa que "no te ponen problemas si tienes tus permisos y lo comunicas a las autoridades competentes, pero sí hay algunas zonas restringidas para proteger a las aves".
Con todo en regla para volar, es necesario acotar una zona para el despegue y el aterrizaje del dron, al que se le coloca un paracaídas en el caso de que pese más de 250 gramos, puesto que "se considera que con ese peso, si cae desde 20 metros, puede poner en peligro la vida de una persona". El que usa Luis Sanz cuesta 3.300 euros, a lo que hay que sumarle los 125 que vale el paracaídas y una tablet o móvil para acoplarlo al mando, "que es la emisora para poder ver en directo lo que el dron está mirando".
El joven estudiante de ITA trabajó seis meses en un invernadero y de 2017 a 2021 fue 'student brand manager' en el departamento de marketing de Red Bull España, antes de convertirse en un pionero del cada vez más avanzado y profesionalizado mundo de los drones en Almería, provincia en la que ya es más que conocido y en la que sigue creciendo a nivel profesional con la ilusión de seguir alcanzado metas: "Trabajar para Netflix sería un gran salto".
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